La nave

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Poco después de haber hecho una recopilación de información sobre los eventos ocurridos los últimos años, comenzamos a tener reuniones cada tarde para dar ideas de cómo arreglar el planeta, el tema parecía no tener solución más que la extinción o eso pensábamos hasta que recordé a la criatura que habíamos conocido.

Nos dimos cuenta que los humanos que viajaban por el tiempo podían ser nuestra salvación, si usábamos su máquina podíamos recuperar muestras de plantas y animales de otros tiempos; también habíamos pensado en volver al pasado y corregir algunas partes, sin embargo Ceferino aseguraba que para considerar esa idea primero necesitábamos saber cómo influiría cambiar el curso del tiempo al mundo.

Durante una de las juntas le conté a Ceferino que la criatura me había transmitido imágenes de la nave con la que había viajado en el tiempo y que esta flotaba como un satélite con cristales. Ceferino guiado por mis palabras imprimió fotografías de todos los satélites que se encontraban sobre el planeta, la cantidad de maquinas me asombraba, lamentablemente ninguna se parecía a lo que yo había visto.

-Esa es la última -afirmo Ceferino decepcionado-, ¿la criatura no les dijo donde se encontraban los demás como él?.

-No. Él fue atacado y secuestrado por el proyecto Zeus. Creo que durante el tiempo que estuvo con nosotros estaba más preocupado de ese ser que de sus compañeros -respondí viendo los dibujos que había hecho Floyd de Zeus.

Los dibujos de Floyd eran increíblemente parecidos al tal Zeus, parecía como si en vez de dibujarlo hubiera tomado una fotografía.

-Esta criatura que los ataco también me preocupa. He revisado todos los experimentos humanos hasta la fecha y ninguno se llamaba proyecto Zeus -dijo mirando uno de los dibujos.

-Pero el dijo que pertenecía a este mundo -reitere.

-Tal vez... ¿quieres dar un viaje sobre el planeta? -me ofreció.

-Bueno... ¿por qué?

-Tal vez esa nave si esta sobre nosotros, pero su tecnología es demasiado avanzada para que los satélites lo identifiquen.

Después de esa conversación nos subimos a la nave donde Floyd se ofreció a llevarnos sobre el planeta. La nave de ellos era como una gigantesca mantarraya negra, en su interior la nave poseía diferentes habitaciones que se activaban colocando la mano en una ranura de cristal. La cabina tenía cuatro asientos de los cuales solo estábamos usando tres, Lucía se había quedado en el refugio a cuidar a los humanos, al igual que el helicóptero esta nave estaba llena de palancas, botones, ranuras y también tenía radares de diferentes tipos; una cualidad extraña de la nave es que podía crear hologramas en una esfera de cristal que estaba junto al piloto y también activar pantallas táctiles holográficas que daban paso a otro tipo de funciones.

Cuando nos acercábamos a las nubes negras Floyd presiono un botón en la parte superior que activo una barrera azul a nuestro alrededor, similar al campo de energía del refugio, con la nave protegida pudimos cruzar las nubes sin que la radiación nos afectara. Al llegar a la parte más alta un manto negro diferente a cualquier otro que haya visto nos rodeaba.

A diferencia del manto nocturno con el que había crecido que me dejaba ciega, el del espacio estaba lleno de cuerpos luminosos llamados estrellas y el sol parecía alimentar todos los planetas como un dios.

-Es hermoso -dije mirando en diferentes direcciones.

-Eso no es nada, Elena. Si quieres puedo llevarte a otros planetas, mi nave tarda segundos en llegar y eso sin activar el chip intuí E que nos permitiría cruzar la brecha del espacio a otra dimensión.

- ¿Con eso llegaron a este mundo? -pregunte deslumbrada por la belleza del lugar.

-Si gracias a la energía ilimitada de la tecnología intuí podemos crear brechas espaciales y la nave fue fabricada para resistir esta energía, por ende solo debemos activarla dándole la orden a la computadora central del mundo al que queremos ir -me dijo presionando la esfera junto a él.

Licor del tiempoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora