PADRE SOLTERO

Capítulo 14

PADRE SOLTERO

Por Inuhanya

DISCLAMER: LOS PERSONAJES DE LA ESPECTACULAR RUMIKO TAKAHASHI NO ME PERTENECEN... SOLO LOS TOMÉ PRESTADOS PARA MIS MALEVOLOS PLANES... MUAJAJAJAJAJAJAJAJAJA!

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Capítulo 14

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Una semana había pasado en un abrir y cerrar de ojos y al parecer finalmente las cosas habían quedado claras con la joven niñera luego de su breve explicación al tema de la no existente habitación de la pequeña. Sabía que por algún lado iba a traerle contrariedades la genialidad de Miroku. Lo que nunca se imaginó fue que la hubiese llevado al punto de sugerir que la niña en verdad no era suya y que todo esto se trataba de un posible secuestro.

Un secuestro!

Bueno, luego de pensarlo un poco mejor y después de la calentura inicial tuvo que aceptar que sus motivos estaban fundados. Cualquiera hubiese podido suponer lo mismo... qué más podrías pensar si te dejan al cuidado de una bebé diciéndote que es tu hija pero en su casa no hay señales evidentes de que sea cierto? Debió haberlo previsto.

Pero al final y por lo que parecía, su breve y concisa explicación había sido muy convincente porque desde ese día la joven no había vuelto a opinar ni a controvertir absolutamente nada. Por más extraño que le pareciese.

Acomodándose de nuevo en su silla, Inuyasha revisó por millonésima vez el reloj en su muñeca izquierda. Estaba impaciente. Esta reunión se estaba alargando más de lo que había pensado. Ya pasaba de las 7:00 pm y no tenía indicios de que fuese a terminar pronto. Como se lo había dicho a la Señorita Higurashi, debido a su licencia le había asegurado que no tendría que preocuparse por irse tan tarde para su lugar de residencia porque por esos días tenía el permiso de salir más temprano de su trabajo. Y así lo había cumplido hasta el día de hoy.

Pero esta reunión era crucial y por ningún motivo podía ausentarse. Su presencia era muy necesaria.

Como se lo había dicho a su compañero en días pasados, el Coronel Kanno se iba a ver obligado a convocar una reunión extraordinaria con el Alcalde y demás entes de seguridad de New Port City en un intento por diseñar nuevas estrategias para tratar de blindar a Ciudad Lincoln de posibles nuevos atentados. Y así lo había hecho en los días subsiguientes.

Con un nuevo vistazo a la hora en su reloj, el joven Comandante de ojos dorados continuó tomando apuntes mientras hablaba el Coronel de la Policía. Afortunadamente, en esta ocasión ambas instituciones habían llegado a acuerdos importantes en el manejo de la situación. Fueron más los puntos de encuentro que las discordias. A partir de ahí, era cuestión de días para que se establecieran los respectivos protocolos para la implementación de los operativos de vigilancia y control.

Sólo había un inconveniente... sus días de licencia estaban llegando a su fin y aún el Bienestar Familiar no se pronunciaba para finiquitar el tema de la entrega de su hija. El tiempo se le estaba agotando y una vez terminado, tendría que volver a cumplir estrictamente con su horario y sus labores dentro de la DPA y además, muy seguramente en coordinación con las dependencias de Ciudad Lincoln así que los desplazamientos hacia allá serían mucho más frecuentes.

Demonios... maldijo Inuyasha mentalmente. Había esperado haber recuperado su vida para entonces.

Como lo predijo, la reunión se extendió por una hora más, así que luego de unas consideraciones finales por parte de la división de explosivos de la DPA de Ciudad Lincoln referente a la investigación en curso, Inuyasha había salido disparado del salón de conferencias de la Alcaldía hacia el parqueadero donde lo esperaba su auto para dirigirse finalmente a su casa. La noche estaba lluviosa, no tan torrencial como otras pero aún llovía fuertemente. Las calles en los alrededores ya se encontraban ligeramente inundadas y la velocidad promedio del tráfico vehicular se había reducido considerablemente.