"La oferta sigue en pie" dijo Nico acercándose a la acera frente a mi casa "Sabes que siempre eres bienvenido a quedarte en mi casa".
Sonriendo me giré hacia Nico cerrando los ojos cuando él extendió la mano para acariciar mi mejilla.
"Lo sé" respondí suspirando pesadamente "Pero está bien, estoy seguro de que mi madre está preocupada por mí ya que me escapé sin decirles a dónde iba" Un núcleo de culpa se alojó en mi garganta y mi sonrisa cayó.
"Mm" murmuró Nico besándome en la frente antes de soltarme la cara, su expresión era un poco abatida.
Inmediatamente mi piel se sintió un poco más fría, mi cuerpo extrañaba la sensación de su toque pero me armé de valor y salí de su auto, inclinándome con la cabeza mirando por la ventana abierta del pasajero logré darle a Nico una sonrisa tranquilizadora."Si pasa algo deja la puerta abierta, ¿de acuerdo?" Dije, la expresión sombría de Nico se animó de inmediato, su boca se armó en una sonrisa mientras me daba una mirada larga y prolongada, extendiendo mi mano hacia él; le devolví la mirada durante un largo momento como si quisiera hacer algo travieso, claramente no pensó en eso cuando simplemente besó la palma de mi mano y pronto regresó a su casa.
De pie al costado de la carretera, mucho después de que su auto desapareciera en la esquina de la calle caminé de puntillas de regreso a casa, en el momento en que entré sentí el roce del frío entrelazarse alrededor de mis tobillos aunque era media tarde la casa estaba oscura con todas las persianas cerradas creando sombras en todas las paredes. Era raro que la casa estuviera tan oscura pues siempre alguien se aseguraba de abrir las persianas para dejar entrar la luz natural por la mañana, tragando nerviosamente en silencio me quité los zapatos y caminé por la sala, abriendo las persianas para tratar de alejar las sombras. Después de abrir la primera persiana me detuve en seco cuando ví pilas de grandes cajas de cartón apiladas contra la pared del fondo, algunas estaban llenas y selladas, rotuladas con un marcador permanente; otras todavía estaban abiertas.
Las cosas de papá.
Me acerqué a una de las cajas abiertas para retirar con cuidado la tapa plegada y saqué algunas de las prendas que había dentro; polos, pantalones de vestir, abrigos viejos. A medida que mis manos rebuscaban entre todos los artículos los recuerdos empezaron a aflorar, un polo con una mancha marrón oscura en la parte delantera me recordaba a cuando Jamie tenía una rabieta en Disneyland mientras sus manos de 10 años agarraban su perrito caliente cargado de salsa y lo arrojaban de forma decidida sobre la camisa de papá, un par de pantalones de vestir con un trozo de hilo blanco en la pierna izquierda donde mamá lo había remendado con cualquier hilo que tuviera a la mano durante la boda de un pariente y un abrigo gris oscuro, la prenda más nueva de la caja. Se lo había comprado hacía apenas un año como regalo de Navidad, se lo había puesto una vez pero luego se fue de viaje de negocios a algún lugar del mundo donde las estaciones eran diferentes y para cuando regresó había hecho mucho calor así que el abrigo se guardó hasta que volviera a aparecer el próximo invierno.
Y ahora, estaba guardado de nuevo en una caja sin etiqueta.
Mis ojos me llenaron con lágrimas frescas pero las froté apresuradamente con la manga de la camisa, mi pecho se arremolinaba en una mezcla de frustración, ira e impotencia y mis manos tanteaban al cerrar la caja.
"¿Wesley?" llamó una voz suave y vacilante desde la escalera, me pasé la mano por los ojos una vez más para intentar eliminar la evidencia de humedad que recorría mis mejillas y me giré para ver a mi madre que estaba allí con una cesta llena de objetos al azar entre los brazos, cuando me vió sus ojos se volvieron rápidamente brillantes, la cesta pronto cayó al suelo y sus brazos me rodearon. Me mordí el labio y me quedé sin fuerzas en su abrazo sin saber qué hacer ni cómo reaccionar.
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Sábanas
Teen FictionDespertarse al lado de alguien después de beber demasiado alcohol no era una historia nueva y fascinante en estos días. Despertar junto a otro hombre, cuando también eres hombre era un poco más interesante pero aún así no había gran cosa que destaca...