♡•¡Kacchan, no seas tan boludo!•♡

¡¿Qué haces mirando porn0?!

Últimamente bakugou se encontraba bastante deprimido, porque el señor se mando una de sus mayores cagadas y ahora su novio no es capaz de darle cariño ni mucho menos sexo.Si.Estaba en abstinencia,entonces no tuvo de otra que darse “auto-amor” el mismo.

—¿Por qué mierdas esa pendeja se tuvo que entrometer en ese mismo momento?—Sentado en la cama moviendo su pie ansioso, sin saber cómo distraerse.Le costó mucho admitir que sin su pecoso al lado todo se tornaba aburrido y rutinario.Escucho su celular tirándose de cabeza para ver si era el ,pero no, era una mensaje de la compañia de su celular, entonces opto por recostarse en la cama con ganas de explotar toda la casa,sin embargo,solo miro al techo pensando cada vez en el, diciendo varias cosas,hasta llegar a idealizarlo en varias poses un tanto ardientes provocando que su amiguito empezará a levantarse de repente.

—Maldito deku, lo que me provocas.—Gruñendo mientras frotaba su miembro contra la tela,rozando sus dedos gruesos en el para provocar cierto tipo de placer.

Decidió desabrocharse su cinturón y agarrar su celular para adentrarse en sus páginas porno favoritas.Uno de sus fetiches sexuales eran los disfraces o el sexo dominante, le hacía hervir la sangre.

Puso el volumen a medio, observando el vídeo escuchando los gemidos, sacando lentamente su miembro duro para empezar a masturbarse al ver cada escena.

—Creo que fui demasiado duro con el, a pesar de ser orgulloso supo como volverme a conquistar sin tener que obligarme a nada, eso realmente me gusta mucho.Quiero abra-zarlo y tener muchos momentos placenteros.—Abriendo la puerta de la casa un tanto avergonzado mientras subía a las escaleras pocos a poco hasta toparse con un sonido  extraño que provenía de la habitación de ellos dos, entonces fue corriendo a abrir la puerta hasta ver atónito a bakugou.

—¡¿Qu-é haces mirando porno?!—Dejando las llaves a un lado.

Al escucharlo se sobre salto apagando su celular y tapándose con sus sábanas.—¡MALDITA SEA DEKU, TOCA LA PUERTA ANTES DE ENTRAR!—Suspirando agotado ya que había acabado al mismo tiempo tirándose a la cama bruscamente.

—Es mi habitación también, así que tengo derecho a entrar cuando sea necesario.—Acercándose a el.—Por cierto.—Le da una buena cachetada.

—Pero,¡¿QUE MIERD..—Antes de continuar su frase solo agarró sus cachetes y le dió sin más vueltas un tremendo beso en los labios.

—Te pasa por andar atrás de otras mujeres.—Observando su rostro detalladamente.—bueno, te dejare con tus cosas.

—Ahh, no, tú no te vas a ninguna parte y mucho menos dejándome en ese estado.—Lo toma de su brazo para atraerlo a su pecho.—No pienso dejarte ir.—Pasando un manos por el rostro de izuku dando pequeñas acaricias en todo su cuello.

—ka-cchan..—Poniendose en encima de el para mover sus caderas un poco, sacándose lentamente la ropa.—Extrañaba tus caricias.

—No eres el único que lo hacía.—Sumergiendo sus manos en la parte trasera metiendo sin previo aviso su miembro.

—¡AHH-H! ¡Avi-sa ant...!—Fue callado por el cambio de posición, eso era algo nuevo, nunca lo había probado, el sentado con las piernas encima  de los hombros de su hombre, mientras rebotaba al compás de las embestidas salvajes que no solo le hacían volver loco sino que perdia la cordura de todo su cuerpo.Se preguntaba cómo pudo mejorar tanto en la intimidad.—¡Qu-iero Más! ¡Dame má-ahHh!

Hasta que un día se dispuso a limpiar su cuarto y se encontró escondido un par de libros relacionado con eso, hasta libretas de “Como tratar a tu pareja”, le causó mucha ternura saber que su pareja se esforzaba por sobre llevar la relación y cuidar a quien amaba apropiadamente.