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Yixing estaba feliz. Podía sentir la emoción correr a través de su cuerpo, desde sus pies hasta el último de sus cabellos.

Fue ese sentimiento de alegría el que lo impulsó a escuchar música durante todo el trayecto del autobús, cantar en voz baja, y contestar las felicitaciones de Chanyeol y Jongin con más emoticones de los usuales. Como si eso no fuera suficiente, descendió los escalones del bus con pequeños saltitos, lleno de un aire juvenil que lo hizo lucir igual al adolescente energético e impulsivo que solía ser.

Caminó con pasos que diferían de longitud de vez en cuando, y tarareó la canción que dejó de sonar en sus oídos luego de guardar los audífonos en su mochila.

Miró a su alrededor, disfrutando de la soledad del lugar y del viento que a veces le desordenaba el cabello al soplar en su dirección.

En medio del silencioso camino, escuchó el timbre de su celular, acompañado de una vibración sobre su pierna que lo hizo detenerse en su sitio.

Sacó el teléfono de su bolsillo y miró el nombre que brillaba en la pantalla con insistencia. Deslizó su dedo sobre el cristal, después pegó el dispositivo contra su oído.

—¿Sí, señor Oh?

—¿Dónde estás?

—Estoy en el parque del vecindario —respondió.

—Parece que estás animado —notó Sehun. No necesitaba estar ahí para verlo, la voz de Yixing parecía más tranquila, relajada.

—Lo estoy —asintió—. Muy, muy feliz. Volví a sentirme vivo. Ahora siento que puedo hacer cualquier cosa.

—¿Ah, sí?

—Recordé mi antiguo trabajo —Hizo una breve pausa antes de continuar—. Cuando comencé a trabajar en la editorial estaba muy asustado, Sehun-ah. No sabía nada sobre la creación de libros, sólo quería trabajar duro para sobrevivir. Sentí que había pasado a ser algo obsoleto en el mundo acelerado de hoy.

Ensimismado, Yixing no notó la figura que se detuvo a un par de metros de él, tampoco lo errática que parecía ser la respiración de Sehun contra la bocina.

—¿Y ahora? ¿Ya no tienes miedo?

—No. Quiero felicitarme a mi mismo —Se balanceó sobre sus pies, de atrás hacia adelante—. Quiero decir: "Lo hiciste bien, Zhang Yixing. Estoy orgulloso de ti". Algunos meses atrás lloraba por no tener un empleo, ahora tengo uno que me gusta mucho. Creo que soy bueno en lo que hago —Soltó una risita avergonzada—. Lo siento. Eso fue pretencioso.

Sehun rió con él, enternecido con su comportamiento

—Está bien, hyung.

—Lo sé. Estoy feliz, y hoy quiero disfrutar ese sentimiento al máximo —Una sonrisa brillante surcó su rostro—. Sehun-ah.

—Dime.

—Me alegra que estés... a mi lado —confesó. Dudó unos segundos, debatiendo consigo mismo si debía parar o continuar. Con las mejillas completamente sonrojadas, decidió ser valiente aquella noche—. También me alegra que hayas tomado mi mano. Me hiciste sentir seguro. Muchas gracias, Oh Sehun.

El menor no pudo contenerse más. Finalizó la llamada y rodeó su boca con las manos para formar un improvisado megáfono.

—¡Zhang Yixing! —llamó.

Yixing giró en su sitio, encontrándose con un sonriente Sehun que corría hacia él. Apenas tuvo tiempo de guardar su teléfono, antes de que el chico le tomara entre sus brazos y le levantara del suelo para estrecharlo con fuerza.

Eres un capítulo aparte [SeXing]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora