CAPÍTULO 38

1.2K 122 1
                                    

-¿Pero qué estas haciendo aquí? -no puedo evitar preguntar.

Siento los ojos de Judas clavados fijamente en mi. No le miro.

Daemon a mi lado, con los brazos cruzados también mira a Victor.

-Lo mismo que tú, Delia.

Con una mirada le pido que se explique algo mejor. No es que este siendo muy especificativo.

Estamos llamando la atención de la gente en la sala.

-¿Podemos hablar en privado, por favor, Delia? Solos los 3.

Entendí que se refería a Daemon.

-Esta bien.

Noto como la mano de Judas se posa en mi hombro.

Tomo una respiración profunda antes de volverme y mirarle el rostro.

-¿Estás bien? -pregunta- se te ha cambiado la cara al ver este hombre.

Le sonrío tranquilizandolo. Aunque no creo que funcione.

-Ya te lo explicaré, Judas. Lo prometo. Pero tengo que hablar primero con él.

No se en que momento estamos ahora mismo. Se que todo el mundo sospecha que somos novios, pero, ni si quiera yo se si lo somos.

Siendo prudente delante del público que tenemos, acerco mis labios a su rostro y depósito un suave beso en su mejilla.

Me despego de él y le dedicó una última sonrisa.

Victor comienza a andar en dirección de la puerta de la habitación, bajo las atentas miradas de casi todas, o incluso todas, las personas que se encuentran aquí.

Daemon me hace una señal con la cabeza para que lo sigamos, asiento suavemente para que vea que lo he entendido.

Antes de seguir a Victor le digo una última cosa a Judas.

-Enseguida vuelvo ¿Bien? Ahora empieza la reunión, y ve planeando planes. Se que se te da bien, Judas.

Sonrío y me dirijo a la salida, acompañada de Daemon, mientras seguimos a Victor.

Salimos de la sala y nos dirigimos a otra, muy parecida a la anterior pero más chica.

Los tres nos sentamos en sillas para muego mirarnos unos a otros. Si, se vuelve un silencio incómodo.

-¿Y qué haces aquí Victor? -rompo el silencio finamente.

-Cuando Niall atacó me dejaron libre. Entre tanto problema yo era mínimo.

Daemon y yo asentimos.

-Luego me uní a ellos para la pelea. Casi logran capturarme pero una chica me ayudo. Cuando la pelea ya estaba perdida y los guardias de Niall se fueron, secuestrando a barbaridad de gente, me uní a los rebeldes definitivamente. -me mira directamente a los ojos- Quiero ayudar, Delia, mi madre ya hizo mucho daño, no quiero que llegue otro y haga más daño aún.

Daemon y yo nos miramos.

-Esta bien. -suelta Daemon.

-Vamos con los demás, no quiero perderme toda la reunión. -digo.

Los tres entramos en la sala y todos se callan un segundo.

-¿Algo interesante que debamos saber? -pregunto a nadie en particular.

Jughed se encoge de hombre, situado al lado de Rusxe.

Nadie dice algo importante.

-No tenemos nada aún. -contesta Judas.

Veo como suelta un suspiro de frustración al tiempo que se pasa las manos por el pelo y luego las posa firmes en la mesa.

-No sabemos que hacer, no tenemos ni el número de personas en total que hay esclavizadas. -comenta una mujer rubia, no me acuerdo su nombre pero se que la he visto antes.

-Esto es demasiado frustrante. -oigo decir a Jughed.

Los miro a todos.

-¡Por dios, no actúen así! -grito llamando la atención de todos.

-Delia... -susurra Judas intentado comprender que voy a hacer a continuación.

-No podemos actuar así, no podemos rendirnos antes de empezar. Puede que no sepamos nada de su paradero ni del número que son... ¿Pero vamos a rendirnos? Absolutamente no. Esto nos va a llevar tiempo. Además tenemos que saber trazar bien nuestros pasos y tácticas, va a ser difícil, pero no imposible.

La puerta de la sala se abre bruscamente y todos miramos hacia esa dirección.

Un hombre, más o menos de mi edad, entra en la habitación.

Tiene la respiración acelerada e irregular. El pelo se le pega a la frente por el sudor. Tiene loa ojos claros, un azul verdoso puedo distinguir desde donde estoy.

-Yo... -dice.

Todos estamos atentos a él. Esperando a que hable. Parece ser conocido aquí, me suena su cara pero no sabría decir su nombre.

-¿Has descubierto algo? -pregunta Judas cuando ve que el hombre no dice nada.

El hombre tomo una gran respiración anres de hablar.

-Si. Y... No es bueno.

Judas lo invita a que hable.

-Se en que en dos semanas trasladaran a la mitad del sitio donde los tienen y los llevarán a no se bien donde. He escuchado que como a una especie de cueva donde hay algún tipo de metal exótico y extraño.

-¿¡Dos semanas!? -no puedo evitar gritar/susurrar.

El chico me mira y me hace una mueca lamentándolo igual que yo.

Tenemos que actuar rápido, trazar un plan, organizar las tácticas... En tan solo dos semanas, pero eso no es lo peor. Lo peor es que ni siquiera sabemos en sitio exacto donde estamos.

Es cada vez tiene peor pinta.

Acabo de decir que no podemos rendirnos, que hay que intentarlo, pero cada vez se complica más la situación. Y cada vez tengo más ganas de empezar q llorar y esconderme debajo de una colcha a esperar que todo esto acabe.

Pero no voy a hacer eso. Voy a hacer todo lo que este en mi mano, y lo que no, para salvar a esas personas.

Niall no tiene derecho a hacerles esto. Se suponía que esto había acabado cuando vencimos a los rogues. Y resulta que ha pasado lo contrario, cada vez la situación es peor.

-¿Dónde has escuchado la información?

-Me separé del grupo en el que iba para entrar en un pequeño bar. Allí desayunan algunos guardias de Niall, lo se por el uniforme en el que llevaban, pedí algo y me senté al lado de ellos. Estaban hablando de esto.

-¿Estas diciendo que guardias de Niall, que parece que trabaja con los que tiene esclavizado, comen en un bar donde alguno de nosotros podemos entrar sin problema? -pregunto boquiabierta.

Yo no podría, ellos me reconocerían, pero otros, al que no le conozcan el rostro... Podría hacerlo perfectamente.

Asiente.

Judas y yo conectamos miradas un segundo.

-No todo esta perdido, chicos. -Hablo a todos en general- Tengo un plan.

Todos me miran y me escuchan atentamente.

Voten y comenten ❤

JULY

REBELDEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora