Durante lo que parecio una eternidad, ambos se miraron uno al otro sin pronunciar palabra alguna, él hacía poco que habia despertado y estaba sentado en la cama, y en el momento que la puerta se abrió pensó que vería a su hermana, pero no lo era.
Christian observó con detenimiento a Anneliese, notando inmediatamente el cambio en su apariencia. Su cabello ya no caía en cascada por sus hombros, sino que estaba cortado por encima de los hombros y sus ojos azul zafiro, que siempre habían sido su rasgo más llamativo, ahora parecían más profundos y expresivos, como si hubiera vivido una experiencia que había cambiado su forma de ver el mundo. Anneliese vestía con un suave jersey rosa que realzaba su delicadeza femenina, complementado con . Sus jeans azul oscuro y le daban un aire de sofisticación y elegancia. Christian notó cómo ella se veía distinta, a diferencia de aquella fotografía que había visto en casa de su hermana, pero a pesar de la sorpresa de verse nuevamente, la tristeza aún era palpable en su rostro. Verla, le hizo darse cuenta de que ha estado esperando este momento durante años y ahora, finalmente estaban cara a cara de nuevo.
Anneliese, iba a decir algo más, pero al entrar en la habitación, se detuvo y su corazón dio un vuelco, su respiración se volvió un poco más acelerada debido al nerviosismo que le causó encontrarse con la mirada de Christian. Ambos se miraron uno al otro sin pronunciar palabra alguna. Christian estaba sentado en la cama, con una camiseta blanca de hospital y pantalón de tela. Sus cabellos estaban un poco desordenados, pero a pesar de las pequeñas heridas que aún se podían ver en su rostro, seguia viéndose atractivo. La habitación estaba decorada con tonos cálidos y suaves, la ventana estaba un poco abierta, permitiendo que entrara un poco de aire fresco. Al lado de la cama, una mesita de noche con un vaso de agua y un libro estaba colocada junto a ella. El ambiente era tranquilo y relajante, pero el nerviosismo de Anneliese podía sentirse en el aire, tanto que no sabía cómo reaccionar o que decir.
El silencio se volvio tan denso que podría palparse, hasta que él decidió hablar primero, rompiendo el incomodo silencio.
- Anneliese, no puedo creer que estés aquí, realmente. – dijo Christian, con un hilo de voz y con ayuda de sus brazos fue incorporándose con esfuerzo.
Ella por su parte, seguía sin saber que decir y aunque se habia hecho a la idea de que debería verle con tal de aclarar todo lo que paso entre ellos, hacia casi cinco años atrás. Y aunque cuando ella llegó él no estaba despierto, de alguna forma eso la alivió ya que no se sentia del todo preparada para verle.
Pero ahora, estando cara a cara, debido al nerviosismo que sentia, termino por acobardarse.
-Lo siento – Anneliese, bajo la mirada evitando mirarle a los ojos y tragó saliva, tratando de encontrar las palabras adecuadas. – No debería haber venido. – Añadió ella, dando media vuelta para salir de la habitación, pero su voz la hizo detenerse.
Él quería ir tras ella y detenerla, pero en el momento en el que intento levantarse y sus piernas no se movieron, fue que recordó la razón del porqué estaba en ese hospital. Apretando los puños con fuerza, debido a la frustración que sentía y el dolor se reflejo en sus ojos, cuando volvio a hablar.
- No, por favor Anneliese, no te vayas. – Le pidió Christian con un tono suplicante.
Ella se volvio a mirarlo, pero sin atreverse a dar otro paso, hasta que de pronto noto como alguien la empujó por detrás.
Jennifer, que llevaba un buen rato viéndolos, termino por hartarse ante la indecisión de su amiga, asi que decidió tomar cartas en el asunto.
Con suavidad coloco su mano en la espalda de su amiga dándole un pequeño empujón y ante la sorpresa de Anneliese, Jennifer la tomo del brazo haciéndola adentrarse en la habitación y haciendo caso omiso a sus protestas, la hizo sentarse, en la silla que habia cerca de la cama de su hermano.
Espera Jennifer – Se quejo Anneliese a medida que notaba como su corazón latía tan fuerte que estaba segura de que él podria oírlo. – Por favor suéltame. – Anneliese, quería decir algo más, pero al encontrarse tan cerca de él, las palabras murieron en sus labios y bajo la mirada avergonzada.
Christian estaba sorprendido por el actuar de su hermana, además gracias a su intervención, finalmente podria hablar con Anneliese, por primera vez en mucho tiempo.
- Escucha Liz – Jennifer dirigiéndose a su amiga que la miraba suplicante para dejarla ir. – No te pasaste todas esas noches, acompañando a mi hermano cuando no habia despertado, tras el accidente, solo para que ahora termines por echándote atrás.
Al escuchar esas palabras, el rostro de Anneliese, si antes era colorado, ahora estaba más rojo.
Tenéis que hablar, asi qué de momento, me ire yendo, nos vemos en casa más tarde Liz.
Tras, decir eso Jennifer agarro su bolso y salio de la habitación, dejándolos solos, ignorando la mirada de su amiga.
Una vez, la puerta se cerró, nuevamente, el silencio volvio a adueñarse del ambiente, solo que esta vez él tomo la iniciativa de hablar y al hacerlo ella finalmente alzo su cabeza provocando que sus miradas terminaran encontrándose.
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Por fin he podido actualizar!! Perdon por llevar tanto sin escribir nada, he estado tan ocupada y liada estos dias, que termine por enfermar y lo que es peor tenia demasiado estrés encima... Voy a tratar de darme prisa en publicar los capitulos siguientes estos dias.. Gracias por leer!!
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El amor no tiene barreras
RomansaA pesar de sus intentos de soltarse, él fue apretándole el brazo con más fuerza, haciéndola sentar en su regazo. Ella evito mirarlo a los ojos, sin embargo, él con delicadeza fue alzando la barbilla de la joven provocando que sus miradas se encontr...