Eres un capítulo aparte [SeXing]

18

Sehun aguardó con paciencia. Colocó sus manos sobre sus rodillas, frotándolas en un gesto nervioso que no pretendió ocultar; su espalda permaneció recta, tanto como la silla se lo permitía. Al cabo de unos minutos sus labios se tensaron en una fina línea, debatiéndose en si debían abrirse o no para hablar. Decidió esperar un poco más.

En esa posición, cualquiera que le hubiera visto habría creído que era un universitario en busca de un empleo, y de alguna forma así era. Tal vez no era un universitario, pero sí buscaba un empleo, no para él, sino para su novio.

El currículum que Choi Siwon sostenía le pertenecía a Yixing, y Sehun esperaba que pudiera encontrar en ese papel las características que hacían valioso a su hyung para cualquier empresa.

—Es altamente calificado —declaró Siwon. Bajó los documentos y los devolvió al portafolio en el que Sehun los había traído—. Me temo que no podemos entregar un currículum así.

—¿Por qué? —Se inclinó sobre su asiento, dispuesto a defender la valía de Yixing—. Tiene mucha experiencia.

—Lo sé. Es por el impás laboral —suspiró—. Las agencias de publicidad avanzan rápidamente, no pueden aceptar personas como él.

—En las ofertas para esos puestos dice que puede postularse cualquiera con experiencia en el área —protestó—. Dime en qué empresas....

—Es por discriminación e ilegalidad —Le interrumpió Siwon—. Aceptan todos los currículums y luego los filtran. Lo siento, Sehun. Él nunca llegará a una entrevista.

La respiración de Sehun se cortó, como si las palabras del mayor hubieran sido un golpe en su estómago.

—Podría ajustarse bien, sólo necesita tiempo —intentó.

Siwon le dedicó una sonrisa comprensiva.

—Es muy complicado. No puedo asignarle el puesto de gerente por el tiempo que ha pasado sin trabajar, y dada su experiencia, tampoco puedo darle un cargo menor.

—¿Qué hay de una compañía pequeña?

—Escucha, Sehun —Abandonó la postura formal que había mantenido hasta ese momento y estiró su mano para apoyarla sobre el hombro del muchacho—, lo mejor será que dejes de ir en esa dirección. Invítalo a comer y anímalo. Sé que es duro e injusto, pero él no podrá volver a publicidad. Hay más de doscientos aspirantes que son jóvenes y siguen en espera, ¿qué ocurrirá con él?

—No es tan sencillo.

—Dar las malas noticias nunca lo es —Apartó su mano para tomar su billetera y sacar su tarjeta—. Déjame comprarte un café, ¿de acuerdo?

—No es necesario —Tomó su mano para detenerlo y se puso de pie—. Ya debo irme.

—¿Estás seguro?

Sehun asintió. Estiró su brazo y alcanzó el portafolio con los documentos de Yixing.

—Gracias de todos modos, hyung.

—Encontrarán algo, Sehun —Le consoló.

El menor no estaba convencido de ello, de todos modos, una tenue sonrisa apareció en su rostro a modo de despedida.

Regresó a su hogar sintiéndose exhausto. Había perdido la cuenta de todas las veces había obtenido una respuesta similar en las últimas dos semanas. No podía hacer nada y sus posibilidades estaban cerca de agotarse.

Agitó la cabeza, concentrándose en la carretera y no en la sensación de impotencia que comenzaba a apoderarse de su cuerpo.

La música que salía de la radio se cortó de repente. El nombre de Seo Youngho brilló en la pantalla del celular de Sehun, acompañado de una melodía pegajosa.