Capítulo 12

20 0 0
                                    

La nota temblaba entre mis manos, sacudiendo las palabras que la conformaban. Sentía miedo, mucho miedo dentro de mí, navegando por todo mi cuerpo y descansando en la parte más sensible de mi ser; mi corazón. Iba a romperla... a romperla en... mil pedazos. Sin embargo, no lo hice. En su lugar, volví al salón para enseñarsela a mis amigas, a que ellas entendieran que esto ya se estaba descontrolando. Lia fue la primera en levantarse, coger la nota y leerla.

-Esto será una broma, ¿no?

Me la devolvió mientras negaba con la cabeza. Ojalá lo fuese... luego, se la tendí a mi otra amiga para que la leyera.

-¿Quién lo ha escrito? - me preguntó Dani dándome la nota.

Levanté ambas cejas y me quedé mirándola. Mis ojos lo expresaban todo, aun así dije:

-¿Crees que si lo supiera estaría temblando así? - le dije, levantando un poco la voz sin querer mientras le enseñaba las manos.

Pensé que Danielle me entendería, supuse que comprendería la estúpida pregunta que había hecho y que me pediría perdón. No fue así.

-¡No me hables así! Yo no tengo la culpa de que alguien te esté acosando - me espetó cruzándose de brazos.

-¡¿Y crees que me hace gracia esta situación?! ¡Por lo menos podrías comportarte como si te importara!

Danielle dio un paso hacía mí pero antes de que pudiera dar otro, Lia se interpuso entre las dos. Nos miramos durante unos segundos, y lo que me respondió fue la gota que rebasó el vaso.

-Tal vez tengas razón - sonrió - y tal vez ni siquiera me importe.

Y dicho eso se fue hacía su habitación, dejándome con la palabra en la boca. Quise ir detrás de ella y decirle unas cuantas cosas, sin embargo el brazo de Lia me lo impidió. Negó con la cabeza, como diciendo "no vale la pena". Danielle no estaba bien, me había dado cuenta esta tarde, y ahora, viendo como había reaccionado conmigo en una situación como esta comprendí que lo que le pasaba era muy grave. Pero no podía hacer nada si ella no se abría a nosotras y nos explicaba porque actuaba así, porque parecía que todo lo que dijeramos la molestara.

Lia y yo nos volvimos a sentar en el sofá y solté un gran suspiro. La nota todavía reposaba entre mis manos, releí lo que ponía y no pude evitar que un escalofrío me inundara todo el cuerpo. Al instante, mi mente se llenó de posibilidades de quien podría ser ese acosador...

-¿Tienes alguna idea de quién podría ser? - me preguntó Lia.

-No... sin embargo, sabe mi nombre, eso quiere decir que yo le conozco. Pero, ¿quién en su sano juicio viajaría hasta Miami para enviarme notas como esta?

-A lo mejor no lo conoces y él oyó tu nombre, por eso lo sabe.

-¿Y dónde lo oyó? - le pregunté, mirándola a los ojos, ella se encogió de hombros - solo me he estado relacionando con vosotras y los chicos, nadie más sabe como me llamo.

-No lo sé, pero esto ya es demasiado, Amanda. Un desconocido a entrado aquí, imaginate que hubiera entrado cuando nosotras estuvieramos en casa, a saber lo que nos podría haber hecho.

Me quedé pensando en eso. Y, recordé el día en que encontré la primera nota. Estaba metida en un cajón del armario, eso quería decir que ese desconocido sí había entrado en la casa y se había tomado su tiempo para guardarla. También recordé que el día anterior no había ninguna nota entre la ropa y al día siguiente sí la encontré. Ese hombre había entrado por la noche mientras las tres dormiamos...  Tal vez debería de empezar a tomarme estas cosas enserio. Solo faltaban dos meses para que las chicas y yo volvieramos a Madrid. Esperaba que cuando eso sucediera toda esta pesadilla terminara, ¿pero y si me seguía hasta mi casa? Dejé que esos pensamientos desaparecieran por si solos y le dije a Lia que yo ya había tenido bastante y que me iba a la cama. Ella asintió y me deseó las buenas noches. Antes de entrar en mi habitación, pasé junto a la de Dani. Estuve tentada a entrar y a disculparme. No lo hice.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Aug 09, 2022 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

En mil pedazosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora