Sábanas

Capítulo 45

Habían pasado unos días desde mi suspensión, la tormenta había pasado pero las consecuencias que dejó a su paso seguían siendo una herida dolorida, a medida que transcurría el fin de semana Jamie era básicamente un perro guardián, asegurándose de que no podía salir de mi casa ya que no solo estaba suspendido sino que también estaba castigado. En esos dos días, dado que Nico usó su nueva libertad para trabajar sin preocupaciones me concentré en trabajar el contenido de la clase para la próxima semana, sin embargo al llegar el lunes mi entusiasmo momentáneo por estudiar se había esfumado.

Aunque la primavera había comenzado los días aún eran fríos pero no encontré apropiado encender la calefacción durante la primavera a pesar del frío, me senté en mi cama envuelto en mis mantas con los ojos entrando y saliendo de mi texto literario en inglés, las pequeñas palabras negras se veían borrosas mientras luchaba por mantener mi concentración, había una gran cantidad de cosas en mi mente.

Gimiendo con mi paciencia rota, tiré mi libro al otro lado de la habitación, el fajo de papel golpeó el borde de mi escritorio y cayó al suelo. Sacando mi teléfono hojeé los mensajes de Benny, mi amigo me enviaba mensajes cada diez minutos quejándose de que la escuela es absolutamente una mierda y que está contemplando comenzar una pelea para ser suspendido a mi lado aunque era broma, sus palabras todavía calientan mi corazón, su intención implícita era clara.

Acostado en mi cama con la mente desganada me desplacé sin rumbo por mi teléfono, como todavía era temprano en el día estaba seguro de que Nico todavía estaba descansando, especialmente porque trabajó un turno tarde en el bar anoche. Mi corazón se aceleró cuando ví su último mensaje, que fue enviado mucho después de que me hubiera quedado dormido anoche.

Nico Beckett - 2:57 am

Estoy en casa, cariño
Buenas noches

Te amo

Sonriéndome a mí mismo acaricié con ternura sus últimas palabras, rodando sobre mi estómago comenzó a escribirle una respuesta a Nico pero fuí interrumpido por cuatro golpes sucesivos en mi puerta.

"Wes, tenemos que hablar" La voz de Jamie era crujiente incluso a través de la puerta y tragué nerviosamente incapaz de responder, sería una mentira decir que no había estado evitando activamente al resto de mi familia durante el fin de semana. Afortunadamente los turnos de mamá a menudo significaban que cuando ella estaba en casa, yo estaba durmiendo y Jamie tenía trabajo los fines de semana así que estuvo fuera de la casa la mayor parte del día, desafortunadamente un lunes Jamie no tenía clases por la mañana. Teniendo en cuenta que eran alrededor de las 8 de la mañana me sorprendió que Jamie estaba despierta.

Si está despierta, entonces debe ser serio.

Claramente irritada por mi falta de respuesta, hubo una serie de golpes agresivos contra mi puerta y una serie de blasfemias.

"Wes vamos, tenemos que hablar. Te espero en el salón" Con eso escuché los pasos de Jamie por la escalera, hasta que quedó en silencio otra vez. Un espeso temor se hinchó dentro de mí, mis dientes me royeron el labio. Inhalando profunda y temblorosamente agarré mi teléfono y me puse un jersey; de alguna manera queriendo protegerme de las palabras de Jamie que seguramente vendrían.

Al bajar, la casa se sintió más fría, las persianas todavía estaban cerradas aparte de una en la sala de estar. Jamie se sentó en un sillón junto a la ventana y la luz del sol golpeó sus mechones. La luz del sol proyectaba sombras en su cara angular que estaba apretada mientras esperaba por mí, al sentir que me acercaba mi hermana mayor giró la cabeza hacia el sofá frente a donde estaba sentada.

Sentándome tentativamente sobre la silla, Jamie no dudó antes de hablar.

"Wes, ¿qué te pasa?" Jamie preguntó inclinándose hacia adelante con sus codos en los muslos, mi hermana entrecerró los ojos y me miró sin pestañear aunque compartimos el mismo color de ojos, sus ojos eran mucho más intensos que los míos; claros e implacables.