Cambios(cap.10)

668 49 22
                                    

Abro los ojos y veo un techo blanco algo borroso,parpadeo para poder enfocar mejor mi vista,mi cabeza ya no duele,pero me siento extraño,como si algo esencial faltara en mí.

Con suma lentitud me incorporo en la cama y noto que no es mi pieza. No reconozco nada del lugar .Es la habitación de un chico,es todo lo que puedo deducir por el color de las paredes,cada una es de azul distinto yendo del más claro al más oscuro,es original y veo que tiene varios cuadros con dibujos de fantasía,como grandes dragones en paisajes irreales,la verdad que tiene bastante personalidad.

-Vaya,al fin despiertas. Pensé que ya estabas muerto.-comenta con sarcasmo un chico que esta apoyado en la puerta con los brazos cruzados en su pecho mirándome fijamente. Es un chico de unos 20 años,su pelo negro algo largo pero sin llegar a tocarle los hombros,tiene una tes clara,rasgos finos y delicados al igual que su cuerpo,unas pestañas gruesas y espesas,son hermosas y sos ojos...¿Son rojos?¿Cómo qué rojos?¿Era posible que fueran reales?

-Sí,lo son.-responde a mi pregunta no formulada.

-¿Cómo sabes que estoy pensando en tus ojos?-le pregunto de inmediato.

-Digamos que no sos el primero en preguntarte eso.-contesta entrando tranquilamente a su pieza. Se sienta en la punta de la cama y me sostiene la mirada,es serio,más que yo,y eso es decir mucho.

-¿Quién sos?¿Qué hago en tu casa?- mi mirada se endurece y mis cejas se juntan un semblante que denota lo disgustado que me encuentro por no saber que paso conmigo.

-No,si,”gracias por salvarme de ser violado por un vagabundo”,”no no es molestia al contrario,fue todo un placer”.-vuelve a decir con sarcasmo. Este tipo me gana en insoportable.

-Ok,ok,ok,ya te entendí. Gracias por salvarme de ser violado por vagabundos para poder hacerlo vos en tu cómoda cama.-le respondo igual de sarcástico.-¿Ahora me vas a decir quien sos?

-Eras más lindo cuando dormías-lo dice soltando un suspiro mientras se para y vuelve a ir hasta la puerta.-Soy Dilan. Te encontré anoche apunto de desmayarte en la calle y como no sabia quien eras te traje a mi casa. Ahora vamos a desayunar que tengo hambre.-dice retirándose por fin de la habitación.

Wow,este tipo es raro...en realidad todos los que me rodean son raros,soy como un imán para ellos. Tengo que fabricar un repelente anti-raros.

Ahora que lo pienso,no se nada de los hermanos problema. Al no tener teléfono me es imposible comunicarme con ellos,sin contar con que no tengo su número. Por otro lado,recordando lo que paso anoche creo que es mejor no verlos por un tiempo,ellos son muy competitivos entre si,se nota que cuando quieren algo no importa que,no paran hasta obtenerlo,por desgracia ese ALGO soy yo. Estar con ellos me altera de sobre manera,no puedo descansar un segundo que ya los tengo tocando a mi puerta y no es que no aprecie su amistad,pero empiezo a creer que ellos buscan algo más que eso y no estoy seguro de poder dárselos. Metido en mis pensamientos como estoy,casi muero de un infarto al escuchar como Dilan me llama para ir a desayunar.

Me levanto con dificultad,me mareo un poco al apoyarme en mis pies;cuando intento hacer un paso,caigo estrepitosamente.

-¡Auch!- es todo lo que sale de mi boca.Me duele todo el cuerpo,como si me hubieran molido a palos.Algo definitivamente no esta bien en mí.

Escucho como alguien se aproxima a toda velocidad a ver que es lo que causo tal alboroto.

-Pero mira que sos inutil eh...-comenta Dilan con una sonrisa de burla dibujada en su perfecta cara,que se la borraría de una trompada sino fuera porque apenas me sostengo por mi mismo con mis brazos.

-Deja de decir estupideces y ayudame a ponerme en pie que estoy un poco mareado todavía.-lo regaño.

-Ah ah ah,no sino me decís las palabras mágicas no te ayudo.-se burla el muy cabrón.

No Todo Es Lo Que Parece(yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora