Pantalones.

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Los pantalones amarillos, algo que para Rubén le parecía uno de los artefactos bendecidos en ese maldito momento. Joder quien en su Puta vida pensaría que dicha oportunidad llegaría a el..

Aún que el fuerte golpe en su mejilla le daba un claro recuerdo de lo sucedido horas atras y vaya....que disfrutó cada momento, cada roce y cada suspiro de su contrario.

"Unas horas atrás... "

_ Veguetta!! , que te trae por aqui - con amabilidad abrió la puerta dejando pasar al Moreno quien se veía algo nervioso, preocupado e incluso tímido.

_ No quiero preguntas... Pero ves estos pantalones - señalo dicha prenda con sus manos dejando a la vista aquel brillo en los pantalones de oro que llevaba.

_ ostia chaval que guapos, son de oro verdad!? - pregunto con duda mientras caminaba en dirección a la Sala.

_ si son de oro... Y necesito que me los quites - murmura en voz baja captando la atención del castaño.

Quien no pudo dar un paso más, se detuvo ante tales palabras ... Sintió su cuerpo estremecerse con una idea obscena que voló por su mente, acaso estaba escuchando bien. Volteo con rapidez para observar el rostro del contrario, sonrojado, nervioso y algo... Avergonzado...vaya vista le estaba dando el muchacho.

_ disculpa veguetta pero creo no haberte escuchado bien  - con un dedo en sus oídos simulo quitar cera de estos, su voz sonó algo nerviosa y torpe, no sabía si era parte de su imaginación loca por semanas o incluso meses de no tener el más mínimo contacto íntimo que no sea con Mangel en el picadero que construyeron juntos o simplemente era la realidad.

_ pero chaval... No me hagas repetirlo...- colocó su mano en su rostro mientras suspira profundo- Necesito que me los quites! - volvió a pronunciar con un tono de voz más fuerte veguetta para acto seguido señalar nuevamente los pantalones.

_ pero así nomás... Sin una cena... Unas palabras... - los nervios en rubius se volvieron visibles mientras su voz era entrecortada buscando alguna verdad en la propuesta.

_ Mira Rubén necesito que me los quites - sus manos fueron dejando su mochila en el suelo para tener mayor movilidad - están como pegados a mi, no puedo sacarmelos - continuaba hablando a la ves que descubría su pecho blanquecino, ya casi desnudo frente a Rubius suspiro- si lo notas no puedo sacarmelos... Están malditos y solo tu puedes hacerme este favor - recorrio con sus dedos el filo de los pantalones quienes se negaban a dejar pasar la mano del Moreno.

Rubius trago en seco estaba asombrado por la verdad de aquella petición - ostia chaval... Pero quien te los ha puesto?, no hay una forma que me des esos pantalones  ya sabes trasferirlos a mi por que molan y no me molestaría tenerlos hasta el final de mis días - comentó ya en su último intento de ocultar los nervios que sentía en ese momento.

El Moreno dio una leve risa para negar y caminar escaleras arriba.

_ si pudiera te los daría.... - detuvo un poco su caminar para observar a Rubén desde arriba - podemos ir a tu habitación si así lo deseas - su voz sonaba coqueta ya que noto los nervios que el oso sentía - usemos tu habitación chiqui  - volvió a comentar y retomar su andar, Rubén lo seguía de cerca con una sonrisa hasta que se detuvo  a mitad del segundo piso captando la atención del Moreno.

_ oh, no podemos usar mi habitación - la imagen de su señora llegó a su mente, ella estaba dormida en la habitación que el Moreno tanto decía.

_ ¿por que? , acaso me ocultas algo..- comentó en desconfianza el Moreno curioso por si había otra ilegalidad en la casa del castaño.

_ he no para nada, solo que no podemos usar mi habitación - los golems de nieve se pondrán celosos? , la duda llegó absurda a su mente , Veguetta negó, continuó subiendo hasta terminar en el balcón de cristal del castaño.

MaldiciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora