Abriendo el abismo.

Capítulo 2- Desarmados.

Narrador omnisciente

Como lo prometieron los miembros del grupo "Pangea"  con el voto de Finnigan, nombraron a Hafner Decanini como el sucesor de Aaron Morgan, el Nuevo líder del grupo. Hafner junto con la ayuda de Greta Weisz habían logrado cubrir el aroma lobuno de las manadas, con una poción que la misma señora Weisz había creado. Dándole así la oportunidad a que otras manadas se refugiaran.

Marshall y Norte habían creado un plan en caso de que Raguel se le ocurriera una invasión justo como lo hizo su hermano en la ciudad celestial. Planeaban liberar el ejército que cada uno controlaba Marshall y los demonios que le habían jurado lealtad a sus madre Mein. Norte en caso de ser necesario bajar al ejército celestial y liberar los duplicados de las criaturas de Athikus.

Pero esa batalla nunca llegó, todo era una calma, pero una calma inquietante. Pasaron 11 años de aquella ultima vez que la Pangea se reunió.

-Como me lo temía Leo - decía Crystal acercándose a su marido - las desapariciones están volviendo a pasar - enseñándole el periódico donde había un encabezado de un incendio al Norte de Rusia.

-Ahí había 5 manadas de lobos - recordando cuando les llevó con Greta la poción. -Esta volviendo a suceder esto. La pelirroja suspiro y alzo la voz.

-Hailey -le grito a su hija de 21 años -empaca tus cosas cariño, vamos a visitar a tus padrinos Hafner y Roxan.

-Si ma, me llevaré ropa para 1 mes conociendo esas visitas - le regreso el grito emocionada Hailey Márquez, Leo se carcajeó de la actitud de su hija.

-Idéntica a su madre - riendose por debajo, Crystal le tomo las mejillas y le dio un beso.

-Síguele y no hay escapaditas al bosque Marquéz - lo amenazo y Leo cerró el periódico.

-No dije nada - tomándola de la cintura y cargándola por el hombro.

-¿A dónde me llevas? - preguntaba Crystal riéndose.

-Al bosque - con una sonrisa pícara -¿Qué? Vamos a estar mucho tiempo allá y no podremos disfrutar como nosotros sabemos.

Un sábado tranquilo en la casa de los Weisz. Estaban en una tranquila comida, solo los dos.

-¿Qué pasa Anett? - preguntaba Greta viendola sería, algo no habitual en ella.

-No  he podido contactarme con Jaredith estas semanas - Greta  dejo su comida aún lado y siguió prestándole atención -Marshall me marcó esta mañana para decirme que el portal del inframundo, está sellado con un encantamiento, muy poderoso. Creemos que lo mismo esta pasando con Norte.

-¿Crees que están encerrados en la ciudad celestial? -preocupada porque su Dereck no había vuelto de su misión de hace una semana, dijo que no iba a tardar.

-No suena absurdo, recordemos que la ciudad celestial tiene 5 puertas para bajar a la tierra - ambas de pusieron serias.

En la ciudad de Frey eso suena el timbre de su casa - ¿Finn? - pregunto Hafner al verlo, todo lleno de polvo y un olor a quemado que cargaba -¿Qué te ocurrió? - dejando que entrara.

-¿AB negativo? - le ofreció Roxan una copa de sangre, el vampiro asintió.

Después de que bebió la sangre, suspiro. Había perdido mucha energía y sentía demasiada sed.

-Esta de vuelta, mandó a varios de sus aliados para matarme y quemó mi residencia creyendo que con eso acabaría conmigo -Finn saco de su bolsillo, una pluma roja.

-Él nunca se fue - comentó Hafner tomando la pluma. Roxan tomó las llaves del auto a velocidad vampirica.

-Voy por mis hijos - dijo Roxan abriendo la puerta.