Youngho se obligó a dejar de lado los pensamientos que surgieron en su cabeza. No quiso imaginarse algo que no sucedía. Fingió que no vio nada entre ellos, nada que pudiera ir más allá de una simple interacción entre un buen jefe y un subordinado.
Se aclaró la garganta y compuso una sonrisa antes de avanzar. Se anunció con el sonido de sus pasos, que fueron lo suficientemente ruidosos para que Yixing pudiera volver en sí.
—Saldré pronto del trabajo —habló en voz baja el mayor, como si temiera que Sehun pudiera escucharlo—. ¿Puedes esperar diez minutos? Sólo buscaré mis cosas.
—De acuerdo —contestó Jaehyun, con una sonrisa brillante que Yixing no pudo ver.
Colgaron. Yixing bajó el dispositivo lentamente, pasando su mirada de Sehun a Youngho con timidez. Hizo una reverencia a ambos, luego abandonó el lugar sin decir una palabra.
Sehun apartó su vista de la figura de su amigo y la llevó al libro sobre la encimera, Yixing había olvidado tomarlo antes de irse.
—¿Querías hacerte el grandioso? —bromeó Youngho con una sonrisa, en un intento por aligerar el ambiente que en algún punto se había vuelto tenso.
Sehun no pudo corresponder su sonrisa, tomó el libro y siguió los pasos de Yixing con desgano.
Regresó a su oficina, donde Minseok y Jongdae discutían sobre si debían salir a divertirse a alguna parte después del trabajo. No les prestó mucha atención, sus pensamientos sólo podían ir a Yixing y esa llamada que no podía ser de otra persona además de Jaehyun. Y ya que sabía cuáles eran las intenciones de Yoonoh, no fue difícil para él saber por qué Yixing tenía tanta prisa por irse. Era claro, Jaehyun y su mejor amigo tendrían una cita.
—Me voy, buenas noches —Se despidió Yixing, con el abrigo en el brazo izquierdo y una mochila sobre su hombro diestro.
—Yixing-sshi —Llamó Sehun.
El nombrado giró torpemente para mirarlo.
—¿Sí, señor?
Sehun le extendió la copia del libro que había olvidado. Yixing se sonrojó, avergonzado de olvidar el regalo de su mejor amigo.
—Lo siento —Se disculpó con una reverencia—. Gracias, señor Oh —Tomó el libro y volvió a caminar.
Sehun se debatió por unos cortos segundos qué debía hacer, y sin importarle lo que los demás pudieran pensar de él, volvió a llamar a Yixing.
—¿Sí, señor? —El mayor giró de mala gana, incapaz de ignorar de esa manera a su superior aunque éste también fuera su mejor amigo.
Sehun le extendió una tabla con un par de hojas, que Youngho contempló de reojo desde su escritorio con curiosidad.
—Es la orden de producción de la señora Song —explicó—, corrige los errores que están en rojo.
Yixing abrió los ojos en una mezcla de sorpresa y enojo. Negó con la cabeza, señaló la ventana con un movimiento y después al elevador, su boca gritando un silencioso "no puede hacerlo".
Sehun lo ignoró. Agitó la tabla para que la tomara, con una expresión impasible que le aseguraba al mayor que no cambiaría de opinión sólo porque Jaehyun esperaba afuera.
—¿No te llamó alguien? —intervino Youngho con una sonrisa amable—. Yo puedo hacerlo si... —Estiró una mano para tomar la tabla con papeles, pero Sehun la movió lejos de su alcance antes de que siquiera pudiera tocarla.
—Yixing puede hacerlo —aseveró el editor.
Youngho bajó la cabeza y asintió, no podía hacer nada si Sehun no estaba dispuesto a ceder.
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Eres un capítulo aparte [SeXing]
أدب الهواةA nadie le interesa salir con alguien divorciado y desempleado; Sehun no sólo está enamorado de un hombre con esas características, también está dispuesto a darle un hogar y a ayudarlo en el comienzo de una nueva vida. *Mención de M-Preg *Adaptación...