VERSIÓN REESCRITA EN MI PERFIL (2022 VER.)
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❝ ¡Sonikku!, ¿tendré que castigarte por tu mal comportamiento otra vez? ❞
¿Quién se atrevería a decir que un color semejado a la pureza como el rosado, podría llevar tanta maldad dentro?
Porque la vi...
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La llamada "Parejita perfecta" por muchos y, aunque ese título suene demasiado, a los ojos de los demás se podría deducir eso: Nunca peleaban, siempre se les veía juntos, resumidamente siempre estaban felices con el otro.
Caminaban lento mientras mantenían una simple conversación por la calle; volvían de una de las tantas citas del psicólogo del cobalto, al cual le diagnosticaron depresión hace un par de meses ya.
─ Entonces cuando intento correr contra la plataforma esa, mi hermana le puso el pie y ¡Zaz! Manic de cara contra el suelo, jajaja; nos costo lavar la ropa por una semana con Sonia pero valió la pena por su reacción. ─ Contaba animado una de sus tantas anécdotas, en los últimos meses era extraño verlo así de feliz.
─ Ush, ¿me recuerdas hace cuanto fue eso?
─ Hace... Un par de meses; 5 meses antes de que nos mudaramos juntos.
─ Deberías madurar ya, tienes 20 y aun te sigues creyendo un niño de 12 por Chaos. ─ Responde de mala gana junto una mirada fria.
─ Perdón. ─ Y así como llegó, se fue la alegría que lleno de vida esos ojos verdes que ahora se volvían a mantener opacos.
─ Ay, que llorón eres; no era con mala intención y lo sabes.
─ Lo se pero-
─ Mira, ya llegamos.
Amy saca las llaves de la vivienda que compartían; ingresan al domicilio y dejan tanto como la cartera de la rosada y la mochila del cobalto en el sofá más grande.
No era una casa con tanto lujo, solo lo esencial y algunos "engañitos". La casa contaba con 2 pisos y un pequeño sótano que más que nada servía como bodega para cosas viejas y ropa de la temporada contraria. Se podría decir que vivían felices en lo que cabe.
El sientan en el sillon y se disponen a ver una película la cual Sonic no toma mucho en cuenta al estar revisando su celular.
─¡Hey! Toma atención a la película. ─ Amy le da un empujón suave , logrando que el cobalto sobresalte y suelte su celular para caer luego a uno de los lados del sillón.
─ ¡A-ah! Perdón, pero tampoco es razón para botarme el celular. Chaos, ¿Como entramos el sillon a la casa? No alcanzo a pasar mi mano por el microscopico espacio que queda.
─ Hmm, creí que mi novio sería más fuerte y lograría mover el sillon.
Una sola frase ya es capaz de romper en pedazos la autoestima del oji-esmeralda. Este logra sacar con un poco de esfuerzo su teléfono sin embargo no se vuelve a sentar en el sofá.
─ Cr-creo que voy a ir a dormir; estoy cansado. Buenas noches Ames.
─¿Tan temprano? Apenas y son las 8 de la tarde. Creí que aguantabas más.
─ Yo también lo creí, y ahora estoy en tratamiento por intento de suicidio. Como sea, buenas noches otra vez.
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