Al despertar me encontraba tapada por varias cobijas, un reconfortante sonido se escuchaba en toda la habitación, proveniente del centro de la nave. Al sentarme note que estaba en la habitación de Floyd, mi quemadura en la espalda había cicatrizado por completo, en cuanto a mi ropa esta se encontraba junto a la cama y también un plato de comida.
Floyd estaba sentado en la cabina con los ojos cerrados, parecía escuchar una melodía a la que alguna vez los humanos llamamos música.
—Despertaste al fin, bella durmiente —me dijo sin desviar su mirada—. ¿Cómo sigue tu herida? ¿Te duele o tienes alguna molestia?
—Dejara marca pero estoy bien. La verdad debo agradecerte, me hubiera sido imposible curar una herida como esta con mis conocimientos —respondí sentándome a su lado.
—Es mi hermano el que sabe de esas cosas, en sus cien años de vida a devorado millones de conocimientos de distintas especies. También es un experto con las maquinas, el invento la tecnología intuí, fabrico esta nave que viaja por las dimensiones y cocina bastante bien —me contaba inclinándose en su asiento.
—Tú también eres muy listo.
—Lo normal… la verdad soy más de golpes. Solo estudie la cantidad que se exige para ser piloto de naves y me especialice en combates de diferentes tipos, mi hermano en cambio solo se ha dedicado a estudiar.
Al sentarme a escuchar música con él, me di cuenta que éste tenía algunas quemaduras leves en sus brazos.
— ¿Cómo termino la pelea contra Zeus?
—La nave del tiempo se estrello con la tierra y exploto en miles de pedazos, claro que durante el lapso en el que estaba cayendo la nave terminamos saliendo de ella a golpes y continuamos peleando en el aire con nuestras habilidades.
—Entonces, ¿ganaste?
—No. Ese sujeto se había vuelto más fuerte y terminamos empatando. Quede con muchísimas quemaduras de alto grado pero logre contenerlo, hasta que hizo explotar su cuerpo provocando una fuerte onda destructiva, la técnica que uso fue como si una bomba estallara dejando un gigantesco agujero en la tierra.
—Si tus heridas sanaron. Debe haber pasado al menos un día.
—Exacto, dormiste bastante. Mi cuerpo es diferente al tuyo, por lo tanto en unas dos horas ni siquiera abran marcas en mis manos.
— ¿Nunca te han quedado cicatrices?
—No. Me he lastimado miles de veces pero todas las heridas sanan en menos de un día, tengo un ombligo, supongo que cuenta como cicatriz —respondió levantándose la polera.
Después de esa conversa hubo un leve lapso de tiempo donde guardamos silencio escuchando la melodía que salía del reproductor de la nave, el sonido tranquilizaba a tal punto mi alma que cerré mis ojos para sentirlo con mayor tranquilidad.
— ¿Te gusta?
—Si el sonido de los instrumentos es bastante dulce.
—A mí también me gusta más la música que es mayoritariamente instrumental, aunque podríamos colocar una canción.
Al decir eso colocó otro sonido donde se escuchaba la voz de un hombre de manera muy afinada, la mezcla de las palabras y el sonido de los instrumentos era fascinante. Los antiguos humanos parecían haber tenido miles de formas de disfrutar la vida, eso me hacía pensar en «¿cómo teniendo tanto terminamos sin nada? ¿Acaso los humanos no valorábamos lo que teníamos?».
Escuchando la canción Floyd se levanto, ofreciéndome su mano como si quisiera que la tomara.
—Vamos a bailar —me pidió.
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Licor del tiempo
Science FictionEsta es la historia de Elena, una mujer nacida en otra línea temporal que escribe su historia para asegurarse que la humanidad jamás siga el camino que lleva a su mundo.