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—Sólo fue un beso —repitió por enésima vez.

Miró su reflejo con solemnidad, como si tratara de convencerse a sí mismo de que sus palabras eran ciertas.

—He dado cientos de besos antes —rememoró, con los brazos en forma de jarras sobre su cadera—. Lo de ayer fue un simple roce. Vamos, Yixing. Eres mayor que él, eres un hombre maduro —Alzó una mano para golpearla con suavidad sobre sus labios—. Chocaron así, no fue nada. Sólo eso, un choque.

El sonido del agua al bajar por el escusado lo hizo dar un respingo en su sitio. Se cubrió la boca con el antebrazo para reprimir un sonido de sorpresa, y giró a tiempo para ver salir a Minseok de un cubículo.

Su superior trató de reprimir una sonrisa por lo divertido que le parecía la situación, pasó junto a él y se lavó las manos, como si en realidad no hubiera escuchado lo que Yixing pretendía que fuera un monólogo interno.

El chico de soporte se sonrojó en cuanto Minseok giró el rostro en su dirección y estiró los labios como si fuera a darle un beso, demostrándole que estaba enterado de todo.

—Parece que te ocurrieron muchas cosas ayer, Yixing-ssi —comentó Minseok, con un tono alegre que rozaba la emoción.

—No fue nada —Se apresuró a contestar.

Minseok golpeó su brazo izquierdo con suavidad y le sonrió.

—¿Besaste a un chico?

Oh, ahí estaba de nuevo, el rubor que encendió las mejillas de Yixing hasta acalorar su rostro.

—Fue sólo un roce —repitió.

—Eso es mucho. Por cierto, ¿es menor que tú? —Minseok fingió timidez—. Escuché que eres mayor que él.

—Es un amigo que es como un dongsaeng para mí.

—Entonces eres mayor —confirmó Minseok con una sonrisa brillante—. No deberías sentirte mal. Eres afortunado, yo sólo tengo a Jongdae.

Yixing no pudo evitar soltar una risa ante el comentario. Minseok se le unió antes de llevarse un dedo a los labios con gesto cómplice.

—Es un secreto —continuó.

—Lo guardaré bien si usted guarda el mío.

—Lo haré.

Se escuchó el sonido de una palanca al bajar, y con éste, el de una puerta que abrió paso a la figura de Kyungsoo.

Yixing maldijo en voz baja. Dio un par de pasos hacia atrás, para que su jefe lavara sus manos al igual que Minseok había hecho un minuto atrás.

—Buenos días —saludó Kyungsoo, sin una expresión en particular.

Minseok se cubrió la boca para no soltar una carcajada, porque la imagen de Yixing asustado como un cordero le parecía graciosa en demasía.

—Buenos días, señor Do.

Kyungsoo se retiró, dejando atrás una expresión preocupada y otra divertida.

—Dígame que el señor Do no escuchó nada —pidió Yixing, con sus labios fruncidos en un puchero y sus cejas ligeramente juntas.

—Pides cosas imposibles, Yixing-ssi —Minseok cerró el espacio que había entre ellos para pasar su brazo alrededor de los hombros del chico—. El señor Do lo sabe.

Yixing se dejó arrastrar por el mayor, sin percatarse de la tercera figura que salió de un cubículo.

Mark apenas pudo contener su emoción ante aquella información, por lo que interceptó a Seulgi y Chanyeol en cuanto salió de los sanitarios.

Eres un capítulo aparte [SeXing]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora