CAPÍTULO 8

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Cuando despierto me encuentro totalmente desorientada. Después de unos minutos reacciono. Estoy en la habitación de un motel. 

Miro la hora en un pequeño reloj que hay colgado en la pared. Once en punto de la mañana, si que he dormido. 

Me levanto a la cama y me dirijo al baño. Me lavo la cara con agua fría, es la única que hay. Salgo del baño y enciendo la pequeña tele que hay en la habitación. Pongo las noticias mientras me tomo algo de comida que he sacado de la mochila. 

Me lavo los dientes y me doy una ducha rápida. El agua esta demasiado fría como para permanecer mucho tiempo en la ducha. 

Envuelvo mi cuerpo en una toalla y salgo del baño. De la mochila saco un conjunto negro y me visto. 

En las noticias la misma pareja que vi ayer hablan. 

Hasta que algo llama mi atención. Es una foto mía, de pocos días después de la coronación. Salgo con una sonrisa radiante, hace ya demasiado que no sonrío así. 

Tengo el pelo marrón largo, lo tengo más corto que como lo tenía en verdad debido a las ondas. 

Las ondas rodean mi cara y me da cierto toque a niña buena. Voy vestida con un vestido gris muy claro, pero tirando a beige. No me gustaba nada el color, ni la forma el vestido, aunque me lo puse porque a Niall le encantó cuando lo vio. 

Mis ojos morados tienen una chispa de felicidad. No me acuerdo de cuando me hicieron esa fotografía en un principio, pero luego lo entiendo todo. 

Ese día estuve con Daemon toda la tarde. Quería consejo para la novia que tenía en ese momento. Acabo contándome parte de su desastrosa relación, ya que nada le salía bien a ninguno de los dos, y yo no podía parar de reír. 

Yo estaba tan arreglada porque justo después tenía una charla. Estaba súper nerviosa, aunque con Niall se me quitaron todos los nerviosismos y no pare de reír. 

-¡No se que hacer ya, Delia! -me dijo agobiado Daemon. 

-Algo tiene que funcionar, podríais ir al cine... es muy romántico. -le recomendé intentando ayudarlo. 

-¡Ni muerto! -grito- fuimos la semana pasada, intentamos cogernos de la mano, pero acabe con su bebida machando toda mi camiseta y ella con todo el pelo lleno de palomitas. Le di un empujón sin querer a la bebida, que acabó encima mía, que causo que las palomitas se volcasen, ella se agacho un poco intentando ayudarme con la bebida y acabó llena de palomitas. 

Yo no podía parar de reír. Durante la charla estuve sonriente y súper alegre, allí me tomaron esta foto. 

Escucho a la presentadora hablar de la foto. Me doy cuenta de que estoy muy distinta. Con el nuevo pelado y color, además de con las lentillas.

-"La reina ha desaparecido, no hay mucha información sobre el caso, solo se sabe que ha desaparecido sin dejar ningún tipo de rastro o pista" - dice la presentadora. 

-"No se sabe si se ha ido por voluntad o ha sido secuestrada."  -comenta justo después el presentador.

Si supieran porque me fui. Por algo que a ellos le importa tan poco y ha mi me resulta tan...no se como podría explicarlo. 

-"Además tenemos información de esa tarde-noche antes, donde Niall, el rey, le pidió matrimonio a la reina, Delia. En la celebración de sus veinte cumpleaños"

-"Donde ella acepto, muy feliz y con lágrimas saltadas por la emoción"

-"Los seguiremos teniendo informados" -termina la noticia.

Si supieran de que eran esas lágrimas, de como me sentía en ese momento.

Miro mi anillo de compromiso. Pero no me lo quito. Todavía no estoy preparada. 

Me coloco la peluca de rizos de ayer y unas gafas de sol. Guardo todo lo que traía y reviso que no me dejo nada, no puedo dejar pistas.

-"Además en esa ciudad han sido atacadas dos tiendas. No hay cámaras, pruebas o algún sospechoso..."  -continua la siguiente noticia y yo no puedo evitar sonreir. 

Apago la tele y me cuelgo de un asa la mochila. 

A las doce y media tenía que dejar la habitación pero a las doce estoy cerrando la habitación. Me dirijo al vestíbulo. Esta el mismo chico que ayer me atendio. 

Le doy las llaves y me dirijo al coche. Me monto y dejo la mochila en el asiento de atrás. Me quito la peluca y la echo también hacia atrás. Me dejo las gafas de sol y arranco el coche.

Cinco horas después diviso la entrada de una ciudad a lo lejos. Conduzco normal hasta que veo que para entrar a la ciudad hay que pasar por delante de los guardias. 

Joder. ¿Por qué hay seguridad en esta ciudad? 

Paro el coche y me pongo la peluca de rizos. Me cambio las lentillas a unas marrones sencillas y me pongo unas gafas de sol. Me pinto un poco los labios, brillo solo, y un poco de rímel. Me coloco de nuevo las gafas y guardo las pelucas y lentillas en la mochila. 

Ahora el coche esta ordenados y no tiene nada de lo que he robado a la vista. 

Arranco el coche y con tranquilidad llego a la entrada de la ciudad. Un guardia me hace una señal para que pare y le hago caso. 

Bajo la ventanilla y el guardia, de unos cincuenta años y con algo de barriga me mira desde arriba. No es nada feo, solo esta algo estropeado por la edad. 

-¿Si, guardia? -le hablo primero. 

-¿Para que quiere entrar aquí, señorita? A la ciudad más reliquias y más antigua de la historia de los hombres lobos. -recalca la última parte. 

Así que estoy en la ciudad más antigua de los licántropos. 

-Vengo de visita, señor. Unos tíos lejanos viven aquí y necesitan mi ayuda. -suelto la primera mentira que me viene a la mente. Sonrío inocente, con ojos suaves y sonrisa tranquilizadora. 

Él hombre asiente embobado. 

-¿Su nombre, señorita? 

-Mare, Mare Brown. -respondo. Una mentira que sale demasiado fácil de mis labios. 

-Bien. -me cree- entre. 

Él hombre se aparta y cierro la ventanilla. Miro hacia delante y arranco el coche. Entro en la ciudad sin problemas. 

Las calles son antiguas, pero están muy bien cuidadas. Hay lujos por todas partes. Los hombres van demasiado bien vestido, con relojes de oro y carros carísimos. Veo mujeres andar por la calles llenas de abalorios de oro y plata. 

Increíble, esta ciudad esta llena de riquezas, lujos y antigüedades. Mientras un cuarenta por ciento de la población, lo esta pasando mal. 

Me fijo bien en las calles, en los lujos, en las personas, en las niñas llenas de joyas y los niños con traje de chaqueta entallados. Pero en lo que me fijo con en sus caras. No son felices. Un niño es más feliz con sus amigos en un parque con una pelota que con tanto lujo, sin poder pasar un buen rato. 

En una de las calles hay dos retratos enormes. Uno de Niall y otro mío. Ese día no estaba nada feliz y mi sonrisa no muestra nada en el retrato. Llevaba sin ver a Niall dos semanas, no me llamaba ni me mandaba mensajes. Cuando vino, yo ya me había echo la foto. 

Cuando salgo de la ciudad, en la puerta hay otro guardia pero este no me para y me deja salir sin inconvenientes. 

Cuando empieza a anochecer me meto en otra ciudad. Y busco un motel para quedarme a dormir. 

Voten y comenten. ¿Os esta gustando? Creo que es muy diferente ha como os lo esperabais... ¿Qué os parece?

Ya nos leemos. 

JULY

REBELDEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora