Capítulo 6

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PADRE SOLTERO

Por Inuhanya

DISCLAMER: LOS PERSONAJES DE LA ESPECTACULAR RUMIKO TAKAHASHI NO ME PERTENECEN... SOLO LOS TOMÉ PRESTADOS PARA MIS ENTRETENIDOS PROPOSITOS...

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Capítulo 6

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"MIERDA!"

Fue lo primero que gritó Inuyasha una vez se recuperó del shock inicial. Luego parpadeó repetidamente sin retirar sus muy abiertos ojos dorados del parabrisas frente a él. No veía nada sino lo que le quedaba de la estrecha y despejada calle para llegar a la avenida principal.

Lo primero que pasó por su cabeza fue salir rápidamente del auto para ver cuál había sido realmente la magnitud de los daños ocasionados, pero de inmediato y antes de hacerlo, cayó en cuenta de que él no iba solo en su auto. Así que se olvidó momentáneamente de aquella persona y giró de golpe su cabeza para posar su contrariada mirada ambarina en la silla a su lado. Inuyasha no pudo evitar exhalar aire con alivio. La pequeña se encontraba sana y salva en la canasta. Un poco inquieta muy seguramente por el repentino y fuerte movimiento del vehículo pero nada más allá del susto.

A simple vista no se había lastimado físicamente.

Ya completamente seguro de que la bebita se encontraba bien, procedió a sacarse con premura el auricular de su oído con su mano izquierda mientras llevaba la derecha hacia el broche donde se ajustaba el cinturón de seguridad para soltarlo. Una vez libre, Inuyasha abrió rápidamente la puerta, salió de la misma forma y se detuvo en seco al llegar al capó donde pudo lograr una mejor visibilidad de la situación.

Y lo que vio, sin duda lo dejó levemente impactado y relativamente aliviado.

La joven se encontraba sentada sobre la calle pavimentada luego de haber caído de rodillas. Parecía una niña pequeña. Su cabeza estaba gacha mientras sus dos manos la sostenían presionadas a cada lado sobre sus oídos. Su largo cabello negro caía hacia delante cubriendo totalmente su rostro, pero no ele fue difícil suponer que ella mantenía sus ojos fuertemente cerrados.

Después de unos segundos de permanecer ahí de pie, Inuyasha decidió acercarse finalmente a la joven.

Al menos aún seguía con vida.

Kagome sintió algo de movimiento a su alrededor y de inmediato, abrió sus ojos al tiempo que levantaba su cabeza de golpe para ver al frente. Enseguida, sus dos brazos cayeron flácidos a cada costado suyo cuando asimiló lo que tenía delante de ella. Era un auto negro... el mismo auto que había alcanzado a ver viniendo hacia ella a gran velocidad y antes de desplomarse en el suelo a esperar lo inminente.

Los asustados ojos de la joven quedaron al mismo nivel de las astas en la parrilla del vehículo. Claramente pudo ver la marca del auto por el símbolo soldado sobre aquella superficie.

"Es-estoy... viva?" Preguntó Kagome en voz baja pero temblorosa mientras se abrazaba a sí misma con sus flácidos brazos, palpándose, quería comprobar si en efecto, continuaba con vida. Una vez segura de eso, comenzó a mover su cabeza en todas direcciones, como reconociendo sus alrededores al sentirse ligeramente desubicada. Todo había pasado tan rápido que por un momento pensó que tal vez hubiera podido ser una mala jugada de su mente. Pero no... Sus amplios ojos castaños se vieron levemente aturdidos de nuevo cuando posó su mirada nuevamente en el vehículo frente a ella.

Segundos después, fue consciente de que estaba siendo levantada del pavimento por dos fuertes manos bajo sus axilas. La joven parpadeó nuevamente al sentirse nuevamente de pie sobre sus piernas igualmente temblorosas. Una vez que logró un poco de estabilidad, Kagome levantó su rostro para ver finalmente a la persona que la había ayudado a parar mientras hacía todo lo posible por normalizar su agitada respiración.

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