Capitulo 6

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EN MULTIMEDIA COMO VA ABIE A LA CENA

Ella, como sabía que la preocupación era sincera y que el disfrutaba mimándola, cedió otra vez a su mundo irreal donde todas las mujeres llevaban ropa de firma que se cambiaban varias veces al día.

-Es Abie, la hija de mi difunto hermano.

Ésa era la forma de presentarla con orgullo y afecto. Ella supo enseguida que la familia era muy importante para los griegos.

Para ella fue fascinante el mundo deslumbrante en el que había puesto los pies; fue excitante sentarse a la mesa en el enorme comedor de su tío rodeada de mujeres resplandecientes en sus vestidos de noche y de hombres elegantísimos de esmoquin. Se dio cuenta con una extraña curiosidad de que, si su padre no hubiera renunciado a su origen, aquél habría podido ser su entorno natural. Excepto, claro, que no habría tenido una educación inglesa sino completamente griega. Fue un pensamiento extraño.

Sin embargo, sabía que por muy fascinante que fuera observar ese ambiente también era ajeno a ella. Se sentía como en el zoológico, entre animales exóticos que llevaban una vida al margen de la realidad. Aunque eso no quería decir que su riqueza los convirtiera en malas personas. Su tío era la amabilidad personificada y todas las personas que conoció fueron encantadoras y fáciles de trato. Excepto una.

La expresión de Vicky se ensombreció por un instante.

No entendió su nombre cuando su tío se lo presentó porque al darse la vuelta para sonreírle amablemente, se quedó petrificada, los hombres griegos no eran altos, pero ése llegaba a los dos metros. Alto, delgado y tan guapo que se quedó sin aliento mientras lo miraba fijamente. El pelo muy moreno, las facciones marcadas, de unos treinta años, la nariz como un sable, la cara esculpida y unos ojos azules como el cielo que ocultaban algo.

Ella hizo un esfuerzo por respirar y ensanchar la sonrisa, pero seguía paralizada. Excepto el pulso, que lo tenía desbocado. Mecánicamente, alargo la mano para responder a la presentación y se la encontró entre unos dedos fuertes y una palma muy grande El contacto fue breve y protocolario, pero a ella le pareció algo distinto. Retiró la mano tan rápidamente como permitía la buena educación.

-¿Qué tal está? -le saludo ella, que no había entendido su nombre.

-Abie Fournatos -replicó el hombre.

Ella se había acostumbrado a que la llamaran con el nombre de nacimiento que le puso su padre. En casa había tomado el apellido de Geoff porque él la adoptó cuando se casó con su madre y era más fácil que todos se llamaran igual. Sin embargo, también comprendía que su tío la considerara como la hija de su hermano y para él era Abie Fournatos, no Abie Peters.

Aun así, la forma en que aquel hombre pronuncio su nombre en griego hizo que sintiera un estremecimiento por todo el cuerpo. Quizá fuera por el tono grave y sexy de su voz.

Porque se dio cuenta, con el pulso acelerado, que ese hombre era increíblemente atractivo. Además, el también lo sabía.

Sintió que el estremecimiento de excitación pasó a ser de oposición. No porque él la mirara de una forma sugerente, sino porque estaba completamente acostumbrado a que las mujeres reaccionaran como lo había hecho ella. Tan acostumbrado que lo dio por supuesto. Automáticamente, se predispuso contra él Pasó por otro el hormigueo que sentía por dentro y miró a su tío, que comento algo en griego con aquel hombre; algo que ella no entendió. Sabía algunas frases en griego y podía leerlo con esfuerzo, pero no entendía la conversación fluida.

-Creo que vives; en Londres, Abie Fournatos -le comento el hombre.

El tono del comentario fue levemente interrogado o, más bien, pensó Vicky, fue un tono casi de censura.

-Sí -contestó ella lacónicamente-. Mi tío tuvo la amabilidad de invitarme en Navidad, pero tengo entendido que en Grecia es mucho más importante la Semana Santa.

-Sin duda -replicó él.

Durante unos minutos mantuvieron una conversación sobre la fiesta con Arístides. Fue una conversación muy inocente, pero se alegró cuando terminó, cuando una mujer muy bien arreglada, increíblemente guapa y algunos años mayor que ella apareció y saludó a aquel hombre con un tono claramente entusiasta. Hablaba perfectamente en griego y no hizo ademán de haber notado la presencia de Abie. Si bien pudo notar el fastidio de Arístides por la interrupción, ella aprovechó la ocasión para susurrar una despedida y se fue a hablar con otros invitados

También sintió alivio cuando comprobó que la habían colocado en el extremo opuesto de la mesa de ese hombre tan impresionantemente guapo y perturbador. Observo que la mujer que lo había saludado estaba sentada junto a él y se alegró. Sin embargo, aunque la intención evidente de esa mujer era acaparar la atención del hombre. Abie estaba segura de que aquellos ojos azules como el cielo acabarían mirándola. No le gustó la idea. Le alteraba la idea de que ese hombre alto, moreno y delgado la mirara. ¿Qué le pasaba? Sabía que era atractiva y había aprendido a lidiar con las intenciones de los hombres. Entonces, ¿por qué ese hombre conseguía que se sintiera cohibida? Como si fuera una colegiala y no una mujer de veinticuatro años

Tenía la desagradable sensación de que la analizaba. Sabía que no la miraba libidinosamente, aunque si lo hubiera hecho no le habría gustado lo más mínimo. Quizá todo fueran imaginaciones suyas. Cuando aquellos ojos azules se encontraron con los de ella, volvió a sentir la desesperante excitación. Una excitación que aumentó durante la cena, como su incomodidad.

Mucho más tarde, cuando los invitados estaban marchándose, aquel hombre anónimo para ella se le acercó. Otra vez sintió el arrebato de excitación y eso la molestó. Tenía algo desconcertante que no le gustaba.

-Buenas noches, Abie Fournatos.

Esa vez, ella capto perfectamente su mirada escrutadora. Se puso muy recta a pesar de que el pulso se le alteró.

-Buenas noche -replicó ella con el tono más protocolario que pudo mientras se volvía para despedir a otros invitados.

Cuando todos se hubieron ido, su tío se aflojó el nudo de la pajarita, se desabrochó el botón de la camisa y se sirvió otro brandy.

Nota:

He pensado que subire, Martes, Jueves, Viernes, Sabados y Domingos ¿ Os parece?

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