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Escribir nunca había sido una tarea tan difícil, ni siquiera cuando era pequeño. Y aun así, sus dedos seguían equivocándose con cada tecla que presionaba. Su cerebro confundía las letras, haciendo oraciones que carecían de sentido y que Youngho habría desaprobado si pudiera verlas. Era un desastre.

Dejó de escribir cuando Sehun colgó el teléfono y lo miró, quizá por enésima vez desde que había comenzado con la llamada. Yixing alzó la cabeza lentamente, atraído como un imán por los bonitos ojos en forma de media luna.

Los labios de Sehun se curvaron en una sonrisa cuando sus ojos se encontraron, una tan linda que Yixing le sonrió de vuelta.

—¡Atención! —La voz de Sehun retumbó por toda la habitación. Se puso de pie, para que todos a su alrededor pudieran verlo mejor—. Hemos recibido pedidos adicionales de dos libros. El primero es.... —Levantó un libro de pasta dura con portada amarilla.

—¡Es mío! —Jongdae saltó de su asiento y señaló el libro—. ¡Yo lo edité!

Todos aplaudieron, sobre todo Minseok, que parecía feliz por el logro de su esposo.

—Es el sexto pedido de este —continuó Sehun.

Baekhyun y Kyungsoo se unieron a los aplausos pese a que recién habían llegado a la editorial. El presidente avanzó unos pasos y chocó su mano con la de Jongdae a modo de felicitación.

—Buen trabajo a todos —dijo Baekhyun.

—El siguiente libro es....

Yixing se quedó quieto cuando Sehun levantó el segundo libro y lo extendió en su dirección.

—¡Yo edité ese! —exclamó Seulgi. Se puso de pie de un brinco y saltó sobre su lugar mientras el resto aplaudía su esfuerzo.

—No sólo debemos celebrar el trabajo de Seulgi —Le interrumpió Sehun—. Les pido un aplauso para Zhang Yixing de soporte técnico.

Nadie se atrevió a contradecir al editor en jefe, pero ninguno entendió la aportación de Yixing para el incremento de ventas.

—Aumentó la compra desde que Yixing-sshi hizo algunas viñetas del libro para nuestro sitio web. —explicó Sehun.

Baekhyun le dedicó una mirada brillante a Yixing.

—Soporte técnico siempre hace un gran trabajo. ¡Muchas felicidades, Yixing!

Por primera vez, Kyungsoo también aplaudió. Ya no parecía a punto de asesinar al chico, no desde aquella conversación en su oficina.

—¡Nos has traído suerte! —aseguró Jongdae, alzando sus pulgares hacia Yixing.

—Eres el mejor —Le felicitó Minseok.

Yixing se puso de pie e hizo una reverencia a modo de agradecimiento por sus palabras.

Segundos más tarde, y ya que no parecía tener la concentración para seguir con su trabajo, se escabulló a la sala de conferencia para celebrar su pequeño logro.

Saltó como un niño y soltó algunos grititos de felicidad que, desde la perspectiva de cualquier persona, sonaron graciosos. Después bailó, al ritmo de una inexistente canción.

—¿No deberías estar en el centro comercial? —preguntó Sehun, recargado en el marco de la puerta—. Debes ir por los regalos de los escritores.

Yixing se detuvo. Acomodó su cabello y alisó su chaqueta.

—Iré ahora mismo, señor Oh.

—Claro. Xing, ¿estabas bailando?

Eres un capítulo aparte [SeXing]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora