all i want | ✯byler✯ [parte 1: COMPLETA]

07. ¡Feliz Navidad!

— ¡Ha venido Santa Claus, Mike! ¡Ha venido Santa Claus! —gritaba Holly desde el otro lado de la puerta.

Los chillidos de su hermana hicieron que el azabache se despertara de inmediato. Se sentía cansado. Eran las ocho de la mañana y apenas había dormido cuatro horas.

Nada más abrir los ojos tenía el rostro de Will muy cerca del suyo. Seguía durmiendo, y estaba tan mono... Tenía la cara de un angelito. Su cuerpo estaba tumbado sobre su lado derecho y tenía las piernas encogidas. Mientras que Mike tenía su brazo derecho rodeando a Will y una pierna encima de él.

Al darse cuenta en la posición en la que había despertado se sonrojó al momento y retiró su postura. Intentó sentarse en la cama sin hacer ruido para ponerse los calcetines.

— Bueno días...

El azabache enseguida se giró. Will acababa de despertarse. Tenía la voz más ronca y grave que de costumbre por la mañana, pero le encantaba y se podía decir, que hasta le excitaba.

Quiso darle los buenos días de vuelta pero su hermana pequeña volvió a llamar a la puerta.

— ¡Mike, Will, bajad al salón! ¡Hay muchos regalos!

— ¡Ya vamos Holly! —gritó el chico.— Lo siento mucho. Mi hermana es una pesada.

Will se sentó enseguida al lado de Mike.

— No importa, ¿bajamos?

El azabache asintió. Ambos se pusieron los calcetines y salieron de la habitación.

Al bajar las escaleras vieron el gran árbol del salón con un montón de regalos a su alrededor.

— ¡Feliz Navidad chicos! —dijo Joyce que apareció detrás de ellos.

— ¡Feliz Navidad mamá! —respondió su hijo dándole un abrazo.

— ¡Feliz Navidad, señora Byers! ¿Sabes dónde están mis padres? —preguntó extrañado de no ver a su padre en el sofá como de costumbre.

— Se han ido a comprar cosas para la cena de esta noche. Vendrán en un rato.

— ¿Y Hopper? —preguntó Will.

— Creo que duchándose. Y hoy Nancy tenía que trabajar, así que Jonathan ha ido a acompañarla. —respondió su madre.— Pero, basta de hablar. Id a ver lo que tenéis en vuestros calcetines.

Los dos amigos corrieron hacia la chimenea del salón. De allí colgaban diez calcetines. Cinco de la familia Wheeler y cinco de la familia Byers.

Cada uno se dirigió a su calcetín y dentro había un montón de dulces. Los dos tomaron un caramelo de su sabor favorito.

En ese momento sonó el timbre de la casa. Joyce abrió la puerta.

— Feliz Navidad, señora Byers. —escucharon una voz familia que venía de la entrada.

Ambos caminaron hasta la puerta principal y reconocieron a su amigo Freddy.

— Hola chicos. ¡Feliz Navidad! —exclamo el chico al ver a la pareja.— He traído unas galletas caseras recién hechas para vosotros y vuestra familia.

— Gracias Freddy, es un bonito detalle. Seguro que están buenísimas —alagó Joyce agarrando la caja de galletas.

— Gracias. —dijo Freddy sonriente.— ¡Oh! Y Will. Toma. Este es mi regalo. —el chico extendió el brazo y sostenía en su mano un cómic de Superman.

Will rió al ver la portada. Su amigo sentía demasiada admiración por Superman.

— Para que leas comics de un superhéroe de verdad. —añadió Freddy.— Y bueno. ¿Qué más os han regalado?