21.

654 99 71
                                    

Seokmin maniobró el auto ingresando en el drive-thru de taco bell. Habían 2 autos antes de él por lo que tenía tiempo para cuestionar a sus hijos sobre lo que querían comer.

Aprovecharían que Jun no estaba en el país para obtener lo más posible que puedan en cuanto a comida no saludable. Aunque llevarían un control, por supuesto Seokmin no dejaría que sus hijos perdieran la dieta que les forjó semanas atrás.

—¿Qué quieren comer, peques?— preguntó mirando a sus hijos más grandes a través del espejo retrovisor.

—Yo quiero un soft taco, papi— Heemin respondió mientras jugaba con su hermana pequeña.

—¿Y tú Heeseok?

—Yo quiero un perrito.

—Heeseok aquí venden tacos— dijo mientras pisaba el pedal del acelerador lentamente. Su turno ya estaba cerca y comenzaba a ponerse nervioso—. No animales.

—Si pero yo quiero una mascota.

—Primero tenemos que preguntarle a Jun si te deja tener un perro.

👶🏻

—No.

—Amor, a Heeseok se le ve la ilusión en los ojos cada vez que paso a buscarlo a casa de Soon y Hao.

—Pues que se le siga viendo y que se conforme con jugar con la mascota de Mingsoon.

Seokmin suspiró intentándolo una vez más conociendo la respuesta—. No lo pensarás, ¿verdad?

—Te dije que no, no podemos tener perros ni aunque yo quiera. Es por tu bien, amor y ya debo colgar, tengo que regresar a mis cursos. Mándale besos a mis bebés y diles que los amo.

—Te amo, cuídate mucho.

—Te amo más y cuida bien de mis hijos, nos vemos pronto.

Sería una tarea muy complicada decirle a Heeseok que no obtuvo un permiso. Pero tal vez podría complacer a su hijo por 4 días.

Solo 4 días.

👶🏻

Jun abrió la puerta de su casa e ingresó por esta misma, sosteniendo una maleta negra de tamaño mediano. Aquella acción ocasionó que Seokmin saliera de la cocina con una sartén en la mano y con Heemin detrás suya.

—Jun, amor. Pensé que un ladrón había entrado a nuestro hogar— se llevó una mano al corazón suspirando de alivio pero luego se exaltó por ver a su esposo—. ¿Porqué estás aquí?

—Porque esta es mi casa— confundido caminó hasta el comedor en donde se hallaba su pequeña hija de 2 años para tomarla en brazos.

—A lo que me refiero es, se supone que llegarías en 2 días.

—Bueno, el curso terminó antes— respondió acomodando los cortos cabellos castaños de Sunmi—. ¿No están felices por ver-...porqué están vestidos así?

—¿Así como?

Seokmin miró su vestimenta y la de Heemin tratando de parecer normal. Portaban una combinación de grandes abrigos resistentes al potente frío junto con una bufanda, guantes, gorro de lana y botas añadiendo unas gafas de protección para bucear.

—Así, parece que irán a bucear con esos inmensos abrigos— especificó señalando la vestimenta con el ceño fruncido—. Estando en verano.

—Ah, ¿cómo lo sabes?, Minie y yo jugábamos a eso, a bucear con inmensos abrigos— dijo intentando parecer normal—. En verano.

—Pero papi, nosotros no jugaba-

Heemin no pudo terminar de formular su oración porque Seokmin le tapó la boca.

—¿Qué tal tu viaje, amor?— preguntó cambiando de tema—. ¿Aprendiste más cosas de abogados?

Jun estuvo a punto de contestar sin embargo un sonido llamó su atención.

Un sonido parecido a un ladrido.

—¿Qué fue eso?

—¿Qué cosa?

El ladrido volvió a escucharse con más claridad—. Eso, suena a que hay un perro en la segunda planta.

—¿Un perro? ¿Aquí en nuestra casa?— bufó—. Pff, por supuesto que no, amor. Estás fantaseando, a lo mejor el viaje te afectó un poco y necesitas descansar— sugirió apoyándose sobre la mesa con una mano intentado persuadir a su esposo.

No obstante unos segundos más tarde por las escaleras descendió velozmente un animal de voluminosos pelos dorados y con la lengua fuera.

El cuadrúpedo se dirigía a ellos advirtiendo al coreano y, después de tomar a Heemin en brazos, Seokmin se escondió detrás de Jun.

—Quieto— mandó Jun al perro quien de inmediato se sentó a unos centímetros de él.

—Tú también— exigió serio a Heeseok que bajaba por las escaleras.

👶🏻

—Perros, no.

—Pero, ¿porqué no?— el menor replicó desde el sofá con rostro afligido.

—Asi como tú eres alérgico a los gatos, tu padre y Minie son alérgicos a los perros— aclaró poniéndose de cuclillas frente al menor—. Estoy sorprendido de que nada malo les haya pasado aún por las medidas de precaución que tu padre tomó pero eso no significa que nada malo les pueda suceder.

—Entonces, ¿tengo que dejarlo ir?

—Así es, mi bebé— respondió acariciando los cabellos lacios de su hijo—. Pero no te desanimes, puedes tener otro animal como mascota.

—¿Qué tal una tortuga?

Jun asintió—. Está bien, siempre y cuando su padre prometa no comérselo así como con su anterior conejo.

—¿Te comiste a nuestro conejo?— Heemin miró incrédula a su padre.

Seokmin apretó sus labios con rostro nervioso—. Perdón peques, es que se veía tan gordito y nadie le prestaba atención.

—Ya no eres mi papá favorito— la pequeña dijo sentándose junto a su hermano cruzándose de brazos.

—Haré de cuenta que no escuché eso— Jun comentó dirigiéndose a la cocina con Sunmi en brazos.

—No, no perdón nena— se arrodilló frente a su hija quedando casi a la misma altura—. Si quieres una mascota también juro no comerla.

—Juralo por el meñique— pidió levantando su pequeño dedo.

—Por el meñique— unió su dedo con la menor que sonrió y abrazó a su padre.

Sin dudas sería una promesa difícil para Seokmin.

.

Huum cuando yo tenía 10 años mis papás me compraron un conejo y después de que lo tuviera conmigo unos meses desapareció. Mi papá me dijo que se escapó y con eso me bastó, no le tomé tanta importancia.
Hace unas semanas, en unas largas platicas por la madrugada, después de 10 años mi mamá me reveló que mi papá se comió mi conejo. So de esta no tan traumática experiencia me basé a lil.

━Hijos♡SeokHuiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora