Esa misma noche, después de la cena en Ocean Drive.
Entré en mi habitación y dejé mis cosas que había comprado en el centro comercial en la cama. Me senté al borde y suspiré. Tenía la cabeza echa un lío y me daba muchas vueltas. No sabía lo que pensar. Era imposible que mi exnovio estuviera aquí, en Miami. No había vuelto a hablar con él en cinco meses ni tampoco lo había visto, ¡esto era una locura! Me levanté de la cama y empecé a dar vueltas por la habitación. ¿Y si Ian estuviera realmente aquí? ¿Y si me había seguido? O... no, no podía perder la cordura, tenía que tranquilizarme. Así que inhalé hondo y exhalé. En cinco minutos me cambié de ropa y guardé todas las cosas en el armario. Luego, me dirigí al salón donde mis amigas ya estaban acomodadas en el sofá y con la televisión encendida. Me senté al lado de Lia y las miré, necesitaba decírselo a las dos.
-Chicas, ha pasado una cosa esta tarde, mientras estábamos de camino al restaurante.
- ¡Te has besado con Trevor! – gritó Danielle efusivamente.
- ¡¿Qué?! ¡No! Claro que no, eso no es.
- ¿Entonces? – dijo Lia.
Me senté más al borde del sofá y las miré.
-Creo que he visto a Ian.
Danielle y Lia se me quedaron mirando, atónitas a lo que les había dicho. Luego, se miraron entre ellas, como diciéndose con la mirada que responderme.
-Mmm, ¿estás segura de eso? Había muchos chicos en la calle y a lo mejor te pareció haberlo visto cuando en realidad era otro – dijo Dani.
Negué con la cabeza. Estaba completamente segura de lo que había visto. Era él.
-No chicas, ojalá me hubiera equivocado, pero... es que era él. Y, además, hay otra cosa que os debo decir que me pasó hace unos días.
- ¿El qué? – preguntó Lia preocupada.
-Alguien se coló en mi habitación y puso una carta de amenaza en el cajón de la cómoda. ¿Y si fue Ian? ¿Y si él fue quien entró y...? Yo estaba en casa, había podido hacerme algo si quisiera. Enserio chicas estoy aterrada no quiero que vuelva a suceder – dije mientras temblaba ligeramente.
Danielle se levantó y se arrodilló a mi lado, me tomó de las manos y sonrió, intentando tranquilizarme.
-Tranquila, estamos contigo. Si Ian vuelve no dejaremos que te haga nada malo. Pero si te sientes más segura, esta noche podemos dormir las tres juntas y mañana, en el chiringuito les diremos a los chicos esta situación, trabajamos con ellos prácticamente todo el día, si ellos ven a Ian nos lo comunicarían, ¿de acuerdo?
Asentí, sintiéndome más segura por las palabras de mi amiga. Y, sinceramente, en lo más recóndito de mi subconsciente deseaba que él no estuviera aquí, que solo fuera mi imaginación.
-Bien, ahora que estamos más tranquilas y aprovechando que Amanda nos ha contado lo que la preocupaba... yo también tengo que confesar algo – dijo Dani volviéndose a sentar en el sofá.
Lia y yo la miramos con las cejas levantadas esperando que nos dijese algo.
-He estado hablando con Gael, mi jefe.
Abrí la boca durante unos segundos sin poder creerme lo que mi mejor amiga me estaba diciendo. Y, nunca hubiese imaginado que fuera eso porque, Danielle nos contó que no sentía lo suficiente como para "querer de una manera especial" a su jefe. Aunque realmente solo hablaba con él, tampoco lo tenía prohibido.
- ¡No me miréis así! Es que últimamente no sé lo que me pasa. Me siento muy atraída hacía Allen, ya habéis visto esta noche en la cena. Pero ahora estoy empezando a sentir algo también por Gael, supongo que es de todo el tiempo que no le veo, pero no sé, estoy echa un puro lío...
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En mil pedazos
Teen FictionUn corazón roto en mil pedazos... Su corazón. Amanda White, con sus veinte años, intenta por todos los medios volver a hacer sanar su corazón. Sin embargo, todo se le volverá difícil. La sensación de ahogo es tan grande que incluso la propia Aman...