Capítulo 4 Los Hombres Congregados parte 4

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Mes de Fuego Bajo (9no Mes), Día 3, 09:42

Brain salió de la residencia de Gazef.

Miró por sobre su hombro y memorizó su apariencia para poder encontrar su camino de regreso. No podía recordar cómo se veía cuando había sido arrastrado hasta aquí por Gazef; su mente había estado un poco confusa por la hipotermia.

Conocía la ubicación de la casa de Gazef porque había planeado hacerle una visita para retarlo a una pelea. Sin embargo, ya que sólo lo había oído de alguien más, había algunos errores en la información.

“Ese techo no tiene ninguna maldita espada clavada en él.”

Observó la casa con cuidado mientras maldecía al informante que le había dado información equivocada. Era mucho más pequeña cuando la comparaba con las casas en las que vivían los nobles. Si uno tuviera que compararla, la casa se veía como si un ciudadano moderadamente adinerado pudiera vivir en ella. De cualquier forma, era más que suficiente para tres personas: Gazef y la antigua pareja que trabajaba de sirvientes con cama adentro.

Guardándola en su memoria, Brain continuó caminando.

No se dirigía a ningún lugar en particular.

No quería ir más por los alrededores en busca de ítems mágicos, armas o armaduras.

“¿Qué debería hacer…?”

Sus murmullos desaparecieron en el espacio vacío.

No importaría incluso si fuese a algún lugar y desaparecía. Incluso ahora, su mente se sentía bastante atraída a esa idea.

Aunque buscó en su corazón por algo que quisiera hacer, sólo encontró un agujero en su lugar. Ni siquiera quedaban las cenizas de su objetivo destrozado.

¿Entonces por qué—?

Mirando hacia abajo, la katana estaba en su mano derecha. Bajo sus ropas, estaba vistiendo su cota de malla.

La razón por la que sostenía la katana antes de llegar a la capital, era por miedo. Aun si sabía que no le serviría contra el monstruo llamado Shalltear, que había bloqueado sus más poderosos ataques con la uña de su dedo meñique, la ansiedad de encontrarse sin ella era demasiada para soportarla.

Entonces ¿por qué la seguía sosteniendo? No habría importando incluso si la hubiera dejado atrás. Como era de esperarse, ¿era porque estaba nervioso?

Pensando sobre ello, Brain inclinó la cabeza a un lado.

No.

Sin embargo, en lo que respecta a la emoción que lo había llevado a traer su katana consigo, no hubo respuesta.

Brain caminaba mientras recordaba la capital de cuando la había visitado por primera vez. Mientras que los edificios como el Gremio de Magos y el palacio no habían cambiado, pudo ver muchos otros edificios que eran nuevos. Mientras Brain intentaba disfrutar de la brecha en sus recuerdos, hubo una conmoción más adelante en el camino.

Frunció el ceño ante la conmoción. El sonido viniendo desde el frente estaba cargado de un sentimiento agudo de violencia.

Cuando estaba a punto de tomar un camino diferente, sus ojos fueron atraídos hacia un hombre mayor. El anciano se veía como si se estuviera deslizando con facilidad entre la multitud mientras se dirigía más al centro.

“… ¿Q-qué? ¿Qué son esos movimientos?”

Sus ojos parpadearon varias veces mientras se le escapaban las palabras involuntariamente. Esos movimientos eran demasiado increíbles. Le hacían pensar que acababa de ver una ensoñación, o tal vez que era el resultado de algún tipo de hechizo.

Overlord 5 : Los hombres del ReinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora