One-shots y drabbles Inotan

🍃 ; ❛❛Regalo❜❜

Tanjiro observa desde la ventana el camino que sube por una pequeña colina y conecta directamente con la Finca Mariposa. Suspira por tercera vez en esa mañana y tuerce los labios con algo de tristeza.

—Hermano —las manos tibias de Nezuko se apoyan sobre su muñeca y voltea ligeramente para mirar a la muchacha que tiene el rostro y cuello perlados en sudor debido a tiempo prolongado que ha estado en la cocina repleta de ollas hirviendo. Ella le sonríe con empatia, apoyando su mejilla contra el hombro de él—. ¿Aún lo estás esperando?

Tanjiro emite una risita corta por las vergüenza que aquella pregunta le produce. Se siente un tonto estando de pie frente a la ventana, esperando ver a Inosuke correr raudo hacia la finca a su encuentro, con su cuervo aleteando y graznando como un loco sobre su hombro y arrastrando a un Zenitsu que lloriquea para que fuese más lento. Sin embargo, no puede evitar tener aquella esperanza latente en su interior a pesar de que ya le han dicho que es casi imposible que Hashibira regrese a tiempo para navidad siendo ya unos cazadores experimentados con el pasar de los años, a los que cada vez se le dan misiones más difíciles y riesgosas de acuerdo al nivel que poseen. Fue casi suerte que Tanjiro hubiese terminado a tiempo su misión, estaba preparado para escribirle una carta de disculpas a su hermana por ausentarse por primera vez en estas fechas, pero como si se tratara de un milagro, el demonio dio a torcer su brazo y Kamado logró disipar el terror que aquella bestia sembró por semanas en el poblado.

El cazador de aretes de hanafuda estaba emocionado por esta navidad, sería la primera en que Inosuke aceptaba pasarla con ellos y no en el bosque en soledad. Se había tardado varios años en convencerlo de esto y justamente ahora todos sus planes se arruinaban por un grupo de demonios que estaban causando terror en un pueblo. Preparó un sin fin de actividades con Inosuke que iban desde preparar la cena junto a Nezuko y Aoi, decorar el árbol permitiendo que Hashibira colocara la estrella en la punta, hornear un pastel y comprar regalos juntos, pero ahora ya era casi imposible, pues, Inosuke no daba rastros de vida desde hace unos días y según lo que Zenitsu contaba, a través de las cartas que traía su pequeño compañero Chuntaro, estaban demasiado lejos de la finca. Así que, sólo le quedaba pasar estas festividades junto a su pequeña familia de la finca y rezar para que su novio y amigo regresaran antes de año nuevo.

—Yo también los espero a ambos —Nezuko le acarició la muñeca y dio palmaditas en su espalda, animandolo con una de sus sonrisas—. Necesitamos más leña, ¿te imaginas que lleguen y no haya una gran cena esperándolos para recompensar todo su esfuerzo? —Tanjiro río y besó la mejilla sonrosada de la menor, acatando la orden de ir por más leña—. ¡Y no quiero ver ningun puchero!

Tanjiro sale de la casa principal y respira hondo el aire helado que parece congelarle los pulmones. Sus manos se ciernen en el palo del hacha y poco a poco una pila de leña se va juntando a su lado hasta que le parece suficiente y decide llevársela a su hermana. El calor en la cocina es sofocante y rápidamente huye del lugar, pero viendo que Nezuko y Aoi se están esmerado en tener una cena decente, decide ser de ayuda y comienza a decorar el árbol que se haya medio torcido en una esquina. Los adornos son todos hechos y pintados a mano por Kiyo, Naho y Sumi, por lo que, trata de ser cuidadoso de no romperlos.

Luego de un rato el árbol finalmente se muestra presentable a la ocasión, pero falta lo más importante. La estrella dorada.

—Estrella...estrella...¿Dónde está? —rebusca en el interior de las cajas que tiene a su alrededor, no obstante no halla la figura puntiaguda que debe ir en la punta del árbol. Mira con una mueca el lugar vacío y se cruza de brazos pensando en algo con lo que reemplazar el adorno—. Tal vez un cuervo...

Y ante sus ojos confundidos puede ver un brazo estirandose por sobre su hombro y como la estrella que buscaba finalmente encuentra su lugar en el árbol.

—¿Dónde...?

El cazador de cabello rojizos interrumpe su pregunta al encontrarse de frente con quien había estado esperando ansiosamente hace varios días. Una sonrisa ancha y reluciente se forma en sus labios y no se detiene a pensarlo dos veces antes de abrazarse al joven que lo observa expectante, como si le exigiera que se lanzará a sus brazos de inmediato. Tanjiro se funde en los brazos de Inosuke con cierta desesperación que intenta camuflar entre risas y besos, sin embargo Hashibira no pierde el tiempo en apretar entre sus brazos al otro, importandole poco si con ello le rompe algún hueso o si alguien los mira con extrañeza.

—Pensé que no te vería hasta año nuevo...

—¿Creías que no podía acabar con esos bastardos antes de navidad? ¿Dudas de las habilidades del rey de la montaña, Gonpanchiro? —Inosuke toma con una mano la cara de Tanjiro, apretandola con sus dedos y haciendo que el otro ría. Hashibira no lo dice, pero ha extrañado esa sonrisa mucho más de lo que le gustaría admitir a viva voz.

—Claro que no. Yo sé que eres el más fuerte, Inosuke-kun —Kamado aprieta la nariz del otro con sus dedos y lo hace rezongar. Inosuke refunfuña sobando su nariz y de reojo puede ver a Tanjiro reír, aunque esto dura poco cuando interrumpe aquella risita con un beso que de inmediato hace callar al pelirrojo.

—No pude comprarte un regalo —confiesa Inosuke al separarse del otro, alejando del rostro ajeno las mechas largas de tono rojizo que antes se hallaban prolijamente atadas a la altura de la nuca—. Lo siento —su mirada divaga por el suelo con cierta pena.

—No me importa —murmura Tanjiro—. Ya me diste el mejor regalo estando aquí, junto a mi —Kamado vuelve a juntar sus labios con los ajenos en un beso apacible y entrelaza  ambas manos mientras se abrazan con necesidad y cariño.

—ˏˋ 🌿 °•°• Tenía este borrador que quería publicar exactamente para navidad, pero no pude hacerlo por variadas razones. No quería borrarlo porque ya llevaba la mitad, así que, hoy me dedique a terminarlo y espero que les agrade uwu