Capítulo Final.

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Las campanas sonaban, el año había pasado rápidamente, en el antiguo pueblo de Witland, se celebraría una ceremonia. Witland era un pequeño pueblo cerca de la costa, era el pueblo donde Eitabel creció aquella que en el siglo XV, donde fue una aristócrata. El pueblo tiene huella de haber sido tocado por el tiempo. Pero el muelle seguía intacto.

-La futura reina de las aguas de Athikus, ya luce como una- decía Solanche terminando de arreglarla, se encontraban en una posada del pueblo.
acomodándole el velo largo, el cual albergaba una corona hecha con caracoles y conchas Del Mar.

Traía un vestido blanco largo, con algunos detalles turquesa en la falda, que hacía que resaltara su piel pálida, su cabello blanco iba suelto con unas pequeñas ondas, como tiara traía una corona que le había hecho Lily con caracoles y conchas de mar "¿Qué sería de una reina sin su corona?" Con esa frase le mando su regalo y un velo. Traía un collar muy especial en su cuello, era un cuarzo azul, Eitabel había sido muy cuidadosa con los detalles del vestido, encargo que los detalles azules fueran del color del cuarzo.

>> Isa se encontraba en el muelle, ya de 20 años esperando a Adrew como siempre.

-¿Te hice esperar mucho?-preguntaba él con una sonrisa, saliendo del agua, acomodándose a su lado.

-No importa la verdad - La chica se quitó sus guantes y le acarició la mejilla - te extrañe Adrew.

-Te traigo un regalito, para que te acuerdes siempre de mi - le colocó un colllar - Es un cuarzo que solo se da en las profundidades, de donde yo vengo. Y quiero que lo tengas tú - besándola.

-Es hermoso Adrew - abrazando a su hombre. <<<

-Estoy nerviosa- murmuraba Eitabel con una gran sonrisa -muchas gracias por arreglarme y ayudarme con esto de la boda Sol.

-No es nada, sabes que somos familia Eitabel -Solanche Meinson llevaba un bonito vestido rojo corte sirena, que lucia su vientre abultado - Marshall está muy nervioso, pero feliz.

Ambas chicas se fueron en carruaje justo como en el siglo XV, llegaron al muelle el cual estaba adornado con dos carpas una donde se oficiaria la ceremonia y otro donde darían el banquete de celebración.

Ahí estaba Marshall con un esmoquin negro y moño a juego con el vestido de su pelirroja -¡Woo! luces hermosa Eitabel- abrazando a su tía.

-Tambien luces muy guapo Marshall- sonrió, porque al final de cuentas si tenía una familia la cual iba a entregarla a Adrew.

Eitabel nerviosa sostuvo a Marshall del brazo y la guió al inicio de la carpa -los vemos adentro - decía Solanche caminando a la carpa.

Comenzó a sonar la marcha nupcial y Marshall como todo un caballero, llevó a Eitabel a través de los pasillo, el cual estaba adornado por astromelias y sakuras. Todo parecía un sueño para Eitabel, veía a sus cazadores y sus respectivas parejas en las bancas, los miembros de la Pangea en las primeras bancas.

Y observó a quien sería su esposo, Adrew lucia también con un esmoquin, pero traía sus costumbres bien arraigas y traía una banda por fuera del saco que pertenecía a su padre, símbolo de la realeza, la cual hacía que resaltara sus ojos. Las medallas de oro que se le otorgó cuando luchó por sus tierras a lo largo de los siglos.

Las miradas de ambos se conectaron, no se dieron cuenta que la distancia poco a poco se iba acortando, hasta que Marshall la entregó.

-Cuídala tío, no querrás que mis demonios y yo te hagamos una visita en caso de que la hagas sufrir- con una sonrisa divertida el demonio, sin dejar su sentido del humor.

Adrew sonrió sin dejar de ver a su mujer, a su ángel -Con mi vida la cuidare sobrino, no hace falta que me amenaces, si la hago sufrir yo mismo me entrego a tus demonios.

Abriendo el abismo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora