17.

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Pili's POV.

Cuando abrí mis ojos tuve que volverlos a cerrar de inmediato por el resplandor del Sol, estaba recostada en una de las bancas y todos estaban a mi alrededor como si de un muerto se tratase, intenté estabilizar mi campo visual y al estar finalmente acostumbrada a la luz me pude sentar, con la ayuda de la coordinadora.

— ¿Cómo te sientes? — Ethan se sienta a mi lado acariciando mi mejilla, yo solo le sonrío un poco porque me sentía muy débil.

— No sé...— Murmuro, Purre estaba detrás de mí con sus brazos cruzados, parecía preocupado pero no quise darle importancia.

— Muy bien, necesitamos seguir ensayando, Ethan por favor llévala con la doctora y todos los demás volvamos a nuestras actividades.— La coordinadora se levanta, todos asienten y Caro antes de irse me levanta su pulgar, yo asiento y miro a Ethan quién no dudo dos segundos en levantarme y llevarme a la enfermería.

— Puedo caminar, Et...— Aferro mis brazos a su cuello, él solo se ríe y sigue caminando.

Aproveché para cerrar mis ojos y recostar mi cabeza en su pecho, era muy obvio el motivo de mi desmayo, estaba consciente de que quedarme sin comer toda la mañana no era bueno, pero puedo con todo mi derecho culpar a Purre porque por él y su novia no fuí capaz de entrar a la cafetería.

Ya cállate, Pilar, la culpa es solo tuya.

Poco después llegamos al consultorio, Ethan me recostó en la camilla y de inmediato se nos acercó la doctora con una enorme sonrisa en su rostro, ¿quién podía estar tan feliz a estas horas de la mañana?

— Montéz, que raro verlo por acá.— Capta la atención de Ethan llamándolo por su apellido, él solo asiente pero la doctora lo ignora se centra en mí.— ¿Qué te paso, Pilar?

Yo suspiré, le conté lo que me pasó en los ensayos y por supuesto me dijo que la razón de lo ocurrido fue por no comer, envió a Ethan a comprarme algo y ahí tuve que esperarlo unos 15 minutos para luego comer y esperar 15 minutos más, la doctora me dio algunas pastillas con indicaciones, asentí a todo lo que me dijo y finalmente estuve libre. Me levanté de la camilla y acomodé mi falda, Ethan me extendió su mano y la tomé para que luego ambos camináramos con las mismas entrelazadas hasta la cancha.

— ¿Por qué no desayunaste? Llegaste bastante temprano, tuviste tiempo de hacerlo.— Supuse que me estaba mirando, lo que menos necesitaba en ese momento era un interrogatorio, me sentía estresada y encima (más peligroso) podía salirse de mi boca alguna oración no conveniente con relación al tema de Purre y su molesta novia.

— Creo que el estrés me tiene sin maquinar las cosas, fue solo un descuido Et.— Lo miro, debía actuar de la mejor manera.— Me siento bien, ya escuchaste a la doctora, esa fue la única razón.

— Aún así no pienses que fue lo correcto, creo que me aseguraré de que desayunes todas la mañanas.— Escucharlo decir aquello fue tierno, me río levemente y asiento para luego dejar un beso sobre su mejilla, ya habíamos llegado a la cancha.

— Debo terminar de entrenar y tú también, hablamos luego.— Me alejo de él al decir aquello y me acerco a las chicas, luego de unos cuantos ''¿te encuentras bien?'' pude volver a ensayar.

(...)

Acabaron los ensayos y por fin era hora de irnos a casa, me había despedido de Ethan y le había dicho que me iría con Axel, él se había ofrecido a llevarme a casa para recoger mis cosas y luego llevarme a la de mi padre, me estaba esperando en el estacionamiento en lo que yo me dirigía al gimnasio para tomar algunas cosas que necesitaría para ensayar en casa. La preparatoria estaba vacía a excepción de algunos chicos que tenía tutoria o dentención en el segundo piso, estaba un poco oscuro ya que eran casi las 7 y parecía que iba a llover en cualquier momento, es por eso que quise apresurarme.

Al entrar al gimnasio lo primero que vi fue la misma escena de la vez pasada, cerré mis ojos de inmediato y suspiré muy profundo mientras contaba hasta 10, Purre y Antonella se separaron ni bien escucharon la puerta pero eso no impidió que los vea. Odio esto.

— ¿Tú no deberías estar en tu casa, Pilar? — Cuestiona Antonella enojada, cuando quise responderle Purre se interpuso.

— Error nuestro, no es necesario que esto se discuta así que vámonos amor.— Mi corazón se parte al escuchar aquella última palabra, pero tuve que disfrazarme de la mejor manera, sin decir nada camino hacía mi locker y tomo mi bolso, poco después me encontraba de regreso hacía el estacionamiento.

Empezaba a pensar que estar con Ethan era un error, no podía superar a mi mejor amigo y era muy egoísta de mi parte, Ethan me gusta pero de Purre estoy enamorada, necesitaba tomar una decisión definitiva rápidamente porque un clavo no saca otro clavo.

Llegué al auto de Axel, el mismo condujo hasta mi casa y agradecía que mi madre aún se encontraba trabajando porque no quería cruzarme con ella al menos en ese momento, pude recoger mis cosas con paciencia, Axel se había ido a su casa para bañarse y me dijo que le avisara cuando estuviera lista. Mi closet ya estaba vació al igual que casi toda la habitación, lo último que entré en mi maleta fue mi foto de retrato con Purre, esa siempre estuvo en mi mesa de noche aún cuando estábamos peleados y seguirá estando ahí por el resto de mi vida, era mi promesa, yo sí las cumplía a diferencia de él.

Bajé de mi habitación al escuchar el claxon del auto de Axel, ya estaba completamente de noche así que le hice el favor a mi madre de dejarle las luces de afuera encendidas. Con ayuda de Axel ambos entramos las dos maletas en la cajuela y luego de eso nos pusimos en marcha a mi nuevo hogar.

— Olvidaba lo grande que era tu otra casa, Pili, tenemos muchos recuerdos aquí.— Axel me mira sonriente, yo le devuelvo la sonrisa y asiento.

Era verdad, la cantidad de recuerdos con mis amigos en esa casa eran innumerables, creo que mi siguiente pasó sería recuperarlos, me hacían una falta increíble y estoy segura de que ellos también sentían lo mismo, incluyendo a Renata y a María Jose.

(...)

Pasaron algunas tres horas en lo que yo me encargaba de organizar mi habitación, mi padre me había confirmado que llegaría tarde por el trabajo así que ya pasaban de las 11 y yo todavía estaba sola, sentada en el living mientras veía algunas caricaturas en Disney.

Iba a levantarme para buscar más comida hasta que escuché el sonido de mi celular indicando que tenía un mensaje, miré la pantalla y confundida desbloqueé para responderle a Purre, él me había enviado aquel mensaje.

Purre: Hey, lamento mucho lo de hace rato, no debió pasar. Quisiera hablar contigo lo más pronto posible.

Mi corazón se acelera y bloqueo mi teléfono dejándolo en visto, algo me decía que hablar con él me traerían más problemas y yo no estaba lista para más de esos ahora, suficiente tenía con mis sentimientos y mi familia.

A final de cuentas, él encabezaba la mayor parte de ellos.











N/A:

Novela en edición.

— Lía. 🤍

Del odio al amor ; Pilurre [RENOVANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora