Sello de ángel oscuro

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Los días pasaban lentos desde que me enteré que estaba embarazada. Siempre quise ser madre y había tratado de embarazarme desde hace años pero, no sé porque dios no me había concedido lo que tanto deseaba. Hasta que por fin escuchó mis plegarias. Sin embargo no todo fue alegría y en un momento sabrás porqué.

Recuerdo que tenía tan solo tres meses de embarazo y quería que se pasaran volando. No aguantaba más la espera. Tan bendecida había sido que no solo un bebé estaría a mi lado; fueron dos. Mi esposo casi se desmaya cuando en el ultrasonido nos permitieron escuchar ambos latidos.

No quisimos saber el sexo de los bebés, queríamos que sea una sorpresa. Pero  mi suegra y  mi madre hacían hasta lo imposible para convencernos de preguntar el sexo de ambos. 

Mi madre siempre ha sido una persona muy desesperada, la espera la atormentaba más que a mi. Sin embargo era demasiado linda conmigo, me procuraba bastante. soy su única hija y por ende la única que le dará nietos.

- Hola mi amor ¿Hoy qué se te antojó? - Siempre me preguntaba lo mismo. Según ella sí no comes lo que se te antoja los bebés nacen marcados. 

Yo tengo una manchita café en mi pierna. Mi madre cuenta que estaba en el transporte público cuando vio a un niño que comía una barra de chocolate Carlos V.  Su ansiedad fue tan grande que al bajar del transporte acudió a cuanta tienda se atravesó en su camino para conseguir el chocolate pero, en ninguna lo encontró. Se vendía muy bien y siempre se terminaba. Le marcó a mi papá pero, llegó muy tarde ese día del trabajo y no encontró nada. Pasaron tres días hasta que se lo comió. Pero no fue igual. Quería el chocolate que el niño tenía y aún que lo consiguió días después no fue igual. 

No estoy segura de creer en el mito pero, me encanta que me consientan. realmente sientes que morirás si no comes lo que quieres cuando lo quieres. 

Mi suegra por otra parte le preocupaba más una sola cosa; Sellar a mis bebés contra los encantos de la luna. me obligaba a ponerle un seguro muy grande a mi ropa a la altura de mi ombligo. Decía que en especial en luna llena debía usarlo.

- Hola Dianita ¿Cómo estás? me da gusto ver que me hagas caso y uses el seguro, no te lo quites. Especialmente hoy, noche de luna llena - siempre en luna llena se aseguraba de verme que lo llevara- Me visitaba en horarios diferidos, nunca sabía cuando podía llegar. Ahora que mis nenes están conmigo veo cuanta razón tenían ambas.

Hubo una noche en la que a mi esposo Alonso lo nombrarían gerente general. En su empresa cada que se hacen nombramientos hay una gran cena. Tenía entonces 7 meses de embarazo pero eso no me impedía usar vestidos. es noche usé uno color salmón que a mi esposo le encantaba. Por la seriedad del evento confieso que me dio pena usar el seguro, además de no querer perforar mi vestido favorito.

Mi esposo vestía totalmente de negro. Sus ojos cafés resaltaban mucho esa noche, incluso fue con el barbero a que moldeara una barba de candado y su cabello lucía perfecto.

Conmigo también trabajaron para cubrir las manchas que por el embarazo me salían, mi cabello es rizado y solo peinaron mis rizos. No podía usar tacones así que utilicé unas sandalias muy cómodas que mi suegro me regaló.

La recepción fue en un elegante salón de la zona más cara de la ciudad. Adornado de color dorado y negro, que son los colores de la empresa. Había una zona con jardín dónde después del nombramiento mi esposo y yo salimos a despejarme pues durante todo el tiempo que duró el nombramiento yo me sentía fatal.

- ¿Ya te sientes mejor? - preguntaba mi esposo preocupado. Se que no quería quedar en vergüenza. Había ocasiones en que eran tan brutales las nauseas que terminaba devolviendo todo lo que comía.

- Estoy mejor, pero los bebés me están lastimando, se mueven mucho y siento dolor en las costillas. Sin embargo se que están felices- Le decía a mi amor. - ¿Cómo lo sabes?- preguntaba extrañado.

- Cuando escuchamos tu nombre ambos se movieron mucho, como si dieran vueltas de un lado a otro, muchas personas lo notaron porque mi vestido era un remolino. Pero cuando comenzaste hablar se detuvieron por un momento y al agradecerme y presumir que serías padre el movimiento fue aún mayor. Así que como yo, ellos están orgu... - No me dejó terminar la frase cuando me beso y susurró - Todo lo que hago y soy es por ustedes- En ese momento mi estomago se movió aún más.

La luna resplandecía alto, pudo ser una noche perfecta hasta que me enteré de lo que sucedió por no querer ser informal.

Mi parto fue prematuro, tenía solo ocho meses de gestación y fue ademas por cesárea fue entonces que descubrí aquello de lo que tanto me advirtieron. Uno de mis niños nació con el labio leporino. Tuvo que ser operado para restaurarse. Mi hija por su parte nació bien, solo que su arco de cupido fue muy pronunciado.

Después de días mi suegra fue a visitarme mientras mi esposo trabajaba. Ella adoraba a los niños pero en sus ojos podía ver el reproche por mi pequeño.

- Dime ¿Qué día fue que no usaste el seguro? - preguntó de pronto. No me había hecho ningún comentario antes.

- El día del nombramiento de Alonso, había muchas personas y no quería avergonzar a su hijo - le dije muy seria.

- ¿Cómo se comportaron los niños? - me pregunto con una mirada severa. Sus ojos eran igual de intensos como los de Alonso. De ella los heredó.

- A decir verdad me lastimaban mucho las costillas y se movían mucho ¿Por qué? - temí al terminar la pregunta.

- Esa noche fue de luna llena y la luna soltó a sus ángeles. No todos son buenos. - Desde que dijo eso mi corazón se aceleró. - Mira las personas somos muy vulnerables para con todos los demás seres con quien compartimos el mundo. La luna es muy celosa de todas las madres porque ella no puede ser madre. Pero a ella no le gusta dañar a los bebes, solo quiere una parte de ellos. 

Así que envía a sus ángeles, y cada luna llena aún que ella resplandece la oscuridad es más espesa, es por eso que ella brilla más para disipar la oscuridad. Todos los bebés lloran por tanta oscuridad y sus ángeles lo que hacen es poner su dedo indice sobre su boquita para que dejen de llorar. Sin embargo quienes no usan el seguro no protegen a sus bebés, esos toques son tan pronunciados como la madre lo permita. - No podía creer lo que escuchaba.

En gemelos hay una regla: cuando usan el seguro el ángel solo los puede tocar por un momento y les concede las mismas habilidades. Pero cuando no lo usan uno de ellos nace sin su labio y con habilidades oscuras. - Para cuando me dijo esto el miedo inundó mi ser.

- ¿A qué se refiere con habilidades? - Fue lo primero que pregunté.

- Mira Liz tendrá la habilidad de curar lo que Alonso haga, porque ella fue tocada solo un momento, su hermano fue quién más lloraba por eso el ángel no lo soltaba. De grande cuando se enoje le generará dolores de cabeza o musculares a su agresor. Y su hermana podrá retirarlos. Ese es su don - No sabía si creer lo que me decía, no era lógico.

- Sé que por ahora no me crees, es mejor que me vaya. Después seguiremos hablando del tema.

No sé si por coincidencia, Liz llora más en la oscuridad que Alonso. No sé si me duele la cabeza cada vez que Alonso llora. No sé si mañana lo que me ha dicho será verdad. Ya les hablaré de ellos en unos años. Para confirmar o no lo que mi suegra me ha dicho.

Por ahora mi único consejo es; No permitas que tus hijos tengan un sello de ángel oscuro.

Sustos de MuerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora