—No estas entendiendo...—Dijo el bardo empujando la pequeña botella contra el tendedero.
—Te entiendo, muchacho, pero es lo que hay y mis cosas son de buena calidad, el bloqueador de olor siempre ha sido bueno...Tal vez necesitas algo mas, tal vez ver a una hechicera te serviría mas que un simple curandero que es lo que soy.
—Maldición...—Gruñó Jaskier, llevaba casi media hora peleando con aquel hombre, había gastado sus ultimas monedas en aquella poción que bloqueaba su aroma para simular ser un beta, se había acabado todo el dinero en aquello y había pasado lo mismo con las botellas anteriores lo últimos cuatro meses. Nada estaba funcionando.
Salió de la tienda enojado con su propio cuerpo y al mismo tiempo frustrado, tirando la botella dentro de su bolso de cuero, había una ceremonia real, la cual en cuanto supieron de su existencia en el pueblo un caballero de la corte fue a solicitar sus servicios.
Era una buena noticia para variar, tendría dinero de sus servicios privados, las monedas que les daban y una estadía en el lugar, una excelente noticia luego de meses de nada en el bolsillo.
Al llegar al castillo vio a una humilde mujer de cabello castaño lavando ropa en un pequeño arrollo, se acercó hacía ella y sonrió suave.
—Oh, hermosa doncella...—Comentó respetuosamente mientras se inclinaba con su sonrisa mas radiante. -Que hermosos ojos mas azules, casi como el cielo que nos cubre hoy...
—Oh...-Sus mejillas regordetas se sonrojaron.—Yo...Muchas gracias ¿Eres el bardo?
—Así es, vine a cantar hoy, espero verte por la noche.
—Oh, no no no, la servidumbre no va a las cosas así...—Dijo apenada la joven.
—Oh, pero usted es mucho mas bella que las doncellas que bailan y revolotean envueltas en la mejor seda, usted acá luce preciosa...Espero nos veamos mas tarde.—Le guiñó y se retiró hacía las instalaciones, suspirando suave y mirando de reojo hacía atrás.
Sostuvo fuerte entre sus manos la chaqueta de gamuza que había robado a la joven mientras le coqueteaba, inhaló el aroma de ella y sonrió, olía a madera quemada y a alfa, y era perfecto para la noche encubrirse en el baile.
Era un hermoso casamiento, era lo único que cruzaba por la cabeza de Jaskier, gente de la realeza, algunas damas demasiado hermosas y algunas hechiceras que comentaban desde las mesas mientras bebían los mejores vinos en copas de plata.
Y aún así la melancolía llenaba al trobador, sus ojos se paseaban entre las mesas como si buscara el rostro de Geralt sentado y antipático en algún rincón bebiendo cerveza, esperando que sus ojos se conectaran y algún brillo se reflejera.
Pero el brujo no estaba mas, hace meses que no estaban juntos.
No mas.
—¡Con ustedes, damas y caballeros!—Exclamó un hombre regordete tomando al bardo del brazo y empujando hacía la sala.—¡El mejor bardo de la nación, Jaskier!
—Oh, eso es mucho para mí, pero espero disfruten mis canciones...—Dijo sonriente, comenzando a tocar su laud, meciendo su cuerpo mientras las notas cruzaban toda la sala, entrelazadas con su armoniosa voz, danzando y deslumbrando a todos como una hermosa fogata encendida al frío de la madrugada.
Los hombres sacaban a las mujeres y danzaban al ritmo de la música que duró algunas horas, hasta que el trovador hizo un corto ademan para alejarse un poco y tomar una tarra de cerveza.
—Hermoso don te ha dado el destino.—Comentó una hechicera de hermoso cabello rubio brillante, sonriente mientras miraba el laud.— ¿No eras tu el acompañante de Geralt de Rivia?
La garganta de Jaskier trago duro la cerveza y una corta mueca de asco se poso en sus labios, últimamente no podía beber nada sin sentir que su cuerpo de algún modo lo rechazaba.
—Lo somos...—Mintió sonriente, ocultando cualquier sentimiento negativo, de tristeza y abandono que sentía.— Nos separamos de vez en cuando, pero siempre nos volvemos a encontrar...
—Me imagino, nunca pensé que un omega pudiera ser un bardo, demasiado peligro en todos lados, pero al lado de un brujo ¿Quién en su sano juicio podría intentar atacarte?— El rostro del castaño se puso pálido al escucharlo, un sudor frio recorrió su cuerpo y tosió nervioso, riendo un poco.
—Perdón, ¿Qué te hace creer que soy un omega?—Preguntó jocoso. La hechicera río un poco y le miró otra vez.
—Cariño, hueles a muchas cosas, a un ungüento de bloqueo, que claro, no cualquiera podría reconocer pero nosotras las hechiceras los hacemos, a alfa y creo que—Dudó unos segundos y se acercó mas a él, como si fueran íntimos.—Y a un omega embarazado.
Una risa divertida explotó en el pecho del bardo y miró hacía la pareja recién unida.
—No, no, es imposible.—Dijo relajado mientras volvía su vista a la mujer, la cual le veía con el ceño fruncido.—Permiso, pero debo volver a mi deber...—Dijo haciendo un corto ademán y volviendo al pequeño escenario a cantar, esta vez canciones mas suaves, baladas lentas y románticas, de amores imposibles entre duquesas y jóvenes apenas nobles.
Terminada la noche Jaskier llegó directo a la gran tina de agua caliente en sus aposentos, se quitó la ropa y se metió dentro, mojando su cuerpo y suspirando de placer ante el aroma a flores silvestres y sales de baño. Cerró los ojos y posó sus manos en su vientre, respirando lento y relamiendo sus labios para luego sumirse en sus pensamientos.
¿Embarazado?
Otra risa salió de sus labios, no había forma alguna de que aquello hubiese pasado, su única pareja "alfa" había sido siempre Geralt y los brujos no pueden concebir.
Por otro lado una ligera inquietud apareció cuando abrió los ojos, sus celos no habían llegado, incluso cuando el se llenaba de hiervas supresoras, se habían detenido, deberían haber pasado tres desde que se separó de Geralt, pero no había ninguno...
El ligero pánico latió en su cuerpo y volvió a reír tocando su estomago, ¿Estaba acaso un poco mas gordo?
Tocó su vientre otra vez, estaba tenso, un poco duro, pero diferente. La mascara de risa nerviosa se cayó y sintió un frío cruel y abrazador.
—No puede ser...—Murmuró mientras el pánico llenaba su pecho y se abrazó a si mismo en su cuerpo.
No había tenido celos.
Le daba asco la cerveza.
Los bloqueadores no funcionaban.
Pero...Geralt no podía tener hijos y era su única pareja sexual alfa.
—¿Qué mierda...?
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El mayor tesoro.
Fanfiction"Hay tesoros que merecen ser protegidos" Incluso tras el dolor cuando Geralt empuja a Jaskier fuera de su vida, el bardo intenta seguir con su camino, el problema que le estanca es que tal vez en su vientre si hay una gran sorpresa del destino.