Kara siempre ha tenido dentro de sí un sentimiento de Soledad inexplicable desde que llegó a la Tierra y se sintió abandonada por su primo en un planeta donde era llamada la Última Hija de Krypton; su hermana había sido su ancla, pero ultimamente ta...
- Kara... ¿Estas ahí?- grité tocando la puerta de su departamento. Se escucharon algunos pasos torpes y segundos después la puerta se abrió mostrando a una Kara Danvers con manos ocupadas tratando de arreglar su despeinado cabello en un cola de caballo.
-¡Alex! Pasa- dijo moviéndose para dejarme pasar.
-¿Aún no estás lista? Quería pasar por ti para ir al trabajo- me senté en el sofá y la observe atentamente. No pude evitar preguntarme porque no usaba su supervelocidad para arreglarse. Además la notaba un poco demacrada, con ojos llorosos y su nariz estaba un poco roja a decir verdad.
-Ya casi estoy lista-
-¿Estas bien?- pregunté preocupada -Te vez un poco... rara-
- Vaya cumplido- dijo cuando al fin pudo peinarse correctamente y después procedió a tomar su bolso y sus cosas. -¿Nos vamos?-
-Claro- me levanté y salimos del departamento.
Decidimos recoger nuestros cafés a la cafetería más cercana y después nos dirigimos rumbo a Catco. Cuando caminábamos hacia allá, no deje pasar el hecho de que caminaba un poco más lento de lo normal, y una fina capa de sudor resaltaba por su frente. En ese instante me di cuenta de lo que pasaba en realidad.
-¡¿Explotaste tus poderes?! ¡¿y no me lo dijiste?!- susurré un poco fuerte procurando que nadie escuchara.
- En mi defensa, no es mi culpa. El día en que sucedió nisiquiera te diste cuenta y cuando estaba apunto de decirtelo ya te habías ido-
-¿Y cuando fue eso exactamente?- pregunté un poco aterrada de la respuesta.
- Hace tres días, en la pelea con el Maldoriano- dijo antes de que levantará su antebrazo para atrapar un estornudo sofocante. Instintivamente lleve mi mano a su frente.
- Kara... ¡estas cálida! - la mire culpable. - ¿has estado enferma?-
-No- la mire con mi cara de "no me mientas jovencita" -ayer comencé a sentirme un poco cansada, supongo que pude atrapar algo...-
-Apagaste tus poderes hace tres días, ¿y no pensaste en decirme, no se, ayer?-
- No quería arruinar tus planes con Maggie, fue por eso que cancelaste la noche de juegos. Mereces tener tu propia vida-
-Tú también eres parte de esa vida- respondí- deberías faltar al trabajo para descansar un poco o ir al DEO para recargarte en las lamparas solares, sin tus poderes tu sistema está comprometido a muchos factores malos-
-Estoy bien- dijo con cierto arrebato.
- Kara...- de pronto dejo de caminar y me di cuenta que ya habíamos llegado a Catco.
-Estoy bien, ¿de acuerdo?. Puedo vivir un día sin poderes, tranquila. Nos vemos luego- sin nada más que decir caminó con pasos firmes hacia la entrada del edificio.
-¡Te llamaré más tarde!- grité antes de verla entrar.
KARA
Sofoqué un ataque de tos apenas puse un pie afuera del elevador. La verdad era que me sentía un poco mal, bueno, muy mal. Pero ya no quiero que Alex este detrás de mi todo el tiempo; ella está comenzando a rehacer su vida y no quiero interferir con eso, no otra vez. De alguna forma las palabras de Jeremaiah me lo recordaban.
-Hola James- dije acercándome a él.
-Hola, oye, ¿sabes si...? Wow- exclamó cuando me vio- ¿Que demonios te pasó?-
-Atrape sus estúpidos gérmenes humanos, eso fue lo que pasó- respondí algo molesta.
- Oye... alguien sigue de mal humor -
- lo siento, no se que me pasa últimamente- hablé más calmada.
-¿porque no te tomas un par de días libres, eh?-
-Estoy bien-
- Vamos... puedo ver por tus ojos llorosos y tus mejillas sonrojadas que tienes fiebre. Además Supergirl también merece sus días de descanso-
-¿estas seguro?- pregunté un poco insegura. Un día libre me vendría bien.
-Completamente...-
-Bien, entonces te veo luego- me despedí y después salí del edificio.
Cuando estaba a unas cuantas cuadras de mi departamento mi celular comenzó a sonar. Al principio creí que era J'oon o Alex, pero después me di cuenta que se trataba de un número desconocido; mi cabeza dudó antes de contestar.
-¿Hola?...-
- Kara Danvers Zor-El... quien se iba a imaginar que una torpe reportera como tú es nada más y nada menos que Supergirl- habló una mujer.
- Reconocería esa voz en cualquier parte, ¿que quieres Lillian?- le dije seria.
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- vaya, te acuerdas de mi. Bueno, iré directo al grano... necesito que vengas a la dirección que te enviaré... y pobre de ti si le dices a alguien...-
-¿y porque debería hacerte caso?-
-porque si no lo haces la pobre novia de tu hermanita sufrirá las consecuencias- amenazó
-¿de qué estas hablando?- dije en el momento en que me llegó un mensaje; cuando lo abrí no podía creer lo que estaba viendo. Lillian me había enviado una foto de Maggie amarrada en una silla armordazada junto con la dirección del lugar.
- Tienes dos horas para llegar, no te esperaré más tiempo- condicionó Lillian.
-Por favor no le hagas daño- rogué.
-Eso dependerá de ti- y con eso colgó.
Caminé apurada a mi departamento, después entré y puse el seguro a la puerta. Me senté en el sofá no sabía que hacer; ni siquiera tengo mis poderes. No puedo decirle a Alex o la pondré en peligro, o peor, le harán daño a Maggie.
Ya se...
Abrí mi laptop y rápidamente escribí un correo y lo programe para que se enviará mañana por la tarde.
Todo listo...
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Debido a que no he sido tan responsable últimamente subiendo capítulos en mis historias, quise consentir a mis lectores con otro capítulo de esta nueva historia. La buenanoticia es que ya casi termino de escribir el siguiente capitulo de *En Busca De Tu Corazón* y lo subiré pronto. Los quiero, y recuerden cuidarse mucho ❤
