"Un Ángel Decapitado"

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Duncan estaba desnudo pero su órgano masculino no estaba, era como esos maniquíes andróginos de las tiendas de ropa. Olía a perfume masculino y caminaba por un cuarto sin principio ni fin, era blanco y brillaba levemente aparentemente estaba vacío pero cuando caminó por un rato vio a lo lejos, ¿acaso era un ángel? Pero sin duda lo era.

Brillaba tanto que tuvo que entre cerrar los ojos por unos segundos hasta que estos se adaptarán a la luz, cuando por fin pudo ver al ángel era una mujer vestida con una toga blanca, él la había visto antes pero ¿quién podría ser esa chica con grandes caderas? Tenía el cabello rojo agarrado en dos coletas, su sonrisa era dulce... Tenía que ser Zoey.

Zoey le extendió la mano como sí él necesitará ayuda, a medida que pasaba el tiempo su cara dulce de felicidad iba empeorando a amargura y preocupación, cuando estuvo a punto de darle la mano todo se volvió gris, luego negro después empezó a apestar a azufre, todo empezaba a quemarse pero Zoey seguía ahí, extendiendo su mano esperándolo con una cara de dolor y sufrimiento.

Duncan sentía como su cuerpo se volvía pegajoso y sudado mientras que una sombra aterradora se acercaba con velocidad, luego desapareció y volviendo a aparecer atrás de Zoey. Esta sombra alzó su brazo y con sus garras la decapito, de repente Zoey era un ángel decapitado, una dulce chica que alguna vez había sido su amiga.

Mal!— gritaba Duncan —Mal, sé que eres tu!—gritaba más fuerte mientras corría en círculos en el cuarto oscuro —Mal!— gritaba más fuerte —se que fuiste, maldito— golpeaba las las paredes aunque con cada golpe sus manos sangraban.

Duncan!— gritó Gwen —levántate, estas teniendo pesadillas otra vez— Gwen se levantó de la cama —ven a bañarte— le decía a lo lejos mientras Duncan reaccionaba, Duncan se quitó las sábanas torpemente mientras pensaba en lo raro del sueño «siempre sueño con Zoey» logró levantarse. Duncan caminó unos cuantos pasos y se desplomó al piso, estaba mareado y para colmo tenía nauseas «¿Qué te ocurrió Zoey? ¿Por qué sigo soñado contigo?» Gwen corrió hacia él,—¿Duncan estas bien?— Gwen lo levantó con todas sus fuerzas —Gwen dime, ¿crees que Zoey este bien?—

Gwen lo miro con una sonrisa —no lo se, pero deberíamos dormir— lo besa. Cuando lo termina de bañar, lo levanta de la tina donde lo había metido. Duncan se seco con la toalla que Gwen le había dado, se cambió a un ropa limpia y se fueron a dormir —buenas noches— Duncan la beso de nuevo —dulces sueños— Gwen sonrió con un brillo especial en sus ojos que sólo él podía ver.

Duncan caminaba por la calle del planeta tierra. Gwen y Duncan habían regresado por unos meses porque tenían que robar un banco, para el papá de John y necesitaban la ayuda de lo peores criminales. El mafioso les había dado órdenes específicas, tenían que robar el banco, sí o sí, no podían fallar.

—si fallas mueres, y si mueres fallas— le había dicho el hombre. «¿como hago para robar el banco de mejor seguridad del país? No puedo» Gwen venía hacia él con unos helados —¿quieres uno?— Duncan le sonrió y la miró, tomó el helado y caminaron juntos hasta el banco.

A Gwen le había crecido el pelo, se le veían unas raíces cafés, las puntas le llegaban por la espalda pero igual se la veía hermosa, eran amigos, ese había sido el trato pero habían veces que ni ella se resistía y lo besaba, pero nunca decían en voz alta "somos novios".
Duncan se había quitado el mohawk verde y se dejaba crecer su cabello negro, se lo veía extraño pero nada mal. Duncan la miraba diferente siempre, unas veces la miraba y le coqueteaba, y otras simplemente la miraba con dulzura.

Una chica misteriosa chocó con él, Gwen no le presto atención pero Duncan pudo sentir como la misteriosa chica le dejó un chip en su bolsillo, siguieron caminando hasta que llegaron al lugar de un viejo amigo, antes compartían una banda de música pero el tipo ahora se dedicaba a vender armas ilegalmente, ya que cualquier civil tenía prohibido el uso de armas láser.

Total Drama: Después del dramaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora