Capítulo Siete.

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La última vez que Chanyeol había visto a Byun Baekhyun tan de cerca, había estado desnudo y pegado a él entre sus sábanas

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La última vez que Chanyeol había visto a Byun Baekhyun tan de cerca, había estado desnudo y pegado a él entre sus sábanas. No recordaba, siquiera, la mitad de las cosas que había hecho con él aquella noche, pero ciertamente recordaba su olor dulzón como si nunca hubiera dejado de frecuentarlo. Seguía siendo pequeño, con facciones suaves y ojos tristes, pero podía notar alguno que otro cambio relacionado a su figura. ¿Había perdido algo de peso, quizás? Muy a su pesar, el chico llevaba ropa demasiado grande como para apreciar mejor sus contornos, así que Chanyeol simplemente dejó de ver su cuerpo y se centró en su cara.

Era tan lindo como lo recordaba, y eso le trajo algo de nostalgia por aquellos buenos tiempos que había arruinado. No le dolió entonces, pero pronto lo haría.

Ya habría tiempo para que aquello doliera como debía doler.

-¿Qué haces aquí?-la pregunta raspó el aire hasta él mientras aquellos ojos lo barrían-creí que no querías volver a verme.

Baekhyun tragó duro. Apenas lograba distinguir a quien alguna vez fue su mejor amigo bajo esa cáscara reseca e impenetrable que Chanyeol lucía con orgullo. Recordaba un aroma que no coincidía con el que ahora llegaba a su nariz, algo más dulce e inocente que ese perfume que llevaba, y ojos cálidos que ahora no existían. El desinterés en su rostro casi, casi lo hirió, pero él no estaba ahí para recordar viejos tiempos.

Byun Baekhyun venía a hablar.

-¿Puedo pasar?-preguntó.

Chanyeol lo observó unos minutos. Lo recorrió con un gesto plano, como si lo analizara. Al final, se hizo a un lado y extendió el brazo en una señal de permiso que Baekhyun consideró algo burlona.

Detrás de él, el hombre cerró la puerta. Caminó entonces hasta la sala, con toda la naturalidad del mundo, y se sirvió un vaso de whisky.

-¿Quieres?-ofreció, rodando levemente los ojos cuando Baekhyun negó-lo supuse.

Dio un trago largo antes de volver a hablar, apoyado en la mesa con una mano y sosteniendo el vaso, ahora casi vacío, en la otra.

-Entonces, ¿Puedo saber por qué apareces en mi puerta, un domingo, a esta hora?

Chanyeol no arrastraba las palabras, pero aún así sonaba como si pusiera especial cuidado en pronunciarlas de la forma correcta. Borracho y desorientado, pensó Baekhyun, sería más fácil hablar con él.

-No es domingo. Es viernes, y Jongdae comentó que no has asistido a clases en...-suspiró, molesto, al verlo esbozar una sonrisa-pensé que algo te había pasado.

Lo vio esbozar una sonrisa desdeñosa, y su corazón dió un salto cuando comenzó a acercarse. El hombre negó con la cabeza despacio.

-No juegues conmigo-medio rió, dando otro trago a la bebida en su mano-podría llevar muerto meses y tú no te pasarías a corroborarlo.

Blame The Rain.  ~Yungi~ [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora