Capítulo 40: Paseo

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Carlos: Yo encerio crei q ya estaba muerto.

Akin: (sonrie) Ja. Me gusta este lugar, me trae varios recuerdos.

Carlos: Siii , a mi también me gusta.

Akin:Aquí fue donde te pedí que fueras el comandante de mis tropas. Recuerdas?

Carlos: Jaja como olvidarlo, ese día estaba encabronadisimo por que me habias ganado la corona en aquel torneo. Quien diría que terminariamos siendo muy buenos amigos.

Akin: Si, quien lo diria.

Carlos:Akin te puedo hacer una pregunta?


Akin: Claro, por supuesto.

Carlos:Ya llevas mucho tiempo con Astrid como novios y la has nombrado como reina siguiente en el trono si algo llegará a pasarte. ¿No has pensado en casarte con ella ?

Akin: No lo se creo q aún no es el momento indicado, sabes.

(mientras tanto dentro del castillo se aparecía Baldo enfrente de Dalia Astrid y Senn)

Astid: No heres bienvenido en este lugar.

Baldo:(acaricia suavemente la mejilla de Astrid) Tranquila preciosa no te pongas haci.

Senn:¿Que haces aquí Baldo?


Baldo: Shhhhh silencio. Sólo bine a reclamar lo que es mío por derecho.

Senn: No se a que te refieres.


Baldo: Si, ya que Akin esta muerto y el comandante ósea Carlos también esta muerto. Por mi naturaleza yo merezco el trono.


Dalia: Estas muy equivocado. Los siguientes en el trono serían Astrid y Senn y tu quedarías en la sucesión de...... A ver déjame ver........ Nunca.


Baldo: Tu no te metas sirvienta inútil.

Senn: Te prohibo que le hables haci a la novia de Carlos y comandante de las tropas del sur.

Baldo:Ahora resulta que cualquiera puede ser comandante.

(en el jardín)

Carlos: Vamos Akin ya deberías de casarte con Astrid.

Akin: Espera. ¿sientes eso?

Carlos: No me cambies el tema.

Akin: No encerio, se siente el ki de Baldo?

Carlos: Cierto y biene del castillo.

Akin: Vamos.

(Se teletransportan al castillo)

Akin: Baldo ¿Que haces aquí?

Baldo: ¿Akin? ¿Y Carlos? Más bien la pregunta sería ¿Que hacen ustedes aquí? Crei que estaban muertos.

Akin: Pues creiste mal.

Baldo: Un momento entonces la estatua que se esta contruyendo allá afuera no es por tu muerte y esa armadura que. Claro devi suponerlo ahora heres un Dios.

Un Rey GuerreroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora