Frunzo el ceño,me remuevo entre las sabanas y pongo la cabeza abajo de la almohada. Alguien esta tocando el timbre. Puta madre,alguien esta tocando el timbre y con más insistencia que antes.
Asomo la cabeza y miro en el reloj que tengo en la mesa de luz que son las 10 de la mañana. El timbre sigue sonando. Me levanto,voy al baño a adecentarme para luego ir a abrirle a esa tierna personita de Dios que llama a mi puerta(notece el sarcasmo).
Para mi NO sorpresa es el vecino,Lucio. Apenas me ve se le ponen las mejillas rojas y baja la mirada. Odio que haga eso,odio que baje la mirada y no porque quiero ver sus hermosos ojos,para nada,solo que no puedo ver sus intenciones si no lo miro directamente,por ende no puedo adelantarme a él si intenta algo raro.
-Buenos días.¿cómo estás?Ayer te vi muy cansado y por eso hoy vengo a ver si estas mejor...-lo dice mirándose las manos que no deja de retorcerse.
¿Qué...?-pienso-.Éste tipo apenas me vio ayer por menos de una hora y ya viene a ver si estoy bien,solo porque me vio cansado...-frunzo el ceño,este sujeto es muy raro o muy inocente,pero aún así no logro entenderlo...
-¿Ya desayunaste?Porque si no es así sé hacer un café bastante bueno o podemos comernos la tarta que te di ayer juntos...si querés,claro...-lo comenta súper alegre e ilusionado.-...o si no te la comiste...
Ok,ya me termino de descolocar por completo. Antes se presento como un chico súper tímido que apenas podía decir dos palabras seguidas con voz segura antes de empezar a temblar y ahora se muestra re seguro de sus acciones pero se acobarda a ultima hora para volver a meter su cabeza como una tortuga bajo su caparazón.
¿¡ALGUIEN PUEDE DECIRME QUIEN LO ENTIENDE!?PORQUE YO NO...
-...Eeeehh...si pasa. La tarta esta en la heladera,sácala y hay café sobre la mesada,prepárate uno si querés,yo tomo té negro. Ahora vengo,me voy a cambiar,ya que tus molestos timbrazos no me dieron tiempo a cambiarme.
Se pone más colorado si es que es posible,pero entra,le señalo donde esta la cocina,que queda a la izquierda pasando por un pequeño marco y se va. Mientras voy a mi cuarto a cambiarme por algo para andar entre casa,por lo que elijo unos pantalones de chándal sueltos negros y una remera blanca corte en V y sin ponerme unas zapatillas porque odio usar zapatillas cuando estoy adentro de una casa.
Se siente el olor del café y eso me hace tener hambre.
Veo que se desenvuelve muy bien. Esta colocando las tazas en una bandeja desayunadora para llevarlas a la mesa,supongo;saca la tarta,la corta y la coloca en la misma bandeja,cuando se da vuelta casi se le cae todo al verme parado en el marco de la entrada a la cocina.
-:Me asustaste...no pensé que estabas acá,pensé que todavía seguías cambiándote así que te iba a llevar todo a tu pieza.- dice con la cabeza gacha y mirando para todos lados como tratando de no verme.
-Mírame,odio que la gente me hable sin verme a los ojos,así que de ahora en más si me vas a hablar que sea mirándome,de lo contrario,prefiero que no me digas nada.- soné más duro de lo que quiero pero en verdad que ésta actitud que tiene me saca la cabeza.
Me acerco para ayudarle,pero a medida que ve que lo tengo a más corta distancia empieza a hacer que la bandeja tiemble y que pierda inestabilidad por lo que decido arrebatársela de las manos. No me alejo de él,por alguna extraña razón su cercanía no me molesta,al contrario me reconforta,como si la hubiera necesitado toda mi vida y recién ahora me doy cuanta de eso.
