7. Pelea de hermanos

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Brick

– No puedo creer que esté haciéndo esto...– se quejó otra vez.

– Mira, rosadita, esto fue la culpa de ambos, ya pasó. ¡Así que ya deja de quejarte!– le grité harto.

– ¡No me digas así!

– Ro-sa-di-ta, ahora sigue limpiando.– rodé los ojos.

Bufó como niña pequeña e hizo caso. No podía ser más molesta, en todo el rato desde que llegamos se estuvo quejando, y todavía faltaba limpiar el suelo. Al ver un balón de básquet no me contuve en agarrarlo, sonreí, apunté al aro, lancé y di.

– Eres bueno...– la miré, ¿me había dicho un halago?– ¿Piensas anotarte en el equipo?– fue curiosa dejando de lado lo que estaba haciéndo.

– ¡Maldición! Olvidé anortarme.– rodé los ojos al recordarlo.

– ¿Ibas a hacerlo?– asentí– Espero que puedas entrar...– siguió con lo suyo.

– Yo también.– seguí limpiando– y... ¿en qué te anotaste tú?– me interesé.

– No soy buena en los deportes... estoy en el consejo estudiantil.– se encojió de hombros.

– ¿Consejo estudiantil?– la miré.

– Sí, quiero ser presidenta.– respondió decidida.

– ¿Nunca pensaste en anotarte en... cualquier otra cosa?– me reí.

– ¿Dices que es aburrido?– arqueó una ceja.

– Estás hablando del consejo estudiantil, cerebritos, cuatro ojos, seguro está el nerd de la ultima vez.– sonreí con burla.

– Sí... entonces si hay gente, amable y más respetuosa que tú, creo que... prefiero estar ahí.– me sonrió con falsedad.

– ¿No soy amable?– fruncí el ceño y ella negó– ¿crees que me conoces?– me acerqué a ella– No sabes nada de mí.– le especté con enojo tirando la escoba al suelo.

– En lo que te conozco, lo único que puedo decir, es que eres un enojón, que no controla su ira.– se incorporó recta.

– No lo haces.– apreté la mandíbula– No me conoces, poco tiempo para que digas cómo soy.– me alejé de ella y salí de ahí.

Total, ya habíamos terminado, no tenía nada que hacer ahí.

Bombon

Sí, ya sé, no lo conocía completamente. Pero... ¿por qué reaccionar así? ¿Ahora qué iba a hacer?

Guardé las cosas en donde iban y  caminé a la salida. Tenía que caminar a casa...

– ¿Me esperaste?– me sorprendí al verlo recargado en su camioneta.

– No te sientas especial. Boomer me llamó y dijo que tus hermanas estaban en casa, así que... supongo que vas también.– suspiró como si le fastidiara.

No respondí, se subió al asiento de piloto y yo me subí al copiloto.

– De todas formas... gracias, por esperar.– podía estar ofendida, pero tenía modales.
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– ¡Llegamos!– anunció al entrar.

– ¡Bombon!– me nombró Burbuja, caminó a mí y me abrazó.

– ¿Qué tal el castigo?– preguntaron Bellota y Butch al mismo tiempo– No digas lo mismo que yo.– bufaron caminando a nosotros– Ya está listo el almuerzo.– volvieron hacerlo– ¡Maldición!

【𝙰 𝚗𝚎𝚠 𝚋𝚎𝚐𝚒𝚗𝚗𝚒𝚗𝚐】+18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora