Capítulo 9 - Alianzas.

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Narrador omnisciente

-Tranquila Solanche - decía Roxan mientras que Crystal traía copas de sangre para todas y un licor para Greta, ya que se habían ido la mayoría a misiones. Pero las lunas de las manadas no pueden abandonar a la manada, es un compromiso que aceptaron al ser las lunas.

-Ya ha pasado demasiado tiempo - decía la pelirroja tomando su copa de sangre - tengo miedo que Raguel le haya echo algo a Marshall.

-No te preocupes Sol - decía Greta tratando de consolarla - por algo es su hijo,quieras que no tiene algunas habilidades de Raguel.

-Opinó lo mismo, por algo no hemos tenido noticias de él, significa que está infiltrado y está ayudando, por algo hemos estado teniendo estas misiones. Él sabe como comunicarse.

Como todo en la naturaleza, hay una cadena alimenticia, el eslabón más fuerte de come al más débil. ¿Qué pasa cuando una nueva especie invade un ecosistema? Caos.

-Necesitamos pedir refuerzos - fue todo lo que alcanzó a decir uno de los cazadores, antes de ser arrastrado por el piso por una criatura, dejando un rastro de sangre en la tierra.

Eitabel conducía a toda velocidad hasta la última coordenada que mandaron, el escuadrón de cazadores. Llegando a una selva.

-Necesito que sigas mis órdenes - decía Eitabel sacando de la cajuela su mochila de armas, ya ambas traían vestimentas adecuadas que protegían su cuerpo, haciendo la función de un escudo, el escudo de los cazadores se encontraba en la manga derecha-, si te digo que corras, correrás. Si te digo vete, te irás.

-Sabes que no está en mi ética dejar a ningún compañero - tomando una de las armas cortas que traía Eitabel.

-Eres terca Lilian - decía Eitabel mientras se adentraban a la selva, escuchaban el sonido de un río.

Tan pronto comenzaron a acercarse observaron en el piso, una masacre, sangre esculpía el paisaje de la selva. Un grito perturbador hizo que ambas se pusieran alerta.

Cuando cruzaron unos árboles destrozados, supieron que estaban entrando a un domo, una fortaleza.

-¿Qué te paso? -preguntó Lilian al ver a Eitabel en su estado natural, la Decanini estaba batallando para ver bien, todo le empezaba a dar vueltas.

-Esto es lo que soy realmente- fue todo lo que dijo, poniendo atenta con lo que escuchaba unas voces susurraban en forma de melodía - brujas.

-¿Eres un ángel?-preguntaba Lily al mismo tiempo que luchaba internamente por mantenerse de pie.

-Algo así, no llegue a serlo - fue todo lo que dijo antes ver el festín de las criaturas de Athikus, parecían criaturas primitivas que solamente satisfacían sus necesidades básicas, eran las manadas que siguieron a Raguel.

-Entiendo - fue todo lo que dijo Lilian, antes de que ambas pasaran por unas manadas de hombres lobo originales.

Eitabel estaba buscando agua, necesitaba saber si cabía la posibilidad de que él estuviera ahí.

-Tendremos que separarnos Lily - decía Eitabel al ver que los hombres lobo originales comenzaban a seguirlas, tambien observó a los hombres de sus filas estar inconscientes en el suelo, amarrados a un árbol - tenemos que hacer que esas brujas se callen, para poder que las demás criaturas empiecen a hacerse vulnerables.

-De acuerdo - fue todo lo que dijo Lily comenzando a correr hacia donde veía que no había tantas criaturas. Se sentía totalmente desfallecida, con la adrenalina bombeando al mil por hora.

-Chupasangre- podía escuchar lo que decían los lobos originales. Como ahorita su lado lobuno estaba dormido y predominaba su lado vampiro, era la enemiga número 1 para ellos. El estar bajo el control de las brujas, le hacía sacar lo más primitivo de su lado vampiro.

Hasta que cierto aroma conocido la hizo correr a donde provenía esa esencia, como si fuera una estampida, el vampiro lanzó lejos a los hombres lobos originales.

Quedando cara a cara con ella, ambos con su lado primitivo dominándoles, ambas miradas moradas teniendo una lucha interna. Ahí estaba la dueña de sus pensamientos, tenía tanto que la quería ver, hacia tanto que no la veía, que creía que podía ser una alucinación.

-Lily ¿eres tú? ¿No es mi mente jugándome una mala pasada? - fue todo lo que dijo al reconocer a su tua cantante. Tomándola de la cintura sintiendo su piel. Marshall no era el único infiltrado entre las tropas de Raguel, Finnigan Melbrock también lo estaba, el también había dejado salir su lado vampiro.

-Finnigan, si soy yo - decía la chica sintiendo sus caricias que la provocaban que le hacían vibrar la piel. Aquel vampiro la llamaba de una forma que no podía dejar de pensarlo, poco a poco Finnigan a lo largo de ese año se había adueñado de sus pensamientos, sus sonrisas, todo desde que su lado vampiro apareció, su aroma fue lo primero en llamarle la atención de él. Lily dejando a un lado su fuerza de voluntad, tomando todo el coraje que poseía, lo besó.

-¡Oh Dios! Eres real - decía entre besos sintiendo como las puertas del cielo se le abrían, se sentía bendecido.

Tenía que cuidarla, había demasiados vampiros originales que seguramente querrían su sangre.

Sus lados vampiros se necesitaban, se deseaban, Finnigan bajo de sus labios a su cuello sintiendo el calor de su piel que le proporcionaban la sangre de la Decanini.

Su sangre, lo estaba matando, pero la quería más a ella. Ambos perdieron la cordura al intensificar sus caricias. Finnigan la cargo sin dejar de besarla.

[...]

Eitabel se apresuró rápidamente a liberar a sus hombres.

-Andando se van derecho, los estaré escoltando - decía Eitabel aprovechando que había poca visibilidad sus soldados no veían la diferencia que presentaba su líder.

-Necesitarán ayuda - una voz a sus espaldas, sobresalto a los soldados apuntando con sus armas.

El alpha Decanini llegando con su hermano, Evan Decanini y Dereck Weisz.

-Bajen las armas - dijo Eitabel después de unos segundos de analizar la situación, no confiaba en la Pangea. Pero ahorita no tenía alternativas.

-Esto ya es una alianza Eitabel - decía diplomáticamente Dereck -Tenemos como fin común, regresar a estas criaturas a sus lugares de origen.

-Hablas mucho Weisz, para lo que es obvio - comentó sonoramente Eitabel sería. Evan sonrió de lado.

-Yo me encargo de llevar a los humanos - con una sonrisa - Es bueno estar de vuelta, síganme cazadores.

El beta de la manada Green Moon se llevó a los cazadores.

-¿Tenemos que callar a las brujas? - preguntó Dereck, ya que el estuvo en misiones de la ciudad celestial, podía identificar el lenguaje y entender algunas palabras.

-En efecto -fue todo lo que dijo Hafner.

-Pero esperemos al amanecer ahí es cuando están más débiles - fue todo lo que argumento Eitabel- otra cosa más Hafner - se acercó - tú hija está aquí, no la pude detener.

Hafner se detuvo en seco -tenemos que encontrarla.

-Tenemos que salir nosotros de esto primero - comentó Dereck observando al montón de criaturas de Athikus - todas son criaturas del lado salvaje de Athikus.

Eitabel por primera vez asintió dejando ver su forma angelical.

Abriendo el abismo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora