Kisame alzó las cejas ante la imagen que presenciaba, porque para él era completamente diferente a lo que se pudiera imaginar.
Cabello atado en un moño alto y desordenado, una camisa casi dos tallas más grande con una mancha de salsa sobre ella, combinado a pantalones de ejercicio y sandalias de playa. Claramente esa no podía ser la misma persona y en definitiva esa no era Konan.
"Uhmm… losiento ". Musitó con cuidado, sintiendo arder su cara y eligiendo sus palabras mientras daba una ligera reverencia. Estaba tratando de procesar con su cerebro al mil porciento su vergüenza. "Yo me equivoqué de apartamento". Pronunció nervioso intentando desviar su atención de la persona que lo miraba estática sobre la entrada, rasco su nuca y sacó la nota del bolsillo de sus pantalones azules.
Reviso la dirección un par de veces mientras se encaminaba por el pasillo hasta las escaleras, ¿Había dado una vuelta mal? ¿Estaba seguro de haber girado a la izquierda en la avenida? ¿Si era este edificio?
"Kisame". Llamaron por lo alto, con una voz que él genuinamente reconocía, antes de que el prosiguiera su camino hacia las escaleras.
Se giró dudoso y miró de nuevo ese rostro impasible de la mano derecha de su gefe. Trago pesado ante la imagen presentada, sintiendo la incomodidad de estar frente ella en esas condiciones.
Porque, por dios santo! cómo tener el mismo nivel respetó de quién ves en pijama!
Konan por su parte ya había salido de su estupor, y hace mucho que era incapaz de sentir ciertas incomodidades con respecto a los que sus compañeros de equipo pensaran, pero sin dudarlo ver a kisame en la puerta de su apartamento la había tomado con la guardia baja.
Ella a fin de no cometer más errores, había echó un clon que rondase el edificio de Akatsuki para informarle de misiones o ajustes que requieran de su atención, con ello se había quedado conforme de no tener que estar dejando a Sakura y de paso apaciguar su inminente irá hacia Pain.
Pero eso no respondía que hacía el hombre tiburón ahí. Aunque pareció leer su mente cuando le entregó un pergamino sellado.
"El informe de la misión de infiltración y rastreo en Sunagurekage". Konan recordaba eso, le había pedido que le entregaste su informe tan pronto llegará, fue justo luego de.
"Sharky" Llamaron detrás de las piernas de la kunoichi, Kisame volteo a ver para encontrarse con una niña pequeña de ojos verdes como vitrales que le observaba. El la recordaba, de aquella misión que tuvo antes de salir a Suna hace 3 semanas atrás. .
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No había nada más que ruinas y escombros, por toda la isla, los médicos no se daban abasto y en este punto algunos solo esperaban la muerte en un costado de la carretera principal.
Kisame solo pudo sentir pena ajena, pero no podía hacer nada más por ellos.
Cuando levantó un pedazo del edificio destruido creando una aventura, Zetsu al fin pudo salir cargando cuerpos a sus espaldas. Llevaban toda el día haciéndolo, encontrando en su totalidad gente muerta. Pero quizás, lo que más le rompía era ver cadáveres de niños.
