Vuelvo de la misma forma en la que me fui,saltando de techo en techo y entrando por la puerta de atrás.
Por suerte nadie me ve y llego a casa sin contratiempos. Voy a cambiarme para poder empezar a hacerme algo decente de comer. Una vez cómodo,me percato que en la heladera no hay absolutamente nada. Genial. Saco mi cabeza de adentro de la heladera,miro al techo blanco para dedicarle todas mis más tiernas palabras de amor al ver que tengo que ir al supermercado para comprar,cuando estoy más que famélico y lo único que quiero es comerme hasta el mármol de la mesada.
Tomo mis llaves,abro la puerta y descubro en ésta pegada una nota,creo que estos tipos de papeles se llaman post it,o algo así,con una letra que dentro de su imperfección es perfecta.
“Tengo la noche libre.¿Cenamos juntos?
Debon.”
Estoy de piedra. Recuerdo que a la mañana vino a tocar a la puerta,pero jamás creí que era para esto. Estoy en shock. No tengo forma de contestarle más que llendo a su casa y decircelo personalmente,me estoy odiando por no tener un celular en estos momentos.
Mis tripas rugen haciendome recordar para que salí.Suelto un resoplo que me libera de todo mi estres y me digo que un problema a la vez. Ya en el supermercado decido que es mejor hacer una gran compra para todo lo que queda del mes y no arriesgarme a salir de la casa a menos que sea estrictamente necesario. Despúes de todo todavía no sé quien es mi acosador...ni H.
Camino por la parte de carnes y me encuentro con Lucio.Su cara es todo un poema cuando me ve,parece que soy a la última persona que penso encontrarse acá.
-Hola Lucio.¿Cómo estás?¿Bién?-le hago las preguntas de protocolo,no quiero que piense que lo sigo o que no dejo de pensar en él...y su hermano.Maldito Debon y su nota.
-Hola Fix.Que casualidad,justo pensaba en vos...¡No!Di-digo,q-que so-solo pe-pen-pensaba en vos po-po-porque q-que-quería pa-pasar por tu-tu casa a to-to-tomar algo...-solto un suspiro de esos que uno larga cuando se libera de decír algo que no quiere.Abre grande sus ojos y se seca un sudor invisible,parece que se olvido de que estoy acá,porque al dirigir su ojos a mí y mirarme se pone todo colorado,abre mucho más los ojos,que parece que se le van a salir y hasta parece que le sale vapor de sus orejas;cielos,este chico es todo un caso.
Me percato que lleva una bata,como la que usan los medicos y tiene una mochila en su espalda,como si viniera de estar en algun lugar y entro al supermercado de pasada.
-¿Sos médico?-pregunto algo asombrado,podía pensar que era heladero,cocinero,hasta veterinario,pero jamás de los jamases un médico.
-N-no,soy estudiante de pediatría.Apenas voy por el primer año,no tenemos prácticas todavía pero tenemos que ir de bata a la facultad.-me explica muy entusiasmado,no sé si por contarme algo de él o porque muestro una pequeña curiosidad por saber de su vida.Sea cual sea la causa,Ĺucio tiene ahora una sonrisa de payaso en su cara que parece haberse instalado ahí.
-Ah,interesante. Yo odio los niños,más los bebés,pero si a vos te gustan te felicito.- respondo sin emoción ni sin saber que decir exactamente.
-Ah,si,es entendible...-deja la frase a medio camino,siento que quiere decir más de lo que deja salir de su apetecible boca.
¿Apetecible?¿Desde cuándo la boca de Lucio es apetecible?O peor,¿ME parece apetecible?
Sacudo mi cabeza para sacarme estos pensamientos alienígenas de mi mente,definitivamente,cada vez estoy más convencido que estar junto a este par de hermanos me perjudica el coeficiente. Volviendo a concentrarme en lo que dijo no dejo escapar que él piensa que odio a los nenes con todo mi ser,pero ¿porqué?