Me encontraba corriendo junto a Gustav, estábamos muy felices, corriendo me caigo, el se tira sobre mi, estaba centímetros de su boca, podía sentir su respiración, estaba agitado , cuando estaba apunto de besarme...¡Bang! Le disparan...Me desperté gritando y traspirando, ¿porqué soñe con eso?, en eso viene mi madre.
--¿Estas bien? Que pasó que gritaste.-Dijo dirigiéndose a mi.
--Una pesadilla.-En eso comencé a llorar.
Mi madre sabía mis fuerte sentimientos sobre Gustav, sabía que me podían quietar todo en la vida menos el amor que sentía a Gustav.
--Oh hija, tranquila estoy aquí.-Dijo dándome un cálido abraso.
Se sentó a mi lado y me apoyo sobre su pecho y así me quede hasta dormir, no se si su presencia serviría de algo. A la mañana me levante y ella ya no estaba ahí, supuse que se fue a su cama cuando yo me dormí, estaba en la cama pensando en que faltaban 3 días para mi gran día para conocerlos, hoy tal vez iría al hotel donde se hospedan para ver si consigo ver a Gustav, me preguntaba si hoy vendría Paz, tal vez ella podría acompañarme, mi madre se sabe un para de canciones de Tokio Hotel, pero era solo por compromiso, solo para saber que era lo que mas me gustaba, mi madre entra y me saca de mis pensamientos...
--Buenos días, ya tengo pronto el desayuno, ¿vienes?.-Dijo alegre.
--Hola, si ya voy.
Sentía como que esa no era mi madre, era otra, nunca hace estas cosas, en fin me levante y me vestí, me arregle mas de lo común tenía el presentimiento de que hoy lo veiría, así que hasta me maquillaje, terminé y fui a la cocina ahí estaba mi madre con el desayuno pronto.
--Mmm, que bonita estas, ¿vas a salir?.-Dijo sonriendo.
--Si, voy a ver si consigo ver a Gustav en su hotel.
--Esta bien...En 10 días sera tu cumpleaños, deseas algo?
--No, así estoy bien, todo esto ya cuenta como regalo...Gracias.
--Bueno si tu lo quieres así esta bien...Ahora a desayunar.-Me mostró su mejor sonrisa.
--Que...¿Que aras hoy?.-Le pregunte mientras revolvía mi cafe.
--Amm no se, creo que iré a comprar ropa a la tarde, ¿por que?.-Dijo curiosa.
--Quieres...¿Quieres que te acompañe?.-Dije tímida.
--¿Enserio? ¡Si! claro sería nuestra primer salida de compras juntas.-Dijo muy emocionada.
--Bueno pero tiene que ser a la tarde porque voy a ir al hotel de los Tokios y... bueno...
--Cualquier horarío esta bien.-Dijo feliz y sonriente.
Nunca había salido con mi madre, es que esas salídas de madre e hijas se me hacen muy estúpidas, pero al ver que ella mostraba interés por mi lo mejor sería que se lo agradezca de algún modo. Terminé de desayunar y fui a tomar mi mochila junto a mi cámara y celular, antes de irme me fije si mis amigos estaban en linea y así fue, estaban pero no me hablaban, eso me puso muy triste...
--Si llega a venir Paz me llamas.-Le dije sonriente.
--Esta bien, por cierto...-No termino la frase...--No nada ve con cuidado.
Tome el ascensor y baje, en la calle tome el ómnibus, me baje muy cerca de donde estaban hospedados, de camino vi que un hombre estaba sacudiendo y pegándole en un callejón a una mujer, no sabía que hacer, si interferir o seguir mi camino, no me pude aguantar así que fui a donde estaba sucediendo eso.
--¡Oye! deja a esa mujer en paz.-Dije en tono decidida.
--No te metas donde no debes.-Dijo el hombre.
--Ayúdame, ayúdame.-Me dijo la mujer llorando.
--O la dejas o llamo a la policía.-Dije
El hombre agarro una botella y la partió se acerco y me amenazó con ella.
--Vete si no quieres salir lastimada.-Dijo riendo.
--No me iré hasta que la dejes.
El hombre me tomo del brazo y con la punta del vidrio me la paso por la cara, me hizo un pequeño corte pero aún no le tenía miedo. Agarre y golpee al hombre en sus partes intimas con mi rodilla lo empuje tome a la mujer y salimos de ese callejón dirigiéndonos a la calle, ella estaba un poco golpeada.
--¡Ayuda!.-Grite
Se me acerco un hombre le explique la situación y él se quedo con la chica y yo mientras llame a la policía, tenía que asegurarme de que el hombre no escapara mientras venía la policía. Así que fui al callejón el hombre estaba apoyado contra la pared, el golpe que le dí de seguro le dolió demasiado, me vio y me empezó a correr, yo de los nervios me escondí atrás del tacho de basura.
--No puedes estar escondida para siempre, sal de donde estés, solo quiero hablar.-Dijo.
Era estúpido que en una situación así de riesgo se me viniera a la mente la canción Reden, estaba quieta pero mi respiración seguía un poco agitada, salí de ese lugar porque ya no lo escuche, cuando me doy vuelta él estaba ahí viéndome y yo solo me quede helada.
--Niña no te tendrías que haber entrometido.-Dijo sonriendo de una manera psícopata.
Yo comencé a caminar hacia atrás despacio ahora si tenía miedo.
--Ale-Alejate de mi.-Dije llorando.
--No te haré daño...Jajaaja solo te matare.-Dijo
En eso llega la policía y lo agarran, sentí que mi alma volvió a mi, aunque caí de rodillas al piso, un policía me levanto.
--Es-Estoy bien me debo ir.-Dije tartamudeando.
--Necesitamos tu declaración señorita.
--No, me debo ir.-Dije asustada y alejándome de ahí.
Salí corriendo de ahí, no tenía idea a donde iba, entre a un restaurante me senté, vino el moso y me pregunto que quería comer, lo mire y le dije un vaso de agua, el me miro y me pregunto si estaba bien a lo que respondí que no. Fue por el vaso de agua y me dió una aspirina, la tome y me relaje un poco, el se fue pero al rato volvió preguntándome si quería algo, le pedí lo que tuviera y volvió con un plato de espagueti. Cuando termine de comer fui al baño me moje la cara y me limpie la herida, salí pague y me fui rumbo al hotel de los chicos. Fuera de hotel habían unos asientos así que me senté, habían muchas chicas, tal ves unas 20 gritando, yo solo estaba ahí sentada, todas empezaron a gritar eso me asusto un poco, me pare pero aún así me quede a una distancia lejana, salió Bill y a su lado Tom y todas se fueron tras de ellos, me senté al ver que no salió ni Georg ni Gustav, aunque... a los segundos mi respiración se aceleró y mis ojos se abrieron, me pare rápidamente y corrí hacia donde estaba Georg me tire a sus brazos.
(Imagínense que hablamos en ingles)
--Gracias, Gracias Georg.-Le dije muy feliz mientras no paraba de sonreír.
De fondo pude oír risas, esa risa se me hizo tan conocida, solté a Georg y mire detrás de Georg y si, era Gustav, mis ojos se llenaron de lágrimas, corrí hacia él, pero por un momento me acorde en mi pesadilla y retrocedí, entre lágrimas tristes y malos pensamientos huí de ahí, me sentía sin respiración.
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Nunca hay salidas
FanfictionSe trata de una chica llamada Soledad de 17 años que intenta conseguir su sueño de conocer a Tokio Hotel, su pasado es triste y la madre se siente con culpa por eso. A lo largo de la historia conoce a Paz una chica con una historia un poco parecida.