Capítulo 11
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Narra Jenny
Pasarme todo el día en el bar, bebiendo chupitos, por lo menos ayudó a que despejara un rato, entre bebida y bebida pude caer un poco ebria, pero no tanto como caer de bruces, ni al otro día olvidarme de todo lo que suceda hoy.
—Hola, guapa —una chica hermosa de ojos café se sienta a mi lado, mientras me sonríe coqueta.
—¿Solita? —pregunto dándole un gran sorbo a mi chupito, pero sin quitar la vista de sus bellos ojos, esos que me miraban coqueta.
—Si, y veo que tu también —mira a los lados para asegurarse, y termina observándome a los ojos con esa intensidad.
—No te equivocas —me acerco mas a ella, y su olor inunda mis fosas nasales, huele muy bien esta chica.
Ella me sonríe y se acomoda mejor en el asiento.
—Y dime, ¿como te llamas? —pregunta jugando con la boquilla de su botella de cerveza.
—Jenny, ¿y tu preciosa?
—Laura...¿Quieres acompañarme a un lugar mas cómodo? —asiento dándole un último sorbo a mi chupito, y me levanto siguiéndola.
En mi auto llegamos a un edificio que ella misma me estuvo guiando, era de ladrillos y tenia unas siete u ocho plantas, aparque y salimos sin despegar nuestros ojos de nuestros rostros y cuerpos.
La tía estaba buena, traía una mini falda y un top sin tiras, su cabello castaño estaba suelto y ondeado, y traía un piercing en el ombligo, que me dieron ganas enseguida de jugar con él.
Subimos al ascensor sin dejar de observarnos mucho mejor con la luz que desprendía de aquel cuadro pequeño.
—¡Eres hermosa! —le digo detrás de ella, viéndola caminar y notando sus nalgas bambolear bajo su falda.
—Tu lo eres más —se voltea y me besa, sus labios sabían a cerveza y estaban un poco fríos, le seguí el beso, y nos fundimos con nuestras lenguas, esta chica si que sabe besar.
Abrió una puerta marrón con dificultad, y la cerró tras suyo con los pies, nos recostamos en el primer sofá que estuvo a nuestra vista, y caímos ahí tocando nuestros cuerpos, sus manos iban por debajo de mi camisa, mientras las mías jugaban con sus grandes nalgas, de curiosa la metí por sus bragas, y pude tocar su humedad, gimió en mi boca, y yo proseguí a tantear ahí y jugar con su mojazon, ella comenzó a darme besitos por alrededor de mi cuello, haciendo suspirar y jadear de vez en cuando.
Juega con mis senos, mientras yo trataba de penetrarle un dedo, gimotea cuando lo siente en su interior, y yo no me quedo atrás cuando ella logra meter sus dedos en mi vagina.
—¡Vamos mejor al cuarto! —nos levantamos y nos adentramos al mismo, entre besos y toqueteos por nuestra parte.
Narra Sasha
Ya estaba preocupada con respecto a Jenny, al salir no vi su auto, y Kiara y sus amigas se habían ido sin darme explicación alguna, ni decirme su paradero, ya que ellas sabían menos, porque vi como Kiara la trataba de llamar al móvil, y el mismo decía que estaba apagado, al final se dio por vencida muy rápido para ser su novia, y se fue dejándome a mi con los nervios de punta.
Llegué a casa caminando, y en todo su transcurso y me la pasé pensando en ella, y no me tranquilizó no ver su auto en el garaje, ni rastros de ella dentro de la casa.
Al final suspiré derrotada, y me di una ducha relajante, que aunque no me relajó mucho, por lo menos me calmó un poco.
Me la pase viendo la televisión, aunque no veía nada, ya a eso de las ocho de la noche, llegan nuestros padres, muy cansados y con ganas de nada.
—Hola mi niña, ¿la pasaste bien en tu primer día de universitaria? —me pregunta mi madre disimulando una sonrisa de oreja a oreja, tratando de esconder su cansancio.
—Mas o menos —suspiro pensando en el chico castaño de ojos grises y el mensaje de Jasón.
—¿Porque mas o menos? —frunce su ceño preocupada y sentándose a mi lado.
Genial, ahora preocupe a mamá, pensé.
—Un chico se la pasó persiguiéndome, y Jasón me mandó un mensaje extraño —le cuento, aunque ella solo sonrió.
—Ya tienes a alguien vuelto loco, ¿eh? —le doy un codazo en forma de broma y ella ríe más fuerte. —¿Y que te dice Jasón? —pregunta poco preocupada, y es raro en ella, ya que en si, Jasón y ella se llevaban bien.
—Que mañana por la tarde pasa a buscarme para hablar
—Oh, al fin se digna en visitar a su novia —me dice mientras pone atención a la película que estaban dando por el televisor.
—Si, eso parece. —trato de olvidarle de que el mensaje me resultó raro, y ponemos atención al televisor, las dos juntas.
—¿Y Jenny? —llega un Ignacio con su cabello negro mojado y alborotado, y en chándal, se ve raro así, ya que siempre lo veo vestido muy formal.
—No he sabido de ella desde que salí de la universidad —le explico y la preocupación regresa a mi cuerpo.
—Ella es así, ya no le doy mucha importancia, puede que regrese a las diez de la noche, o quizá a la una de la madrugada —se encoge de hombros y se sienta a nuestro lado, yo trato de no preocuparme mucho, ya que si es normal en ella, no hay de que preocuparse, aunque la curiosidad me invade, y en ves de prestarle atención a la película, mi mente viaja a una chica de bellos ojos azules y cabello negro azabache.
—Sasha, nos vamos a la cama, no te quedes tan tarde aquí ¿vale? —anuncia mi madre y deposita un tierno beso en la frente, yo asiento y me quedo allí pensativa.
Cuando iba a decidir rendirme y subir a mi habitación a acostarme, la puerta principal se abre, y una chica bella entra por la misma, con una sonrisa de tonta en la cara, como si algo muy bueno le hubiera pasado, y la curiosidad sigue invadiendo mi cuerpo.
—Sasha
—Jenny, ¿donde estabas? —le pregunto preocupada impeccionandola con la mirada.
—Bebiendo un poco, y pasándola bien —eso último lo dice con una sonrisa descarada, y creo haber comprendido.
—Vale —le resto importancia y decido marcharme.
—Duerme bien —me dice sin dejar de reír, y yo subo las escaleras con el ceño fruncido.
¿Porque estoy furiosa?
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M I H E R M A N A S T R A //Lésbico//
RomanceMis padres se habían separado dos meses antes de que mamá hubiera traído a casa un hombre, que por lo que pude entender, ya tenían una relación hacia rato, por lo que eso significaba que a papá le pusieron los cuernos, y bien puestos. -Hija, mañana...