Epílogo

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3 años después

Eros despertó sintiendo la cálida luz entrar por las persianas, sonrió al sentir sus manos ocupadas y abrió sus ojos encontrándose con la vista mas hermosa del mundo.

Su esposo dormía plácidamente en sus brazos, Eros se acercó mas a él y dejó suaves besos en su cuello para intentar despertarlo, no quería, pero Indivai insistía en que lo despierte antes de irse.

-Mi amor, vamos que es hora de levantarse-le habló al oído mientras sonreía.

-Mnn...no quiero-gruñó el de ojos azules, se acurrucó mas contra su cuerpo y tomó sus manos.

-Debo irme a trabajar amor, duerme un rato mas-Eros besó sus labios, dispuesto a irse pero antes de poder salir de la cama Indivai lo tomó de la mano y lo empujó hacia la cama de nuevo, en menos de un segundo Indivai estaba sobre su regazo con una sonrisa pícara.

Eros acarició su cabello alborotado y se mordió el labio inferior al ver esos preciosos ojazos azules mirarlo mientras un puchero se asomaba en su labio inferior.

-Quédate conmigo-hizo un puchero moviéndose levemente hacia adelante para rozar sus cuerpos desnudos.

-Sabes que no puedo hacer eso-lo regañó con una sonrisa de lado, ese chiquillo.

-Claro que puedes, eres el esposo del Rey.

Eros se sentó en la cama, lo atrajo con una mano en su nuca y le devoró la boca con pasión, Indivai gimió despacito apoyándose en sus pectorales para seguir el beso.

El moreno se separó y lo tomó del cuello con suavidad para poder acariciar sus muslos con la otra mano.

-Te prometo que cuando vuelva hacemos todo lo que quieras-susurró en sus labios.

-Te voy a extrañar-dijo Indivai enredando los brazos en su cuello.

-Y yo a ti mi amor-Eros le dio un último beso y lo dejó suavemente en la cama, le dio una palmada juguetona en sus nalgas y se levantó para vestirse.

Indivai lo miraba con una sonrisa desde la cama sin poder creer lo feliz que era a su lado.

Eros se terminó de vestir bajo la atenta mirada de su esposo y se acercó a él.

-Nos vemos luego-besó sus labios y salió por la puerta.

-Te estaré esperando-dijo con voz traviesa, Eros rió en el pasillo y bajó las escaleras, les dio un saludo a los guardias y caminó hacia el campo donde todos entrenaban.

Su hermano fue el primero en venir a recibirlo junto a Zac, su hermano estaba hecho todo un guardia real.

-¿Como están?-les dio un apretón a ambos y miró al grupo de hombres entrenar-¿Complicados?

-Más o menos, el grupo 1 es el mas complicado-dijo Exequiel con una mueca.

-Déjamelos a mi-le guiñó el ojo y sonrió.

Eros se puso derecho y caminó hacia el grupo de hombres rebeldes, todos se quedaron callados al verlo, no tanto por ser el esposo del Rey , sino porque Eros realmente daba miedo cuando se ponía serio.

Una vez terminado los entrenamientos los hombres quedaron muertos de cansancio y sin rechistar, Eros y Zac sonrieron con satisfacción.

-Eres un buen comandante-rió su hermano dandole un codazo.

-Tengo que garantizar la seguridad de mi Rey.

-¿Como está todo con el nuevo integrante?-preguntó Zac intrigado.

Ingenuo (GAY)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora