El amor no tiene barreras

Reencuentro PT1

Al día siguiente, Anneliese despertó temprano al sonar el despertador, pero permaneció un rato más en la cama. No quería levantarse, aún tenía sueño, y aunque la noche anterior habia podido descansar un poco mejor a diferencia de los meses anteriores, todavia no se sentia del todo recuperada.

Ella cogio el móvil que estaba cargando en la mesita de noche, junto a su cama y tocando la pantalla, miro la hora y vio que eran las nueve y media de la mañana. Anneliese, aún no tenía energías para levantarse, asi que opto por seguir durmiendo. Deslizando el dedo por la pantalla medio dormida, toco el icono del reloj y configuro la alarma, para despertarse dos horas más tarde. Una vez hecho eso, cerro los ojos y volvió a sumirse en el mundo del sueño.

Más tarde cuando el despertador volvio a sonar, ella finalmente se despertó, se levantó y desperezándose, fue a darse un baño y mientras sus músculos iban relajándose con el agua caliente, se fue preparando mentalmente por lo que tenía que hacer ese día.

Volviendo a su habitación, fue a elegir la ropa que debia ponerse y es que antes de entrar al baño, habia dejado varias prendas, encima de su cama, por lo que tenía que pensar bien, que iba ponerse. Sabiendo que aún no habian entrado del todo en primavera, decidió optar por un jersey rosa y unos jeans azul oscuro y de calzado, eligió unas botas de tacón alto con detalles en trenzado negro y para rematar, una chaqueta de cuero roja. Finalmente, tras terminar de vestirse, Anneliese volvio a contemplar su reflejo en el espejo y aun no podia creer que la noche anterior, habia tomado la decisión de avanzar y dejar de lamentarse, lo que la llevo a querer hacer un cambio y opto por cortarse el pelo. Su larga cabellera que antes le llegaba por debajo de la cintura, pero ahora lo tenía por encima de los hombros, dándole un aspecto totalmente diferente.

Anneliese cogió la secadora y la dejó encima de la encimera mientras comenzaba a peinar su pelo mojado. Con paciencia, fue desenredando cada mechón mientras los secaba con la secadora, sintiendo cómo el aire caliente le acariciaba el rostro. Se detuvo en varios momentos para alisar algunas partes con sus dedos, creando un peinado suave y ondulado. Una vez que hubo terminado, apagó la secadora y se miró en el espejo, sonriendo con aprobación.

Finalmente, cuando estuvo del todo lista, decidió desayunar algo para empezar bien el día y tener energía suficiente para todo lo que tendria que hacer

Anneliese se dirige a la cocina. La decoración de la cocina es moderna, con electrodomésticos y muebles de acero inoxidable. La encimera de granito gris está impecablemente limpia y hay un juego de tazas y platillos en una estantería abierta cerca de la cafetera. La luz del sol brilla por la ventana y se refleja en los armarios de cristal.

Mientras iba desayunando, fue repasando mentalmente, todo lo que tenía que hacer ese día y muchas emociones comenzaron a invadirla, haciendo que notara cosquilleo, en el estómago al pensar que, y tanto Christian como ella volverían a verse, pero no sabía que esperar de ese reencuentro.

Media hora más tarde mientras caminaba por los pasillos del hospital, Anneliese notaba como el nerviosismo que sentía a medida que se acercaba a la habitación en la que estaba él, iba en aumento.

La decoración del hospital era sencilla y funcional, con paredes blancas y suelos de linóleo gris y había señales indicadoras en todas partes, indicando el camino hacia las diferentes áreas del hospital.

Anneliese vio a enfermeros y médicos corriendo de aquí para allá, con prisa por atender a sus pacientes.

Finalmente, al llegar a su destino se detuvo por un momento para recuperar su compostura. Tomó unos profundos y lentos respiros, tratando de calmar su corazón que latía a mil por hora, y finalmente abrió la puerta.

Pero cuando entra en su habitación, él estaba dormido y Jennifer estaba sentada cerca de su cama leyendo un libro, que al verla lo cerro y lo dejo encima de la pequeña mesita