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Pili's POV.

Pasaron dos horas desde que Purre me dejó en la casa de mi padre, había platicado con él y pasaría la noche allá, por la mañana volvería a casa para poder alistarme y a la tarde traería mis cosas, decidí que quedarme un año con él era lo mejor para mí. Estaba enojada con mi madre, aún así le había avisado que me quedaría por la noche y mañana hablaríamos las cosas.

Mi padre había alistado una habitación para mí mucho antes de decirme, de hecho era mi antigua habitación, solo que con otra estética porque claramente una chica de 17 años no podía dormir en una habitación con pegatinas de princesas y unicornios.

— ¡Pili! — La voz de mi padre me saca de mi trance así que me apresuro a salir de mi habitación y camino a la de él, le sonrío al verlo allí recostado.— ¿Puedo hacerte una pregunta? — Yo asiento.— ¿Estás segura de esto? No quiero presionarte ni nada, la decisión está en tus manos.

La pregunta hizo círculos por toda mi cabeza, probablemente no era la mejor opción pero lo necesitaba, habían muchos más contras que pros pero en una casa tan grande cómo está podía encontrar un rincón silencioso en cualquier sitio.

— Sí, obvio que lo estoy.— Le respondo recostándome del marco de la puerta.— Tampoco pensaba dejarte solo cuando sé que me necesitas.

— Muy bien, yo respeto tu decisión.— Él me sonríe ampliamente.— Además estás cerca de Purre, son muy buenos amigos todavía, ¿no?

Dejo de sonreír, nuestras familias no sabían nada de nuestro "pequeño" inconveniente. Solíamos andar juntos todo el tiempo, era un poquito obvio pero nadie era adivino, lamentablemente debía mentirle y pretender que todo seguía igual, al menos hasta que aclarara esa parte con él.

Yo asentí levemente y salí de su habitación, la trayectoria no impidió que escuchara su último comentario el cual quise no haber escuchado jamás y mucho menos de su parte , ''yo siempre pensé que terminarías con Purrete''.

La noche pasó volando, al llegar a casa no dije nada, mi madre estaba esperándome en la puerta y tampoco dijo nada, solo cerró una vez escuchó el auto de mi padre arrancar. Fuí directo al baño en donde me di una ducha rápida y luego de haberme alistado bajé para tomarme un poco de jugo, aún era temprano así que decidí caminar hacía el instituto escuchando música, ni bien me coloqué los auriculares mi plan se arruinó.

— ¿Tan temprano? — Caro ahora estaba caminando junto a mí, me encojo de hombros mientras la miro y ella se ríe.— Nunca antes visto.

— Siempre hay una primera vez.— También me río.— ¿Lista para mañana?

— Nací lista, Pilarsita.— Yo ruedo los ojos y guardo mi teléfono en el bolsillo trasero de mis jeans.— ¿Tú estás lista para animar por primera vez a tu novio? — Ella alza sus cejas y yo solo suspiro, ni siquiera me acordaba de eso.

— Cállate.— Ella se ríe.

Tardamos unos 15 minutos en llegar, no había casi nadie en la escuela, ambas caminamos hacía nuestros casilleros por lo cual decidí moverme rápido antes de que alguien apareciera mientras yo tenía mi cabeza ahí dentro, era una mala costumbre de todos.

— Te estaba buscando.— Pero la estrategia no funcionó.— Buenos días, preciosa.

Ethan se recostó en el casillero contrario al mío y me dio un beso corto, pude sentir la mirada de Caro detrás de nosotros así que me sonrojé y cerré mi casillero para así prestarle atención a la figura masculina en frente de mí.

— ¿Cómo te fue ayer? — Digo viendo como él toma mis manos, posteriormente planta un pequeño beso sobre la misma.

— ¡QUÉ HERMOSA PAREJITA! — Exclama Axel.

Yo cerré mis ojos aturdida, solo escuché como Ethan reía y antes de retirarse dejó un beso en mi frente.

— Nos vemos en el almuerzo.— Me susurra antes de retirarse y yo miro a Axel con ganas de matarlo.

— Hacen muy bonita pareja, no mentí. — Axel saca sus libros del casillero y se recuesta del mismo luego de haberlo cerrado.

— ¿Gracias? — Digo con confusión, él solo niega y se ríe.

— Buenos días, madrugadores.— Carmela se acerca a nosotros, de pronto me di cuenta que estábamos haciendo una reunión en medio del pasillo.— Uyyyy, miren a la nueva NO soltera del grupo.

— Ya basta.— Gruñí para luego alejarme de ellos.

Caminé hacía la cafetería porque aún tenía tiempo pero decidí devolverme tan pronto llegué a la puerta de la misma, de pronto mi hambre se esfumó. Lo primero que ví fue a Purre besando a su novia como si de aquello dependiera su vida, quise no pensar en eso pero se me hizo imposible y me estaba odiando por la misma razón.

Me odiaba por no aprender a superar, se suponía que tenía una nueva pareja y empezaría de cero, nada de Purre, nada de Antonella, nada del amor entre ellos, me estaba haciendo daño a mí misma y debía parar tarde o temprano.

(...)

Era nuestra hora de ensayar las rutinas por último vez, estaba caminando hacía la cancha en donde estaríamos por las siguientes 4 horas. Ya todas estaban ahí, no era una sorpresa que yo era siempre la última en llegar.

— Muy bien, chicas, esté es el momento en el que deben de hablar si no se saben algo, faltan pocas horas para el partido y recuerden que esto cuenta como su examen extracurricular del semestre.— Nuestra coordinadora empezó a hablar.

Estuve "prestándole" atención por poco tiempo, mi vista viajó inmediatamente al terreno en donde estaban los chicos del equipo; el primero en mirarme fue Purre por cual maldecí internamente, sus ojos fueron directamente hacía los míos poniéndome nerviosa, agradecí que en ese momento Antonella alzó su voz causando que la atención de su novio se moviera a ella. Poco después me miró Ethan, esté me regaló una tierna sonrisa que no dudé en devolverle, me sentí tranquila y confiada con él allí.

¿Todo en orden, Pilar?Cuestiona la coordinadora, yo asiento.— Muy bien, vamos arriba chicas.

Todas nos pusimos en nuestras respectivas posiciones, ni bien empecé a moverme sentí el mundo girar. Me detuvé un momento y tomé aire, los chicos ahora estaban descansando en las bancas así que ahora nos veían, ignoré aquello para no ponerme nerviosa pero lo cierto fue que no pude bailar por mucho. A mitad de la canción tuve que salirme del grupo, la coordinadora me miró confundida y yo solo tomé mi botella de agua para darle un gran sorbo.

Era obvio que me sintiera mareada si solo me tomé un jugo que no podría sostenerme por el resto de la mañana y mucho menos en los ensayos.

— ¿Estás bien? — Con esa pregunta captó la curiosidad de Ethan, estuvo mirándome todo el tiempo o eso supuse, pues casi no podía ver nada.

Estaba demasiado mareada a ese punto.

Sí, solo necesitaba un poco de agua.— Miento "convencida" de que puedo seguir y me integro al grupo nuevamente.

Cuando quise moverme el tiempo se detuvo, todo lo vi en cámara lenta los últimos 10 segundos, luego de sentir como mi cuerpo se tendía en el piso y como todo se volvía negro, aquel pitido lejano en mi oído se hizo presente y no supe nada de mí, mi memoria borró cualquier escenario de aquel día en tan solo segundos.







N/A:

Novela en edición.

— Lía. 🤍

Del odio al amor ; Pilurre [RENOVANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora