Paz fue a buscar su cartera que se encontraba en mi habitación, yo aproveche y fui a donde estaba mi madre.
--Bueno...Gracias, perdón por lo que te dije, supongo que no es fácil para vos...-Dije un poco triste por todo lo que le había dicho anteriormente.
--Esta bien, todo lo que dijiste igual...es correcto, perdón por todo, te pro..-La interrumpí.
--No hace falta que prometas nada, solo con que seas una madre me alcanza, me voy, saldré con Paz por ahí.
No dijo nada solo se dió vuelta y siguió lavando la cocina.
--Ya estoy lista, vamos?.-Dijo Paz con su cálida sonrisa.
Asistí con la cabeza, ella se despidió de mi madre yo solo me derigí hacia la puerta para llamar al ascensor.
--Ok, y a donde vamos?.-Pregunte curiosa.
--No lo se jajaja.
Llamamos a un taxi que de casualidad pasó y le dijimos que nos lleve a el lugar mas tranquilo de la ciudad, él sonrío y dijo se el lugar perfecto, poco a poco pude ver una especie de costa, estaba como un poco abandonado, tal vez se debía a que del otro lado de los edificios habían muchos lugares de fiesta, los jóvenes de hoy son tan tontos, desperdician la belleza que nos brinda la naturaleza por alcohol y drogas. Llegamos, le pagamos al taxista y bajamos a esa especie de costa. Había unos bancos así que fuimos ahí y nos sentamos, el ambiente era muy tranquilo, el aire era puro y tenía una chica que había conocído la noche anterior cuando intente suicidarme.
--¿Qué te parece el lugar?.-Dijo sonriendo.
--Es agradable, y mas si tengo a ti como compañera.-Dije un poco avergonzada por lo que acababa de decir.
--Jajajaja eres muy amable...Cuéntame de ti...-Dijo interesada.
--Pues...Es complicado, pero lo básico es que mi nombre es soledad tengo 17 años y no tengo hermanos, solo tengo a mi abuela y mi madre, soy de Uruguay y como te diste cuenta vengo por Tokio Hotel.-Dije medio rápido.-¿Y de ti? Cuéntame algo sobre ti.
--Bueno...También es complicado, bueno ya sabes, me llamo Paz y no Gustav.-Río.--Tengo 19 años, y no tengo familia, digamos que murieron...
--Lo-Lo siento.-Dije tomándole un hombro.
--No, de echo no hay porque, soy feliz sin ellos.-Dijo soltando una pequeña sonrisa.--Y soy de acá capital, me dedico a la prostitución porque eso es todo lo que valgo, que en otras palabras sería nada.-Dijo bajando la mirada.
--No, tu vales, en cambio yo... Yo ni siquiera tendría que vivir.-Baje la mirada.
--¿Porque dices eso? Veo que todo el tiempo le estas reprochando algo a tu madre, ella realmente parece estar un poco angustiada.
--Pues ella es la responsable de toda mi tristeza.-Largue una lágrima.--Cuando tenía 7 años el que fue mi padrastro me violo, yo le había advertido a mi madre que el me hacia hacer cosas que yo no quería pero ella no me hacía caso, hasta que me vió casi muerta sobre su cama. Luego de eso me tomo desnuda de su cama y salió a la calle conmigo y no sabía que hacer, eran exactamente las 14:38, no soporto y me dejo en el medio de la calle, unos vecinos tuvieron que llevarme al hospital mas cercano, sentía que me moría, como mi respiración se dificultaba cada segundo, cada minuto, luego lo único que recuerdo que alguien me dijo que tenía que vivir, que tenía que cumplir un propósito muy importante en esta vida, luego ya todo se oscureció.
--Humm, es algo similar a lo que me paso.-Dijo mirándome a los ojos con un par de lágrimas.--Me pasó cuando era mas joven, tenía 16 años, llegue a mi casa en la noche, mi padre estaba borracho y él junto a mi madre estaban golpeando a mi hermana de 5 años, lo único que se me vino a la mente fue matarlos, así que fui a la cochera tome tanques de gasolina y rodeé la casa eran como las 23:20, así que todos mis vecinos estaban durmiendo, mi padre no estaba en buenos pasos, le debía dinero a mucha gente así que si el moría con los que se encontraban adentros podía ser un ajuste de cuentas, tome mi encendedor y lo tire a la gasolina, toda la casa estaba consumida en fuego en menos de 30 segundos, yo tenía que salir de ahí para que no sospecharan de mi, así que fui a parar al centro de la ciudad, a un callejón oscuro, un tipo me tomo muy fuerte y ni me desnudo solo me bajo mis pantalones y mis bragas, y me violo, cuando desperté estaba en un hospital y un doctor se me acerco y me dijo que mis padres junto a mi hermana habían muerto en un incendio y que a mi me habían violado, ya todo lo sabía pero tenía que disimulara así que llore desconsoladamente, un cuarto de esas lágrimas eran verdaderas, por mi hermana y por mi, las otras solo lo hacía por el acting. Así fui como llegue a la prostitución, era lo que valía mi cuerpo.-Dijo largando una pequeña sonrisa.
Me encontraba al lado de una asesina y aun así no le tenía miedo. Me sentía segura con ella, su historía era peor que la mía y aun así ella pudo seguir adelante, porque yo no podía?
--Solo lo siento por tu hermana y por ti... Creo que eres una especie de héroe para mi, nadie puede ser tan valiente como tú...-Dije mostrando orgullo.
--¿Héroe yo? Fui la mas cobarde de todas, huí de mis problemas en vez de afrontarlos. Por cierto, perdón por no haber actuado rápidamente ayer cuando el hombre te estaba...Te estaba manoseando, es que por un momento me acorde de cuando ese tipo me violo a mi y fue tan.. tan no se, sentí que tu eras yo y no pude reaccionar rápido. ¿Por cierto no me tienes miedo después de lo que te acabo de contar?.
--No pasa nada, de todos modos gracias por eso....No, no se porque no te tengo miedo, es mas me siento segura contigo. Luego de que te dijo eso el doctor, ¿a donde fuiste a parar?...
--A un hogar, donde habían muchos niños y adolescentes, se que no era por mucho tiempo así que resistí.
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Nunca hay salidas
Hayran KurguSe trata de una chica llamada Soledad de 17 años que intenta conseguir su sueño de conocer a Tokio Hotel, su pasado es triste y la madre se siente con culpa por eso. A lo largo de la historia conoce a Paz una chica con una historia un poco parecida.