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Purre's POV.

''Mucho más de lo que te puedes imaginar''

Eso era completamente cierto.

Hace 4 meses me alejé de mi mejor amiga por las razones más estupidas y hace justamente 4 meses también, me di cuenta de lo enamorado que estaba. Pensar que por tantos años la vi como a una hermanita, ahora simplemente no podía; ella era el amor de mi vida y me maldigo todos los días por dejarla ir tan fácil, por llenar mi cabeza de expectativas estupidas que al final no aportaban nada a mi vida más que estrés, mi relación con Antonella no era perfecta pero era bonita y la respetaba, a pesar de que reconocí mi propia bandera roja cuando me quise morir de celos al enterarme del noviazgo entre Pilar y Ethan, Antonella definitivamente no merece a alguien como yo.

— ¡Amor! ¿en qué tanto piensas? — Antonella se sienta mi lado mientras abanicaba su mano frente a mi cara, hace poco habíamos llegado del centro comercial en donde tuve que comprarle 4 bolsas de maquillaje porque se había enojado.— ¿Cómo me veo?

La miro con una sonrisa y acaricio sus mejillas con lentitud.

— Nada importante.— Murmuro.— Te ves hermosa pero vuelvo y repito, no necesitas tanto maquillaje.

Ella rueda sus ojos y se levanta, caminando hasta su tocador en dónde claramente, se pondría más maquillaje.

— ¿Puedo hacerte otra pregunta? — Ella cuestiona sin mirarme, yo suspiro y me recuesto sobre su cama antes de darle mi aprobación.— ¿Por qué es TAN importante ese grupito para ustedes?

— Porque nuestras amistad es de años y así como la cuidamos queremos conservarla, por eso es tan importante para todos.— Respondo tomando mi celular para desbloquearlo y leer los mensajes que extrañamente Santi me había dejado, él casi nunca me escribía.

— Entonces supongo que yo no soy tan importante para ti como ellos, ¿verdad? — Cuestiona nuevamente mientras soltaba todo y se daba media vuelta para mirarme, en su rostro se reflejaba la desesperación en espera de una respuesta y ese era el tipo de drama que evitaba siempre.

— Es diferente, Anto, claramente eres importante para mí.— Niego sigilosamente mientras me levantaba para acercarme a ella, acuno su rostro entre mis manos y dejo un pequeño beso sobre sus labios antes de despedirme.— Tengo que irme, Santi me acaba de escribir.

— ¿Es Santi? Dile que venga con Rena, podemos hacer una tarde de picnic.— Antonella me mira ilusionada, con aquellos ojos grandes brillándoles más que una estrella fugaz y me muero por decirle que sí, pero no puedo.

— Lo siento, hermosa, tenemos algo importante de qué hablar pero mañana te prometo esa salida, ¿bien? — Su sonrisa se borró, dejo un beso sobre su frente y decido salir antes de que se armara una discusión innecesaria que no necesitaba.

Una vez en el auto intenté conducir lo más rápido que pude, Santi me había citado en la casa de Renata la cual no estaba lejos de la de Antonella pero al parecer yo era el único que faltaba, al llegar claramente todos estaban allí e incluso ella.

— Por fin.— Pili murmura rodando sus ojos, yo le sonrío ampliamente y me siento a su lado.— Ahora que estamos todos, ¿qué es lo que tienes que decirnos, Rena?

Me cruzo de brazos observando a Pilar, no me quedaba más que admirarla y arrepentirme por haberla cagado, estuve enojado por tantos meses con ella sin darme cuenta de lo que en realidad pasaba, no tenía derecho de reclamarle nada porque ella no tenía la culpa y aunque la tuviera, sabía que la confianza seguía ahí pero sería difícil para ella entregármela otra vez después de haber roto su promesa.

— Bien, supongo que todos recuerdan nuestros viajes familiares en las vacaciones de inverno, ¿no? — Oh, oh.

— Sí, de hecho esté es el primer año que no lo haremos por los...presuntos.— Digo, Pilar me mira al escuchar la última palabra y yo bajo mi cabeza evitándola.— ¿Cuál es el punto de tu pregunta?

— Pues...— Se detiene.— Mis padres rentaron esa casa en Hawaii, a la que fuimos hace tres años y estaba pensando en qué...— Se detiene otra vez, todos la miran intrigados.— De hecho, nos vamos la próxima semana.

¿Qué?

Los viajes familiares eran una tradición tanto para nosotros como para nuestros padres, cada año visitábamos una ciudad diferente, nuestras familias se turnaban con los gastos y esté año le correspondía a los padres de Renata, claramente ellos no se habían percatado de nuestros problemas y rentaron la casa sin previo aviso, aunque ahora ya no sería un problema para nosotros asistir.

La idea me emocionaba, era mi oportunidad de organizar mis pensamientos, mi oportunidad de arreglar las cosas con ella. Si quería hacer las cosas bien debía empezar por ahí y se me facilitaba sin tener a Antonella encima por ese tiempo.

— Pensé que esto no iba a suceder nunca más.— Ana Paula fue la primera en hablar luego de la noticia, de pronto todos estábamos sonriendo felices como bobos.— Los extrañaba demasiado.— Murmuro.

Podía confirmar que no era la única a la cual le hacían falta esos momentos que no cambiaría por ningún otro, eran sencillamente los mejores.

— ¿Entonces iremos a Hawaii? — Cuestiona Pili sin poder creerlo, todos la miran con una sonrisa, incluyéndome.

— Iremos a Hawaii.— Confirma Renata con la sonrisa más grande que jamás vi en su rostro.

Iremos a Hawaii y yo tenía dos presentimientos, todo podía salir bien o todo iba a acabarse para siempre.
















N/A:

Novela en edición.

— Lía. 🤍

Del odio al amor ; Pilurre [RENOVANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora