El frío era demasiado fuerte, como si calara cada uno de sus huesos y luego lo rompiera en añicos, todo su cuerpo frío, cubierto de sudor gracias al pánico, había corrido por todos lados y cuando salió del corredor de la posada que daba a la calle, su corazón estaba errático en su pecho.
Salió corriendo entre la noche y pudo ver a lo lejos la silueta de Geralt, caminando lento, casi tambaleante y mientras mas corría y se acercaba, la sensación de ahogo y terror le envolvió mas. El cuello del brujo estaba medio desgarrado, lleno de sangre goteante por su pecho, la ropa rasgada y solo una de sus espadas.
Se quedo quieto un segundo, fue demasiado para él, se suponía que los brujos no morían, pero también se suponía que no podían tener hijos.
—¡Geralt!—Gritó cuando vio al mayor ceder, cayendo de rodillas en un jadeo entre cortado. Corrió a sostenerle y vio la sangre cubrir sus propias manos.—No, no...No, aguanta, te llevaré...Te llevaré con alguien, nos van a ayudar...—Murmuró abrazando su cuerpo y estrechando un poco para intentar cargarle.
—Jas...Kie...Jask...—Geralt intentó decir sin lograrlo y Jaskier se estremeció tomando el rostro entre sus manos, sosteniendo y notando la falta de brillo en sus ojos, la mirada sin enfoque, su rostro extremadamente palido y el vibrante amarillo de sus pupilas se fue apagando hasta un gris.
—¡Geralt, mírame!—Exclamó apretando el rostro entre sus manos con desesperación, notando que no había mas que hacer. Las lagrimas cayeron sin contenerlas y besó suavemente sus labios.—Despierta...Por favor, vamos, Geralt...¡Geralt!—Intentó moviendo sus hombros pero el cuerpo inerte cayó hacía un costado.
—¡Jaskier!—Se escuchó en la lejanía, pero el nombrado estaba demasiado agitado, abrazando demasiado fuerte, negándose a aquello.—Jaskier.
—¡No, Geralt!—Volvió a abrazarlo con mas fuerza cuando alguien le tomó de los hombros intentando alejarlo del cuerpo.
—¡Maldición despierta!—Una violenta sacudida le sacó de aquella pesadilla un poco, pero la sensación, el temor y el miedo estaba ahí tan fuerte que las lagrimas seguía corriendo, gruesas y se seguía removiendo un poco.—¡Jaskier!—Gritó nuevamente y solo en ese segundo pudo escuchar a su bebé lloriquear a la lejanía, sus ojos por fin se enfocaron, pero su pecho seguía igual de hiperventilado. Su labio inferior cubierto de lagrimas aun temblaba y su cuerpo rigido, cubierto de un sudor frío.—Estoy aquí...
—Ge...Geralt...—Murmuró cuando fue envuelto en un duro abrazo, la gruesa mano sosteniendo su nuca, acariciando lento y suave.
—Estoy aquí, bebé.—Susurró de manera intima, provocando que el menor sintiera un revoloteo en su pecho, una extraña calma le invadió, pero las lagrimas seguían gruesas y solo un ligero hipeo estaba presente.
Geralt intentó separarse pero el agarre del bardo se hizo fuerte, podía sentir sus uñas casi clavarse en él y luego gimoteó.—Debo ir por el bebé, dame un segundo.—Jaskier negó con la cabeza, sintiendo la desesperación.—Será un segundo, Gabriel te necesita.
Cuando el abrazo se deshizo una sensación de vació horrible le invadió y su labio volvió a temblar, pero cuando alzó su vista su mente quedó en blanco.
Había soñado antes con esa imagen, había deseado aquello con todo su corazón, pero no de aquella manera, no cuando las cosas aun no se solucionaban, no así. Geralt estaba vestido con solo los pantalones negros, sosteniendo al pequeño bebé contra su pecho, la criatura se veía tan pequeño entre sus grandes manos que le acunaban y acariciaban, intentando calmarle. Gabriel pareció dejar de luchar y se quedó quito, sus hermosos ojos azules fijo en el rostro de su padre.
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El mayor tesoro.
Fanfiction"Hay tesoros que merecen ser protegidos" Incluso tras el dolor cuando Geralt empuja a Jaskier fuera de su vida, el bardo intenta seguir con su camino, el problema que le estanca es que tal vez en su vientre si hay una gran sorpresa del destino.