La decisión de avanzar

125 5 0
                                    

Según fue pasando el tiempo, ella intentó encontrar otra razón por la cual seguir adelante, pero se sentia demasiado perdida y no sabía qué hacer. Y asi los dias pasaron, hasta que finalmente dos meses despues, comenzó a hacerse a la idea de que al menos de esa forma ya no sufrirá y por fin se habra reunido con su abuelo. Recordaba que, de pequeña, en varias ocasiones, fue testigo de cómo seguían tonteando entre ellos como cuando eran jóvenes y aunque sonara extraño, eso de alguna forma, fue como un bálsamo para su corazón herido.

Sin embargo, en el fondo sentia la necesidad de rehacer su vida y encontrarse a sí misma.

Al principio le costó aceptarlo, pero sabía que, si quería seguir adelante, debia dejar de lado su orgullo y arreglar las cosas con Eric y a pesar de sus diferencias, finalmente ambos terminaron por disculparse y decir cosas que lamentarían despues.

Aunque todo quedo bien entre ellos, en el fondo, Anneliese tiene una sensación de vacio y aunque los primeros dias no recuerda la razon de ello, un mensaje de Jennifer, hace que finalmente comprenda por qué se sentia asi.

Habia prometido que cuando se sintiera mejor y lograra recuperarse, tanto Christian como ella, volverían a verse.

Sabiendo que no podia seguir lamentándose, decidió ir al día siguiente a verle y tambien intentaría averiguar algunas cosas, acerca de la enfermedad de su abuela. Necesitaba pedir una segunda opinion, para poder asi salir de dudas.

Decidiendo lo que haria al día siguiente, se preparó las cosas y antes de irse a dormir, pensó en darse un baño caliente.

Sabiendo que Jennifer pasaría la noche con Sebastián, de algun modo la tranquilizo, Ella por fin habia vuelto al departamento que compartían las dos y no estaba preparada para hablar sobre los últimos dos meses. Al entrar en el baño y viendo su propio reflejo en el espejo se sorprendió.

- Te vez horrible – Añadió para sí misma, viendo su rostro lleno de cansancio, sus ojeras y al principio se asusto por la palidez de su cara, tambien habia perdido peso, debido a que no se habia estado alimentado adecuadamente. – Esto no puede seguir asi, necesitas un cambio. – Concluyo tras un profundo análisis de su apariencia, además su pelo tambien habia perdido ese brillo y parecia más apagado en vez de aquel color miel radiante, que solia tener.

- Bueno allá vamos. – Abriendo el cajón del mueble, cogio las tijeras y mirándose al espejo, sus ojos azul zafiro le devolvieron la mirada. Y recogiendo su pelo, fue viendo que cambio realizarse y antes de arrepentirse en el último momento, tomo por fin una decisión.

Alla vamos. – Dijo mientras iba peinando su larga melena y tomando las tijeras, empezo a cortar y dejando el lavamanos lleno de largos mechones rubios que caían a medida que iba cortando.

Cuando hubo terminado, se miró detenidamente en el espejo y asintió satisfecha con lo que veía. Su larga cabellera, que antes le estaba llegando hasta la cintura, ahora lo tenía corto que llegaba por encima de los hombros. Dándole un aspecto totalmente diferente.

Tras limpiar todo el desastre, abrió el grifo y a medida que el agua caliente iba cayendo, ella empezo a quitarse toda la ropa, quedando totalmente desnuda, para luego meterse dentro de la bañera. Cerrando el grifo y mientras se relajaba, dejo que su mente divagara, pensando en todo y en nada. Notando como se le cerraban los parpados por el sueño, ella se levantó y abriendo el grifo de la ducha, se colocó debajo y los chorros de agua caliente fueron empapando todo su cuerpo relajándola por completo. Una vez fuera, y a medida que se iba secando, fue poniéndose el pijama para dormir y volviendo a mirarse al espejo y viéndose tan diferente, una sonrisa se dibujó en sus labios.

Finalmente, cuando se metió en la cama, termino por quedarse dormida debido a todo el cansancio que venía arrastrando durante los últimos meses. 

El amor no tiene barrerasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora