El 25 de diciembre, la familia Lee hacía su expansión recibiendo a una nueva integrante.
Esta vez Seokmin, fue el médico encargado de la operación de Jun quien le insistía en que otra persona llevara a cabo la intervención quirúrgica y no es que su esposo fuera un mal cirujano sino que éste al tratarse de un asunto familiar lograba ponerse nervioso y temía por el bien de todos.
No obstante como Seokmin quería, pudo ser el primero en ver a su hija y también el primero en tomarla en brazos. Los nervios estaban por todo su cuerpo pero aquella sensación de alegría borró todo rastro de nervioso en su organismo.
Se había enamorado otra vez. Y, ¿cómo no hacerlo? Si su nueva hija era hermosa con sus ojitos cerrados, abultadas mejillas rojizas, naricita pequeña y boquita rosada.
La bebé recién nacida era el mejor regalo de navidad que los padres de la misma pudieron haber recibido en su vida.
A la vez que celebraban la llegada de Lee SunMi, era la primera navidad que los mellizos no pasaban con sus padres.
Al ser la primera festividad importante que Seokmin y Jun no pasarían con sus hijos, decidieron dejar todos los presentes preparados en casa de los padres de Seokmin para que sus hijos no se quedaran sin la ilusión de la navidad.
Unos días después, al regresar a casa Jun, los mellizos no se despegaban en ningún momento de su pequeña hermana.
Justo como en ese momento, la pequeña yacía en su cuna de madera. Descansaba pacíficamente adaptándose a su nueva vida mientras sus hermanos la veían apoyados con dificultad sobre la baranda.
—Es muy bonita, parece una muñeca— Heemin murmuró con la vista sobre el aterciopelado rostro de la bebé.
—Shh, min-ah— pidió en voz baja y con el dedo índice en su boca—. La vas a despertar.
Segundos después de decir aquello, los mellizos regresaron la mirada a la pequeña quien se removió de su posición y comenzó a llorar a petición de algo.
—Ya la hiciste llorar— Heeseok culpó a su hermana dándole una mirada enojada.
—Está llorando porque tú la despertaste— Heemin se defendió ante las palabras de su hermano.
Heeseok negó—. Está llorando porque eres fea.
En ese instante Seokmin entró a la habitación encontrándose con un alboroto infantil.
—Papi, Heeseok me dijo fea— acusó a Heeseok abrazándose a su padre Seokmin.
—Heeseok, recuerda que eres idéntico a tu hermana y si le dices fea te dices feo a ti mismo, ¿quedó entendido?— Seokmin cuestionó viendo al menor con asombro asentir—. Disculpate.
—Perdón, guapa— con ojos tristes pidió a la menor quien asintió abrazando a su hermano.
Al ya no escuchar llantos ambos menores, aún abrazados, miraron a su padre quien tenía en brazos a Sunmi.
La pequeña bebía de su biberón rosa, con esmero. Y los mellizos poco a poco iban comprendiendo y conociendo más a su nueva hermana.
—Papi, a la próxima, ¿yo puedo darle de su biberón a Sunmi?— preguntó a su padre que se hallaba sentado sobre una silla mecedora mientras alimentaba a su hija más pequeña.
—No, yo quiero— Heeseok pidió también dando brinquitos.
—No, porque es mía— negó al castaño—. Yo se la pedí a mi papá.
—Hey, hey, ¿qué está pasando acá?— Jun entró a la habitación con cenefas de elefantes rosas por las 4 paredes—. Hay dos ratoncitos que dejaron las almohadas de los sofás tirados en el suelo.
—Fue Min-ah— culpó a Heemin velozmente.
—Fue Heeseok— negó apuntando a su hermano.
—No importa quién fue, el que no las recoja no podrá ingresar a la habitación de Sunmi.
Aquello dicho por Jun fue lo que dio salida a ambos menores del lugar rápidamente.
—Se nota que son tus hijos, Lee.
—Si lo son, igual de bellos como yo— respondió guiñandole un ojo a Jun.
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━Hijos♡SeokHui
Fiksi PenggemarSeokmin quiere tener hijos, pero Jun no. ⋆ ☽︎ . ˚➹♡ '・ . ⊹ ✦ . • * . ˚ 🦄Before to read: * . · . * ✧ '・♡ ➷. ˚⋆ ☽︎ ❐Extension per chapter:...