uno

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uno de seis

"Donde Benjamin encuentra algo más que a un gatito callejero

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Patea la lata de refresco vacía una vez más y está vuela un par de metros. El niño refunfuña, ajusta las tiras de su mochila y con pasos fuertes camina. Vuelve a toparse con la lata y de nuevo la patea tal y como lo ha estado haciendo desde dos cuadras atrás.

Benjamin está molesto y puede notarse en la forma en como sus labios hacen un mohín disconforme y abulta las mejillas murmurando cosas entre dientes. Mira cada cuanto el cielo y suspira apurando sus pasitos pues nubes grises y fuertes ventisca lo rodean despeinado sus largos cabellos anunciando una fuerte tormenta.

—Michael es un traidor —. Murmura tomando los tirantes de su mochila, elevando el mentón pretendiendo soberbia —. Michael es un traidor que abandonó a su hermano por irse a platicar con una niña. ¡Una niña! —. Gritó y un par de palomas salieron volando, otros niños desde la calle de en frente lo miran extrañados —. Michael Robert, ojalá esa niña sea aburrida y no disfrute de jugar en las maquinitas contigo.

Para Benjamin ese era un mal día. Su hermano mayor lo tomó de los hombros a la salida de la escuela y le ordenó regresarse a casa solo.

—Iré a platicar con una amiga —. Le dijo y Ben frunció las cejas —. Sabes el camino para regresar a casa, ve directo a ella y espérame ahí.

—Pero tú y yo siempre vamos a jugar a las maquinitas saliendo de la escuela.

—Hoy no, enano. Toma este billete, cómprate un helado y ve una caricatura en la casa o qué se yo.

Benjamin aceptó el billete y le miró de costado. — Le diré a mamá que dejaste ir a tu hermano solo a casa.

—¡No hagas eso!

—¿Y si me roban? ¿Sabías que hay camionetas que fingen vender helados y roban niños?

—Pues no compres helado y gasta tu dinero en otra cosa.

—¡Pues no me dejes solo! Siempre nos vamos juntos saliendo de la escuela pero ahora me abandonas por una niña. Eres un traidor.

—Algún día lo entenderás y entonces yo te cubriré cuando quieras salir con una niña, ¿eh? —le golpeó el hombro juguetonamente —. ¿Qué dices? Código de hermanos.

Benjamin mira el suelo. Esas palabras dichas por Mike resuenan en su cabeza y el deja de patear la lata de refresco media cuadra atrás. Una sensación extraña se instaló en su estómago luego de que Michael mencionara aquello porque él no cree que en un futuro quiera salir con una niña.

Sus amigas son divertidas, pero a Ben no le interesan de la manera en que a Michael le interesan las niñas de su salón. Y suspira porque cree que hay algo malo en el hecho de que cree que Adrien es mucho más bonito que Marinette, contrario a lo que todos sus amigos creen.

Frunce sus labios y pone un mechón de su largo y rubio cabello detrás de su oreja. La corriente de aire se siente tan fría que Benjamin se encoge en sí mismo, mira el cielo, ve las nubes grises y cuando siente la primera gota de agua caer en su mejilla, Ben corre por toda la calle sin importarle atar las agujetas de sus converse.

Son sólo cinco cuadras de su escuela a su casa. Ha pasado por la papelería, la tienda de maquinitas y videojuegos, la tienda de abarrotes donde saludó presuroso al señor John y a la señora Verónica, la casa abandonada que le da miedo y ahora solo tiene que cruzar el parque, caminar una cuadra más, meterse por un estrecho andador y al finalizar el mismo —justo a la derecha y junto a un gran árbol frondoso— Benjamin estará en casa.

Ronroneos a media noche || BenHardy x JoeMazzelloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora